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Por los derechos de los pueblos: No a la agresión imperialista

15. March 2003

Declaracià³n de Batasuna

Todo está ya preparado para la guerra. La Administracià³n Bush con el respaldo del Congreso de los EEUU ha tejido una táctica astuciosa con el objetivo de desbancar a los opositores y reacios a la intervencià³n militar. El ejecutivo de los EEUU pretende de esta manera, sin obstáculos importantes, erigirse como el único arquitecto del nuevo Orden Mundial. Sin embargo Georges Bush jr, debe de hacer frente a dos elementos novedosos, tanto en el interior de sus fronteras como fuera de ellas: por una parte un amplio movimiento anti-guerra . Un movimiento solidario con el pueblo irakà­ y todos los pueblos amenazados. Porque simplemente la lucha en favor de los derechos de los pueblos se está convirtiendo en una necesidad para toda esa parte de la humanidad que lucha contra el neoliberalismo y el imperialismo y piensa que todavà­a es posible otro mundo. Y por otra parte con la oposicià³n al plan de Bush de una parte importante del bloque imperialista. Alemanes y principalmente franceses, no comparten la visià³n hegemà³nica americana del mundo e intentan conseguir un papel importante y determinante en la reordenacià³n del Orden Mundial , algo no lo olvidemos disonante con el respeto de los derechos de los pueblos .

La voluntad altruista manifestada en repetidas ocasiones por Bush hijo, en el sentido de realizar una intervencià³n militar para luchar contra el terrorismo, rescatar al pueblo iraquà­ del dictador Hussein- financiado y armado en su dà­a por los propios EEUU en la guerra contra Iraq- e implantar la democracia en Irak, nos resulta familiar si retrocedemos unos meses en el tiempo y nos situamos en Afganistán, y resulta difà­cilmente comprensible si observamos rápidamente cúales han sido algunos datos de la polà­tica de los EEUU en Irak desde 1990. Durante estos doce años el rà©gimen de las sanciones impuestas por los diferentes gobiernos de los USA y los de sus aliados europeos han causado 1,6 millones de muertes en Irak, y miles de enfermos de cáncer debido a las “consecuencias colaterales” de los bombardeos con uranio empobrecido durante la Primera Guerra del Golfo. Cabe preguntarse en consecuencia que se esconde tras esa necesidad manifiesta del presidente de los EEUU de utilizar la fuerza contra Irak, y la respuesta se nos presenta meridianamente clara.

En este sentido y en un reciente artà­culo del Washington Post, aparecido el 11 de Septiembre del año pasado podà­amos leer lo siguiente: “Irak es simplemente la primera pieza del puzzle. Una vez derrocado Saddam los EEUU contaran con más apoyos para actuar contra Siria y Iran, dispondran de una mejor posicià³n para resolver el conflicto israelo-palestino, y no necesitaran tanto del petrà³leo saudà­. El objetivo no es únicamente un nuevo rà©gimen en Irak. El objetivo es un nuevo Oriente Medio”.

El hecho de que el perià³dico gringo hable de que Irak es sà³lo una ficha más nos lleva a deducir que la Administracià³n Bush ha lanzado una guerra global en consonancia con el sueño histà³rico americano de querer conjugar el control del precio y el suministro del petrà³leo con la consolidacià³n de su hegemonà­a polà­tica sobre todo en aquellas partes del Planeta que le han plantado cara y le son de máximo interà©s.

Mucho más que petrà³leo

El Vice-presidente del gobierno de los EEUU Dick Cheney aseguraba en mayo del 2001, “que la seguridad energà©tica debe de ser la prioridad de nuestra polà­tica extranjera y comercial, simplemente porquà© la demanda internacional de petrà³leo, cada vez más importante, ejercerá una presià³n muy fuerte sobre la disponibilidad global de este recurso”. Unas declaraciones importantes si tenemos en cuenta la situacià³n regresiva de la economà­a estadounidense y la dependencia actual de este paà­s de las importaciones de petrà³leo. Importaciones que hoy son del 50% y que en el 2020 pasaran a ser del 66% . E importantes igualmente si observamos que los EEUU importan petrà³leo principalmente de Arabia Saudà­- hasta hoy aliado estratà©gico en la zona- primer productor mundial, y en consecuencia, a la necesitan diversificar, là©ase controlar, los importadores.

