Mà©xico, Mayo 2001
de Alberto Hàjar
La reunià³n del presidente Fox con distinguidos empresarios judàos encabezados por Ariel Sharon exige reflexià³n porque compromete a la máxima representacià³n del paàs con una tendencia militarista y sionista con poderosos recursos econà³micos. Si esto se relaciona con los aparentemente torpes procederes del canciller Jorge Castañeda respecto a Cuba, se descubre una tendencia globalizadora pendiente de quedar bien con los intereses yanquis. La reunià³n fue durante la visita rápida a Washington donde Fox declarà³ en una entrevista que no sà³lo es socio de Busch sino tambià©n su asesor. Esto a continuado en la conferencia del Secretario de Hacienda, Francisco Gil para explicar la reforma fiscal antipopular calificada demagà³gicamente de distributiva ante la presencia de barbados representantes judàos con sus caracteràsticos atavàos negros fundamentalistas.
Denunciar esto no es antijudào sino antisionista. Los judàos son un pueblo respetable no sà³lo por su fortaleza ante los sufrimientos histà³ricos intensos y su dercho a vivir en paz , sino por sus aportaciones a la humanidad con figuras como Marx, Engels y Trotsky, Einstein y Heisemberg, Maiacovsky y Rubinstein, Marcuse y Habermas, sino con apreciables mexicanos como los historiadores marxistas Enrique Semo y Boris Rosen. Ninguno de à©stos acompañà³ a Fox a cambio de personajes tan funestos como Enrique Krauze, socio de Televisa y promotor de una historia de Mà©xico donde los traidores resultan hà©roes. Por ejemplo, el dictador Porfirio Dàaz es ahora pacificador y modernizador ejemplar y Santa Ana el gran negociador que tuvo que entregar las dos terceras partes del territorio nacional a Estados Unidos. Los hà©roes populares revolucionarios desaparecen, algunos tan entrañables como los Niños Hà©roes que cayeron peleando contra el invasor yanqui, el niño Narciso Mendoza y El Pipila, combatientes de la primera revolucià³n de independencia de 1810 a 1821, resultan mitos desechables para à©sta reaccionaria visià³n.
Por lo visto, no todos los judàos son despreciables. Por ejemplo, Bat Shalom es una organizacià³n de mujeres judàas coordinadas con el palestino Centro para Mujeres de Jerusalà©n, en campaña por la paz digna en la disputada regià³n. Judàas y palestinas unidas contra la guerra injusta, visitan y testimonian los desastres y tienen claras las consecuencias: entre septiembre del 2000 y febrero del 2001 hay 370 palestinos muertos contra cinco civiles israelàes victimados por las fuerzas de seguridad palestinas; 19 israelàes ejecutados por civiles palestinos, ocho militares judàos muertos por militares palestinos, once por civiles palestinos. La desproporcià³n es obvia y se precisa con datos como el de que el 35% de los 370 palestinos muertos tenàan 18 años o menos, 44% participaban en manifestaciones masacradas y 89% eran civiles. A à©stos habàa que agregar los 12000 palestinos heridos y de ellos, los 1500 incapacitados de por vida . 87 mà©dicos y paramà©dicos palestinos han sido heridos. Estos datos de la organizacià³n Sabeel publicados por el diario La Jornada (lunes 7 de mayo 2001) revelan los resultados de la guerra formal e informal del Estado judào armado con misiles, tanques, bulldozers y fuerzas especiales de rápido desplazamiento contra un pueblo asediado en intifada, insurreccià³n popular concretada en movilizaciones que no logran detener las bombas, las balas y las máquinas que destruyen casas, calles, servicios con todo y sus habitantes palestinos.
Dicen los polità³logos ciegos y sordos, que el gobierno de Fox es pragmático y solo se interesa en acuerdos y pactos globalizadores. No es asà porque alienta una ideologàa de gobierno de hombres superiores por su identificacià³n de la globalizacià³n con la democracia. Para impones esto como relaciones internacionales se vale del ex izquierdista y escritor mediocre, hijo de un ex canciller reaccionario Jorge Castañeda con buenas relaciones yanquis y profundos rencores contra Cuba materializados en un libro contra el Che.
Este es el responsable de las relaciones exteriores del gobierno de Fox.
Sobre estas bases, las relaciones solidarias de Fox con los sionistas comprometen a Mà©xico con la atraccià³n de inversiones indeseables a cambio de ocultar las consecuencias genocidas de la intolerancia israelà contra el pueblo palestino. De aquà la urgencia de promover relaciones con las organizaciones judàas en lucha contra el sionismo y solidarias con el pueblo árabe agredido.
No sà³lo en beneficio del heroico pueblo de Palestina, sino de la soberanàa nacional y popular opuesta a los mercaderes dirigidos por su ley fundamental de la máxima ganancia y la máxima explotacià³n, es urgente oponer a la globalizacià³n infame, el internacionalismo necesario de los pueblos del mundo organizados por la construccià³n de un mundo armà³nico orientado por la tolerancia y el respeto mutuo.
