Carta a “La Jornada” de Mario Rivera Ortiz
Mà©xico DF a 5 de diciembre de 2002.
Sra. Carmen Lira Sadde,
Directora General de La Jornada,
“Seccià³n Correo Ilustrado”,
Fax: 9183 0356 y 9183 0354
Muy estimada señora directora:
Escribimos sobre un tema que preocupa a todos:
El 8 de noviembre de 2002 el Consejo de Seguridad de la ONU aprobà³ la resolucià³n 1441 que dispone la reiniciacià³n de las inspecciones en suelo iraquà y exige al gobierno de Bagdad que antes del 8 de diciembre presente una lista detallada de los armamentos de destruccià³n en masa que supuestamente posee.
A partir de entonces y despuà©s de siete dàas de trabajo, el equipo plenipotenciario de la Unmovic nada de lo que busca ha encontrado en Iraq. El equipo sigue buscando y, al decir del gobierno de Bagdad, identificando y marcando los sitios que deben ser destruidos eventualmente por la flota aà©rea y los màsiles yanqui-británico-israelà.
El mundo, entretanto, está a la expectativa, temeroso de lo que pueda suceder en el Medio Oriente, porque si bien la resolucià³n 1441 logrà³ detener momentáneamente la agresià³n militar unilateral en gran escala contra Iraq, ello no garantiza que el Consejo de Seguridad y sus inspectores està©n trabajando ahora por una solucià³n pacàfica, justa y definitiva del conflicto. Existe la sospecha fundada de que sà³lo tratan de legitimar la guerra de conquista planeada y tambià©n, quizá, hacer un poco de tiempo para que los magnates de las grandes potencias lleguen a un acuerdo en torno al petrà³leo del Medio Oriente. La sospecha es legàtima porque están presentes en la memoria de hombres y mujeres de todo el mundo turbios antecedentes del Consejo de Seguridad y de la Secretaràa General de la ONU e incluso del propio equipo de inspectores. Si alguien cree que exageramos nada más recuerde la hipà³crita actuacià³n de tales instancias internacionales durante la invasià³n de Granada en 1983, la invasià³n de Panamá en diciembre de 1989, la Guerra del Golfo Pà©rsico en 1990, la agresià³n contra Yugoslavia en el año 2000 y la conquista de Afganistán en 2002. Tales instancias solaparon y brindaron apoyo “moral”, polàtico y militar a los agresores imperialistas y no sà³lo eso, sino que paralelamente derogaron, en la práctica, sus propias resoluciones anteriores, relativas al respeto de los derechos de autodeterminacià³n y soberanàa de las naciones, verbigracia: resolucià³n 2131 (XX) de 1961; resolucià³n 2734 (XXV) de 1970; resolucià³n 36/103 de 1981; resolucià³n 41/90 de 1986.
Entonces, lo más probable es que la actual inspeccià³n que comanda el Consejo de Seguridad y la Secretaràa General de la ONU sà³lo trate de justificar y facilitar la nueva cruzada colonial contra todo el mundo árabe y, de paso, humillar hasta lo indecible a un pueblo digno y admirable, como es el pueblo Iraquà. Gracias.
Mario Rivera Ortiz y Carlota Guzmán de la Garza