de Colectivo Al-Awda (Retorno). Madrid
Un grupo de cuarenta y cinco intelectuales judàos británicos ha anunciado ayer, a travà©s de una carta mandada al perià³dico The Guardian, su renuncia al derecho que todo judào tiene a la ciudadanàa israelà. El grupo incluye escritores, y representantes del mundo acadà©mico y artàstico. Entre los firmantes está Steven Rose, director del grupo de investigacià³n Brain and Behaviour cercano a la Open University, actualmente en lucha para conseguir la suspensià³n de las financiaciones de la Unià³n Europea a las universidades israelàes y la profesora Irene Bruegel, perteneciente a Jews for Justice for Palestinians, un grupo de judàos que defiende los derechos de los palestinos. Tambià©n el director teatral y productor cinematográfico Michael Kustow, el cantante Leon Rosselson y el escritor Mike Marqusee han suscrito el documento.
“Somos hebreos, nacidos y crecidos fuera de Israel y, en virtud de la “ley del retorno”, tenemos el derecho de conseguir la residencia y la ciudadanàa israelà. Deseamos renunciar a este “derecho” no solicitado por los siguientes motivos:
1 – Consideramos moralmente injusto que este derecho adquirido nos sea otorgado mientras a los que más necesitan este derecho al “retorno” son obligados a irse o permanecer aterrorizados y son de hecho excluidos.
2 – La polàtica de Israel respecto a los palestinos es bárbara, no deseamos identificarnos en ningún modo con lo que Israel está haciendo.
3- Estamos en desacuerdo con el principio de que la emigracià³n sionista a Israel representa una “solucià³n” por la diáspora hebrea, para el antisemitismo o el racismo – independientemente de que los judàos hayan sido vàctimas del racismo, no tienen derecho a transformar otros en vàctimas.
4 – Deseamos expresar nuestra solidaridad a todos los que están trabajando en Israel para que en el futuro Cisjordania y Gaza vuelvan a ser lugares donde las personas puedan vivir sin restriccià³n de naturaleza racial, cultural o à©tnica.
Esperamos con ansiedad el dàa en que todos los pueblos de la regià³n sean capaces de vivir en paz sobre la base de la no discriminacià³n y del respeto recàproco. Quizás algunos de nosotros querrán vivir allà, pero sà³lo si los derechos a los palestinos son respetados. A los que consideran Israel un “refugio seguro” para los judàos frente al antisemitismo, les decimos que no puede haber seguridad cuando se asume el papel de ocupante y opresor. Esperamos que el pueblo de Israel y sus làderes puedan comprenderlo lo antes posible.