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Contra las bases yanquis y el golpe en Honduras

15. August 2009

Declaración de Marea Socialista, 13 de agosto

Hoy, la revolución latinoamericana, y muy particularmente la revolución Bolivariana, conducida por el Comandante Chávez, se encuentran frente a una inminente amenaza militar, presiones políticas y económicas. Frente esta situación, la única estrategia valida es la defensa de todo un pueblo organizado y armado.

Se trata de un plan guerrerista que se viene desarrollando desde mucho antes: con la reactivación de la Cuarta Flota, el Plan Colombia, y las bases yanquis en Aruba, Curazao y Guantánamo, todo bajo la dirección imperialista del Comando Sur de EE.UU. Ahora, una nueva ofensiva se activa con el golpe en Honduras y el anuncio de la instalación de siete bases militares yanquis (incluyendo cincos nuevas) en Colombia. El plan ha entrado en una nueva fase, altamente peligrosa para la lucha de los pueblos en Nuestra América.

Si se logra instalar las nuevas bases en Colombia, dejará a Venezuela completamente rodeada militarmente por el imperio. A esto, debemos agregar la invasión silenciosa que ya hace tiempo empezó, con la infiltración de paramilitares que hoy en día están localizados en lugares estratégicos: las zonas fronterizas y ciudades importantes como Caracas, Valencia, Maracaibo y San Cristóbal, para nombrar sólo algunas.    

La apertura de esta nueva fase de agresión deja pulverizado el discurso, que escondido detrás fases inútiles como "Obama no es Bush", intentan presentar al jefe del imperio como "nuestro amigo". No hay duda que dentro de la cúpula de la burguesía imperialista estadounidense, hoy enfrentada con una crisis económica que promete ser más profunda que la de los años 30, hay divisiones y diferentes planes y líneas de acciones, algunas veces contradictorias. Pero no debe haber la menor duda, que Obama sigue siendo el jefe del imperio. Y, hoy en día, concientemente, marcha hacia una agresión militar contra nuestros pueblos.

Las oligarquías han dejado en evidencia sus posiciones. En Venezuela, como en muchos otros países, celebraron el golpe en Honduras. Ahora levantan la bandera de la no intervención en asuntos supuestamente internos, cuando por años han exigido al imperio que intervenga, incluso con fuerzas militares. Contra Venezuela la exigen para derrocar al gobierno de Chávez.

La reciente reunión de UNASUR en Quito demuestra que las burguesías regionales, como las que gobiernan en Brasil y Argentina, que de una manera muy tibia y contradictoria han acompañado el proceso de integración hasta ahora, no están a la altura de este nuevo desafío. Empiezan a distanciarse más y más de la revolución, acomodándose al lado del imperio. Pensar que sólo sentarse con el "amigo" Obama se puede convencer al imperio para que dé marcha atrás a su planes, o peor aun, que aceptemos bajo cualquier condición bases yanquis en Nuestra América, solo contribuye a confundir a los pueblos. Eso es ayudar a preparar el terreno para la intervención yanqui.

Nuestro compromiso debe ser avanzar en la organización y concientización de nuestro pueblos para prepáranos para este desafío.

Es un deber de todos los militantes del PSUV la construcción de patrullas en todos los rincones del país. Como colectivo de militantes del PSUV, Marea Socialista se compromete a seguir aportando todos nuestros esfuerzos en este reimpulso del partido que tanto necesita nuestra revolución. Un partido para conducir la lucha de clase, que debata profunda y democráticamente cómo avanzar y dirigir la política del gobierno. Donde la formación ideológica y la praxis revolucionaria ayuden el proceso de formación de miles de cuadros revolucionarios.

En particular, nos comprometemos, como ya nos preparamos parar hacerlo, a formar patrullas en las fábricas y las universidades, para insertar la clase obrera y los jóvenes en el partido.

Estas patrullas deben impulsar el poder popular, aportando en la construcción de los consejos comunales y las comunas, como también debe debatir las políticas que van en la dirección de demoler el viejo Estado burgués, y toda la burocracia que viene frenando nuestro proceso e impide la transferencia del poder a las manos de los obreros, campesinos, estudiantes y sectores populares. En esto, es clave la lucha que se ha desatado en Guayana para transformar las empresas básicas del viejo modelo de capitalismo de Estado, a empresas socialistas bajo gestión obrera.

Es necesario, como lo dijo el Comandante Chávez en el Taller de Transformación Socialista de las Empresas Básicas el día 21 de mayo, que "en cada empresa tiene que haber un batallón  obrero, con los fusiles ahí al lado, por si acaso alguien se equivoca con nosotros." Obvio que esto también es válido para nuestras comunidades populares y universidades comprometidas con el proceso, para que junto con las Fuerzas Armadas Bolivarianas, la concepción del Pueblo en Armas pueda demostrar que aquí cualquier intervención encontrará su contraparte en un pueblo dispuesto a enfrentar en todos los terrenos, incluido el militar.

Planteamos que nuestra estrategia tiene que ser guiada por el internacionalismo revolucionario. Es necesaria la construcción del más amplio bloque posible antiguerrerista y antiimperialista, incluyendo todos los gobiernos, movimientos sociales y pueblos dispuestos a derrotar definitivamente el régimen golpista en Honduras y la instalación de bases yanquis en Colombia, como pasos para atar las manos del imperio y frenar la nueva ofensiva.

En esta dirección, debemos ayudar a estimular la organización política de la clase obrera, los campesinos, los movimientos sociales y los jóvenes de Nuestra América para que juntos, como un sólo pueblo, avancemos hacia la Segunda Independencia y la Revolución Socialista Latinoamericano. El ALBA viene cobrando fuerza – de hecho, esta es una de las principales razones de la nueva fase de agresión – pero también debemos impulsar un proceso de acciones unitarias de los partidos antiimperialistas y revolucionarios, y los movimientos sociales y obreros de nuestra región. En el marco del ALBA, debemos abrir un espacio donde estos movimientos y partidos puedan participar, junto con los presidentes que hoy dirigen este proceso, en la discusión y toma de decisión de cómo profundizar la revolución y confrontar al imperio.

Tomando la frase del General Eloy Alfaro, alertamos que "en el retardo está el peligro" por eso, desde Marea Socialista, decimos que todos juntos, avancemos para construir una fuerza multitudinaria, unida por toda Nuestra América, para derrotar al imperio y construir la Patria Socialista.

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