Comunicado de las FARC-EP
1. El señor Presidente de la República, Ílvaro Uribe Và©lez, persiste obstinadamente en su arrogante posicià³n de negarse a nombrar su comisià³n negociadora de alto nivel encargada de definir con las FARC-EP, un acuerdo que posibilite la liberacià³n de las personas privadas de su libertad en poder de las dos partes:Estado y Guerrilla de las FARC-EP.
El nombramiento de la comisià³n exploratoria es un salto de liebre con orejas de conejo dado por el señor Uribe Và©lez, con la intencià³n de distraer la atencià³n de las personas interesadas en la firma del acuerdo, al tiempo que sigue sin responder las exigencias de las FARC.
2. La conocida intransigencia presidencial volvià³ a ser ratificada por el propio jefe de Estado, en ocasià³n de la reciente reunià³n protocolaria con los representantes del cuerpo diplomático acreditado en Colombia, al reiterar sus obsesivas elucubraciones dictatoriales de imponerle sus sueños y deseos a las FARC-EP, sin antes responder a las exigencias formuladas por el Estado Mayor Central de la organizacià³n guerrillera sobre ese objetivo, en carta dirigida al Encuentro Nacional de los Retenidos por Razones del Conflicto, en noviembre 4 de 2002, que dice: “Igualmente aprovechamos esta formidable ocasià³n para que ustedes conozcan detalles de nuestra propuesta:
a) Las eventuales entrevistas entre Voceros autorizados del Gobierno y de las FARC-EP para la búsqueda de acuerdos sobre Canje de prisioneros deben efectuarse en Colombia, en un lugar previamente convenido por las dos partes, Gobierno y FARC-EP.
b) Para efectuar las entrevistas conducentes al Canje, el Gobierno proporcionará garantàas suficientes para los Voceros guerrilleros encargados de construir y firmar el eventual acuerdo, para lo cual se requieren zonas desmilitarizadas.
c) En desarrollo del acuerdo sobre Canje, las FARC-EP están dispuestas a dejar en libertad todos los militares y policàas en su poder, los doce diputados del Valle del Cauca, los dos exministros de Estado, el Gobernador de Antioquia, el exgobernador del Meta, la excandidata presidencial Ingrid Betancourt.
d) En contra prestacià³n a la liberacià³n de sus prisioneros, exigimos del Estado y del Gobierno la liberacià³n de todas las guerrilleras y todos los guerrilleros privados de la libertad, actualmente en su poder.
e) Recibiremos del Gobierno los prisioneros guerrilleros en Colombia, en el mismo lugar donde haremos entrega de los suyos.
f) Se requiere conocer los nombres y apellidos de los Voceros Oficiales del Gobierno para el intercambio de prisioneros”.
3. Sin zona despejada es imposible lograr el encuentro de las dos comisiones Gobierno y FARC-EP. El inusitado incremento de las medidas represivas promulgadas al amparo de la Conmocià³n Interior, con la indiscriminada, diabà³lica y desesperada caceràa de brujas contra los opositores polàticos del Gobierno en toda Colombia, imposibilita que personas de nuestra entera confianza sirvan de puente y enlace entre los Voceros del Gobierno y de las FARC-EP, sin que sean detenidos o muertos a manos de integrantes de la fuerza pública.
4. No obstante, a la evidente ausencia de sensatez y repetidas falacias del Gobierno para responder con evasivas al permanente llamado de los familiares, personalidades y paàses amigos del Canje o Acuerdo Humanitario, que ponga fin al indefinido cautiverio de los prisioneros de guerra en poder de las dos partes, las FARC-EP vuelven a ratificar su voluntad polàtica de concertar un acuerdo que permita solucionar este problema de los colombianos, surgido estrictamente por motivos polàticos inherentes al conflicto polàtico, econà³mico, social y armado que vive Colombia.
5. Igualmente las FARC-EP, responsabilizan desde ahora ante los familiares, las comunidades internacional y nacionalal Presidente de la República y a sus fuerzas de seguridad por lo que pueda suceder con la integridad fàsica de los prisioneros de guerra, si prevalece en la Casta gobernante la pretensià³n de recuperar sus prisioneros por medio de la fuerza de las armas.
Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP
Montañas de Colombia, febrero 8 de 2003