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La batalla de Faluya, el levantamiento y el poder popular temporal

21. June 2004

Entrevista del Campo Antiimperialista con Abdujabbar al-Kubaisi, dirigente de la Alianza Patrià³tica Iraquà­ (IPA)

Como influà­a la batalla de Faluya en la situacià³n de Irak?

El resultado ha sido la movilizacià³n popular total y un levantamiento que sobrepasaba todas nuestras expectativas. Todo mundo daba su aporte particular. Incluso mujeres ancianas llevaban municià³n a los luchadores de la resistencia al frente de la batalla. El pueblo y el movimiento de resistencia podà­an conquistar el control de la ciudad. Esto no sà³lo era el caso en Faluya, sino tambià©n en otros lugares. Por ejemplo, en Samarra los ocupadores yanquis necesitaban varias semanas para restablecer su control en contra del pueblo insurrecto. Incluso en Bagdad perdà­an el control para cierto tiempo. Del 5 al 7 de Abril varias partes de la ciudad estaban controladas por las fuerzas de la resistencia que patrullaban por las calles. Durante estos dà­as el orden público destruido por los EE.UU. habà­a sido restablecido, no habà­a mas asesinatos indiscriminados, ni violaciones ni robos.

Que piensa Ud. sobre el llamado “Ejercito de Faluya” comandado por ex generales de las Fuerzas Armadas Iraquà­es? Su establecimiento es una victoria de la resistencia o es un nuevo intento de crear unas fuerzas armadas iraquà­es colaboradores?

Los yanquis tenà­an que encontrar una solucià³n. Tratarán de trasformar el recià©n creado Ejercito de Faluya en algo como su policà­a iraquà­, o sea en fuerzas armadas abiertamente colaboracionistas. Sin embargo, la mayorà­a de las personas inscritas son de Faluya y participaron en la batalla contra el ejercito estadounidense. Son cercanas a las bases de la resistencia. Se afiliaron al Ejercito de Faluya para dar comida a sus familias. Nuestra expectativa es que en caso de nuevos combates la mayorà­a de ellos se unirán a la resistencia o por lo menos se negarán a obedecer a los ordenes de los EE.UU. Asà­ que hasta que esto queda un fenà³meno local no es mayor problema. Pero hay una estrategia polà­tica mas a largo plazo detrás de esto. Los EE.UU. tratan de integrar muchos ex-oficiales baathistas de alto rango. Llevan a cabo una campaña polà­tica para su cooptacià³n. Si esto se extiende a nivel nacional se convertirá en un problema serio. Entonces, como sistema de control rechazamos este Ejercito e intentos similares en otros lugares.

El 8 de Mayo tenà­a lugar una conferencia dirigida por Sheik Yawad Chalisi y Muthanna Arit Al-Darri en Bagdad que reclamaba ser parte de la resistencia contra la ocupacià³n. Sin embargo llamaron a la ONU y su enviado especial Lakhdar Brahimi a cooperar con ellos.

Muchos de los participantes son personas cercanas a la resistencia. Pero tambià©n habà­a colaboradores abiertos y encubiertos que están con Talaban o Chalabi. Detrás de esto hay una operacià³n del Rey de Bahrein al servicio de los EE.UU. Para los yanquis está claro que tienen que cooptar a las fuerzas que vacilan entre la resistencia y los ocupadores. Tienen que dar a sus autoridades una fisiognomà­a que consideran aceptable para el pueblo. A los participantes sunnitas por ejemplo se los dijo que no pueden aceptar que fuerzas chià­tas tomen el poder. Afirman que todo esto es por la independencia del paà­s y en contra de la ocupacià³n y del consejo gobernador. Pero como pueden colaborar con Lakhdar Brahimi mientras que la resistencia armada lo declaraba objetivo militar porque trata de dar legitimidad a la ocupacià³n estadounidense? No puede haber soberanà­a mientras que haya tropas extranjeras en Irak. Su retirada es la precondicià³n. No aceptaremos nada menos que la retirada total. Denunciamos toda colaboracià³n con los ocupantes incluyendo la que se trata de camuflar con la ONU. Asà­ que el camino indicado por la conferencia del 8 de Mayo es un peligro para la resistencia y lo rechazamos.

La llamada “transferencia del poder” previsto para el 30 de Junio cambiará algo?

Los EE.UU. necesitan nuevas caras limpias para su administracià³n ocupadora. Asà­ que pidieron a las NN.UU. y Brahimi a salvar la situacià³n para ellos. Tratan de erigir otra fachada. Pero el pueblo sabe que están mintiendo. Las NN.UU. y Brahimi no son mas que agentes polà­ticos de los EE.UU. La realidad demuestra que sà³lo están renombrando el viejo “Consejo Gobernador”.

Que noticias nos puede dar sobre la formacià³n de un frente polà­tico de la resistencia? El proceso parece que se alarga.

La construccià³n del frente es un camino largo. Nuestra experiencia es que muchas fuerzas esperan que puedan encontrar un compromiso con los ocupantes traicionando a la resistencia. La recià©n llamada conferencia de la resistencia en Bagdad sà³lo es una prueba para esto. Por otro lado la gente que de verdad expresa la resistencia corren un riesgo de seguridad muy alto si aparecen públicamente. Tienen problemas de comprometerse en la lucha polà­tica y formar ese frente indispensable. Asà­ tenemos que tener paciencia.

Puede Ud. dar un comentario sobre el levantamiento dirigido por Muqtada al-Sadr? Fue una reaccià³n a una provocacià³n yanqui o se decidà­a por si mismo a unirse a la resistencia?

En primer lugar era el tremendo impacto de la resistencia en Faluya que lo llevà³ a la lucha. Esta situacià³n y la presià³n de sus seguidores de masa lo llevaron a unirse a la resistencia. La mayorà­a de sus seguidores son gente muy pobre, jà³venes y desempleados. Se sienten como ciudadanos de segunda clase y quieren tomar acciones contra la humillacià³n por parte de los ocupadores, ya que no tienen nada que perder. Son muy diferente de los comerciantes chià­tas ricos de Nayaf y otros lugares. Tampoco no tienen relaciones con Irán y defienden un Irak árabe. Pero no sà³lo los seguidores de Muqtada se levantaron. Alrededor de la mitad de los insurgentes no están ligados a el. Sà³lo se unieron a el porque ha tomado acciones contra los EE.UU. Esto demuestra que el levantamiento no es religioso, sino polà­tico y Muqtada sirve como sà­mbolo. El levantamiento mostraba la unidad de lucha entre chià­tas y sunnitas que los ocupantes tratan de dividir. Representantes sunnitas expresaron su solidaridad y vice cersa. A nivel de las masas este sentimiento de solidaridad en la resistencia es aún mas fuerte. Es un desarrollo muy positivo y va a abrir nuevas posibilidades de cooperacià³n tambià©n a nivel polà­tico.

15 de Mayo 2004

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