Declaracià³n del Campo Antiimperialista Italia
Defendámoslos todos!
Ayer por la mañana los medios dieron a conocer una corta noticia sobre nuevos arrestos ordenados por la Procuraduràa de Gà©nova. Según esta noticia, 23 compañeros del movimiento anti-globalizacià³n fueron detenidos acusados de “destruccià³n, saqueo, incendio, resistencia y violencia contra la autoridad pública; fabricacià³n y posesià³n de explosivos; fabricacià³n y posesià³n de armas impropias”. Estos hechos habràan ocurrido durante la manifestacià³n del Foro Social en Gà©nova y son relacionados en particular a los acontecimientos en Piazza Alimonda donde fue asesinado Carlo Giuliani.
La Procuraduràa de Gà©nova, a diferencia de la de Cosenza, no ha acusado a los compañeros por asociacià³n subversiva ilegal. Sin embargo consideramos que este caso es una ataque mucho mas peligroso porque se basa, según la acusacià³n, sobre filmados que “claramente prueban los cràmenes” de nuestros compañeros.
La mayoràa de los compañeros acusados son activistas de base del Sur de Italia que ignoraron la orden de retroceder dado por los “Desobedientes” y decidieron que es tiempo de responder a los ataques de la policàa.
Esta decisià³n era legàtima o no? Nosotros pensamos que sà, era legàtima. Consideramos la autodefensa, lo que Marcuse llamaba “contra-violencia”, un práctica justa. Pero sabemos que los medias ahora lanzarán una campaña de difamacià³n y criminalizacià³n en contra de nuestros compañeros por “violentos y criminales”.
Esperamos que el movimiento anti-globalizacià³n resista la presià³n normalizadora que pesa sobre el. Pero tenemos nuestras dudas. Los aliados del movimientos, los guerreros de la no-violencia y del pacifismo, se distanciarán de las “fuerzas violentas”y se unirán al juego de los que distinguen entre los “manifestantes buenos” y los “manifestantes malos”.
Poco antes de un posible ataque contra Irak, el movimiento, obligado por el enemigo a moverse sobre el campo de la represià³n, podràa llegar a “abjurar”, a disociarse de los “manifestantes malos”, a pedir disculpas a los carniceros de Bolzaneto y de la Escuela Dàaz y al gobierno de Berlusconi.
Que dirán Bertinotti, Agnoletto, Bersani y la direccià³n del Foro Social? Vamos a ver. Reconocemos positivamente la declaracià³n de Luca Casarini de los Desobedientes: “El derecho a la auto-defensa no sà³lo puede haber para los Carabinieri. Lo que sucedià³ a Gà©nova no puede ser reducido a un simple deseo nuestro a destruir. Defendernos contra los intentos de masacre por los cuerpos especiales de la policàa es un derecho, no un crimen. Llamamos a la movilizacià³n inmediata a liberar los detenidos.”
Vamos a ver si el movimiento es capaz de responder adecuadamente y masivamente, como sucedàa despuà©s de los arrestos ordenados por la Procuraduràa de Cosenza. Esperamos que si. Si nuestras dudas sin embargo se confirman en los prà³ximos dàas, el movimiento puede sufrir una seria divisià³n que influirá decisivamente sobre su futuro desarrollo.
La polarizacià³n entre los “radicales” y los “moderados” ante los ataques represivos del Estado nunca ha sido un hecho positivo. Sin embargo, seràa inútil lamentarlo: es natural que el mas fuerte (el Estado mismo) decide sobre el campo de batalla y las reglas del juego. Si esto lleva a la polarizacià³n, tenemos que reconocerla y darla un significado polàtico.
Partiendo de la necesidad de actuar unidos contra nuestro enemigo común (por ejemplo contra el ataque contra Irak planificado por los EE.UU.) no es nada malo si el movimiento se expresa en dos movimientos diferentes: uno con posiciones reformistas claras y coherentes; otro con objetivos antiimperialistas y anticapitalistas. No debemos sacrificar nuestros contenidos antiimperialistas sobre el altar de la unidad.
Desde la manifestacià³n de Gà©nova muchos trataron de minimizar las diferencias y evitar una clarificacià³n polàtica sobre la natura y los objetivos del movimiento. Pero existen diferencias y la ruptura de la unidad superficial controlada por los partidos reformistas es positiva!
Lo que considera a nuestros compañeros en la cárcel, tenemos que construir una campaña masiva, clara y honesta que explica que nuestros Estados no son neutrales y no son la expresià³n de los intereses populares. Son regàmenes imperialistas y militaristas que sirven a las clases dominantes.
La oposicià³n anticapitalista tiene el derecho legàtimo a la autodefensa contra las agresiones violentas de los poderes tiránicos. No podemos perdernos en la retà³rica de la no-violencia y de la resistencia civil Ghandiana. Si lo hacemos, dejaràamos a nuestros compañeros indefensos frente a los ataques de los que quieren que el movimiento “abjure” y “lamente”, aceptaràamos la normalizacià³n del movimiento y finalmente justificaràamos el sometimiento del antagonismo social.
Campo Antiimperialista, 5 de Diciembre 2002