Encuentro Internacional contra la Guerra contra Irak

27/11/2002

Declaracià³n Final

Reunidos en Madrid los dà­as 16 y 17 de noviembre de 2002, los participantes en el Encuentro Internacional contra la Guerra y en Solidaridad con el Pueblo Iraquà­, promovido por la Campaña Estatal por el Levantamiento de las Sanciones a Iraq (CELSI), deseamos expresar lo siguiente:

1. Nuestra solidaridad con el pueblo iraquà­, và­ctima de una polà­tica premeditada de genocidio y que afronta en estos momentos la amenaza de una nueva intervencià³n militar que incluye esta vez la ocupacià³n militar de su paà­s por EEUU. Desde que en agosto de 1990 el Consejo de Seguridad (CS) de Naciones Unidas (NNUU) impusiera a Iraq sanciones econà³micas, el pueblo iraquà­ ha debido afrontar una grave crisis humanitaria que ha causado la muerte a más de millà³n y medio de personas, de ellos, 800.000 menores de cinco años. Los efectos del embargo se han visto amplificados por la destruccià³n premeditada ocasionada por la coalicià³n multinacional durante los 42 dà­as de bombardeos de la guerra de enero-febrero de 1991, cifrada por NNUU en 22.000 millones de dà³lares, y las reiteradas agresiones militares llevadas a cado desde entonces. Cualquiera de las opciones bà©licas que estudia ahora la Administracià³n Bush incluye nuevamente intensos bombardeos que destruirán los ya precarios medios de subsistencia de la poblacià³n iraquà­.

Por otra parte, las medidas paliativas puestas en marcha por el CS -en concreto el programa "petrà³leo por alimentos", resolucià³n 986- si apenas han logrado contener la catástrofe humanitaria que sufre Iraq, han permitido perversamente distraer a la opinià³n pública internacional del drama iraquà­, al tiempo que afianzar el control neocolonial sobre los recursos y las finanzas del paà­s, permitiendo destinar miles de millones de dà³lares al pago de indemnizaciones de guerra mientras siguen muriendo de enfermedades prevenibles y carencias infraestructurales básicas millares de iraquà­es al mes.

2. Nuestro más firme rechazo de la determinacià³n de EEUU de atacar, invadir y ocupar Iraq, un designio que responde solo y exclusivamente a la defensa de los intereses estratà©gicos estadounidenses en Oriente Medio, en concreto el control de sus recursos energà©ticos. Bajo la cobertura de la denominada "guerra global contra el terrorismo", la Administracià³n Bush pretende someter definitivamente a Iraq tras 12 años de sanciones genocidas y afianzar con ello el control completo -polà­tico, econà³mico y militar- del conjunto de la regià³n.

De llevarse a cabo, la guerra traerá y antes que nada más muerte y sufrimiento para el pueblo iraquà­, y más violencia y desestabilizacià³n en el conjunto de Oriente Medio. El objetivo declarado de esta nueva guerra contra Iraq es proceder al cambio de su rà©gimen polà­tico, un objetivo que, además de ser ilegal, anticipará una más amplia remodelacià³n geopolà­tica de Oriente Medio, en primer tà©rmino una ofensiva final del ejà©rcito israelà­ en Gaza y Cisjordania que incluirá la eliminacià³n definitiva de las instituciones palestinas surgidas de los Acuerdos de Oslo y la expulsià³n masiva de poblacià³n palestina.

Pero más allá del escenario de Oriente Medio, la ocupacià³n de Iraq impondrá a la comunidad internacional el hecho consumado de un nuevo ordenamiento mundial en el que las normas jurà­dicas vigentes hasta ahora habrán quedado anuladas por la nueva doctrina estadounidense de "Guerra preventiva". Con el destino de Iraq está en juego el Derecho Internacional hasta ahora prevaleciente.

3. Nuestra exigencia de una resolucià³n justa, definitiva y pacà­fica de la contencioso entre Iraq y CS, asà­ como nuestro reconocimiento de la decisià³n de Iraq de aceptar incondicionalmente el retorno de los inspectores de desarme. Tras haber intentado sin à©xito implicar a Iraq en los sucesos del 11 de septiembre para justificar su asalto final contra este paà­s, la Administracià³n Bush ha recurrido a la argumentacià³n del rearme iraquà­, sin aportar prueba alguna de ello. Desde que Iraq aceptara el pasado 16 de septiembre el retorno incondicional de los inspectores de desarme de NNUU, la Administracià³n Bush ha procurado sabotear toda iniciativa diplomática que pudiera eliminar la excusa para que EEUU inicie la guerra.

En las últimas semanas, la Administracià³n Bush ha desplegado todos sus medios de coaccià³n para obtener del CS una nueva resolucià³n que legitime un ataque unilateral contra Iraq. En este sentido, los participantes en este Encuentro consideramos que el contenido de la recientemente aprobada resolucià³n 1441 antes que alejar la amenaza de guerra otorga a la Administracià³n Bush luz verde para un ataque unilateral sin sancià³n del organismo internacional, habiendo supuesto una grave demostracià³n de sometimiento a los criterios belicistas de Washington.

La Administracià³n Bush pretende imponernos la là³gica de que esta nueva guerra es inevitable Pero nada puede justificarla, ni nada puede legitimarla. Frente a las mentiras y la inmoralidad de los gobiernos que promueven y apoyan esta guerra, sabemos fehacientemente que somos mayorà­a los ciudadanos y ciudadanas que en todo el mundo nos oponemos a la intervencià³n contra Iraq, como bien demostraron las manifestaciones de los últimos meses o la celebrada en Florencia hace una semana.

Desde Madrid unimos nuestra voz a este clamor general contra una guerra que hemos de impedir, al tiempo que nos comprometemos a impulsar la celebracià³n de la jornada de movilizaciones contra la guerra en Europa aprobada en Florencia durante la reunià³n del Foro Social Europeo los pasados dà­as 9 y 10 de noviembre.

Mas informaciones y documentos: Encuentro de Madrid