Texto de Alberto Hijar Serrano, México
Para los olvidadizos que se acomodan y los criminales asesores de la ultra derecha apoyadores de dictadores peores que los Somoza, la figura histórica de Marcial molesta. El partido de nuevo tipo fue objeto de burlas por quienes previeron sus lugares seguros en la novísima era del fin de la historia reducida por ellos a pleitos electoreros y subordinaciones al Imperio de los consorcios. Aquel bello himno sandinista que afirmaba “luchamos contra el yanque enemigo de la humanidad” fue tirado a la basura y sustituido por la traducción de una canción pacifista. Pero la guerra está en la paz aparente y por casi todo el mundo los indignados al fin revelan la urgencia de terminar con los dominios que la hacen necesaria como extremo militar de la voracidad del capitalismo agónico. Lo advirtió Marcial por lo que es más que vigente su asco por los falsos partidos dispuestos a proteger a los estados sicarios del Imperio. No es que Marcial fuera terco, la terca es la realidad y como tal hay que tratarla.
De nuevo tipo, con militantes dotados de plena conciencia proletaria para el largo plazo popular y prolongado. Marcial responde así al vago anticapitalismo y plantea la transición que sufrimos y que puede durar siglos de rapiña o puede durar lo menos posible si el poder organizado de los trabajadores del mundo construye el socialismo desde ahora. Así de simple. De lo simple a lo complejo, diría Marcial, habrá que seguir pese a todo. Las consignas radicales de las FPL con Marcial son urgencias de éste día. Desde México en estado de desastre, este saludo esperanzado con la solidaridad de siempre. ¡Venceremos!
Alberto Híjar Serrano
Taller de Construcción del Socialismo, día 11 del mes 11 de 2011
Texto del Campo Antiimperialista
Muy estimados compañeros,
Con mucha alegría hemos recibido la noticia sobre esta nueva edición del Libro “Nuestras Montañas son las Masas” de Salvador Cayetano Carpio “Comandante Marcial”. Desde el Campo Antiimperialista queremos enviar nuestro caluroso saludo revolucionario a los editores y todos los asistentes en este acto de presentación de esta obra fundamental de la historia revolucionaria.
Hoy más que nunca la lucha por la memoria histórica es una trinchera de combate para un mañana mejor. Ya hemos superado el “fin de la historia” que el capitalismo neoliberal ha proclamado en los años 90 del siglo pasado cuando se derrumbaba el bloque socialista. Las guerras, rebeliones y crisis que hacen temblar los fundamentos de la arquitectura de la globalización, centrada alrededor del imperio norteamericano, han sepultado este mito dominante.
La defensa de la memoria histórica hoy más bien encuentra su difícil campo de batalla entre los nuevos sectores que marcan la resistencia contra el capitalismo: masas pobres, embrutecidas por la violencia cotidiana que sufren, jóvenes enajenados por una cultura decadente y superficial, pueblos oprimidos que combaten valientemente sus guerras antiimperialistas bajo banderas religiosas. Esta resistencia se ven privado largamente de una comprensión científica revolucionara del mundo, de un proyecto libertador consistente, una estrategia, un programa y un instrumento colectivo para enfrentar el inmenso desafío de los grandes cambios que estamos viviendo.
No se puede negar una cierta tristeza cuando en nuestros tiempos de resistencia ciega y reconstrucción inicial se lee a los escritos del Comandante Marcial, marcados por una claridad política marxista y una firme visión a largo plazo, característicos de aquellos tiempos de la coyuntura revolucionaria tan avanzada en Centro América. Y sin embargo quedó derrotado este acumulado de conciencia y fuerza que eran las FPL. Marcial muere alertando sobre las primeras señales de una contrarrevolución en reorganización y que sólo por los errores, debilidades, miedos e intereses limitados dentro del campo revolucionario y socialista se podía imponer.
El Campo Antiimperialista como tantas otras fuerzas revolucionarias que hemos perdurado la coyuntura contrarrevolucionaria pos-noventa lo debemos este hecho también al comandante Marcial y su enseñanza de no confiar nunca en las sirenas de paz y reconciliación entre las clases. Tantas veces se han confirmado dramáticamente sus palabras – desde su mismo El Salvador hasta Palestina.
No sabemos como y cuando un nuevo proyecto comunista se encuentre con el proletariado real de nuestros días, las masas explotadas, enajenadas, desesperadas, dispersas en miles batallas. Pero si hace 20 años nos podían decir que los “dinosaurios” de la revolución, los “leninistas rígidos” como Marcial no han logrado su objetivo y han fracasado, hoy, después de dos décadas de olvido dentro de la izquierda, podemos decir nosotros que el camino de abandono de la memoria histórica ha fracasado, ha dejado desarmado a las clases populares y que es urgente retomar el hilo leninista con todas su enseñanzas ricas y heroicas para encontrar colectivamente su forma adecuada para llevar la resistencia del siglo 21 hacia la victoria.
Para el Campo Antiimperialista
Guillermo Bodner
Viena-Roma, 22 de Noviembre 2011