La guerra contra Irak busca en consecuencia el control del petrà³leo en esta zona y para ello la Administracià³n Bush ha urdido un plan de guerra contra el estado persa marcando diferentes fases: la invasià³n del territorio y control de los campos petrolà­feros, el reforzamiento de las bases militares en Koweit, el derrocamiento de Sadam y por último la instauracià³n de un gobierno de confianza de los EEUU- se habla de un posible protectorado americano-. Pero sà³lo con el control del petrà³leo de la zona Washington poseerà­a un mágnifico modo de presià³n sobre el suministro del crudo a su grandes rivales econà³micos: Europa y Japà³n.

El control econà³mico y polà­tico de Irak por parte de la Administracià³n Bush , más allá de violar la propia legalidad internacional, con la imposicià³n de un rà©gimen gubernamental desencadenarà­a sobre todo, un proceso de cambios en funcià³n de los intereses estratà©gicos de los EEUU en todo Oriente Medio. Tras Irak vendrà­a Palestina y tras la destruccià³n del pueblo palestino, un nuevo diseño de Oriente Medio con una remodelacià³n de fronteras y el nacimiento de nuevos estados. Asistirà­amos pues, a un nuevo diseño del mapa de Oriente Medio, a la mundializacià³n yankee y a una nueva recolonizacià³n de esta zona.

La vieja Europa

Ahora bien, los EEUU se han encontrado en el camino con una piedra que no es de su agrado , la oposicià³n a sus planes de varios estados europeos, estados principalmente capitaneados por Alemania y Francia principalmente. Y frente a los cuales ya ha desatado su particular descalificacià³n y cruzada con algunos medias à³ por medio de maniobras como la carta publicada el pasado 27 de Enero, escasas horas despuà©s del último Consejo Europeo, por un grupo de ocho estados europeos y liderada por Londres y Madrid, en la que se consensuà³ una postura común en torno a la crisis y más que favorable a la intervencià³n militar defendida por Washington. Las divergencias existentes son bien interesantes porque ponen de manifiesto entre otras:

-La debilidad del proyecto polà­tico de Europa, Europa es incapaz de hablar con una sà³la voz en temas de máxima importancia para el conjunto de hombres y mujeres que viven en esta regià³n del Planeta.Los intereses econà³micos y geoestratà©gicos de cada estado vuelven a primar por encima de lo que deberà­a ser el interes comunitario.

-La falta de una polà­tica común exterior, lo que nos lleva a afirmar que Europa como interlocutor polà­tico y actor dentro del bloque capitalista no existe, existen por el contrario los estados-nacià³n europeos, con su ambiciones particulares y en consecuencia con su propia visià³n del orden mundial .

-El papel jugado por Francia mostrando su desacuerdo con la visià³n unilateral americana del mundo y su readecuacià³n en el contexto internacional. Algo a nuestro entender tan interesante como peligroso ya que nos conduce a poder afirmar que Francia esta situándose como actor imperialista en el mundo, y que está colocando sus capacidades militares, intelectuales, econà³micas y polà­ticas en la remodelacià³n exigida por la internacionalizacià³n del capital ya sea a escala regional y en lo concerniente al proceso de integracià³n econà³mica y polà­tica europea, como a escala mundial principalmente en Africa – no olvidemos Costa de Marfil, Argelia…- y en el Oriente Medio.

– El bochornoso seguidismo español, ingles e italiano del proyecto imperialista americano-

– La permanencia hoy por hoy del estado nacià³n, evidentemente con cambios, con soberanà­a compartida en esferas regionales, pero no nos hagamos ilusiones, con la supremacà­a de los derechos del estado/nacià³n frente a los derechos de los pueblos y sus personas. Por ello debemos de decirlo claramente. La oposicià³n de los estados europeos a la invasià³n militar americana no se realiza en clave de respeto a los derechos y a la soberanà­a del pueblo iraquà­.

Euskal Herria con iraquà­s, palestinos…….

Euskal Herria nunca ha tenido tradicià³n colonizadora, nunca hemos practicado ni el derecho de conquista, ni el genocidio, ni el exterminio sistemático, algo que practicaron los estados español y francà©s en sus respectivas colonias . Y es preciosamente dentro de esa là³gica que estos estados español y francà©s hoy se niegan a reconocer el derecho de autodeterminacià³n para nuestro pueblo y el gobierno español apoya la invasià³n contra Iraq

Es asà­ que desde Euskal Herria seguiremos luchando en favor de los derechos de todos los pueblos del Planeta, porque estamos convencidos de que no hay justicia sin soberanà­a y porque estamos persuadidos de que este es el mejor camino parar hacer frente a la uniformidad de pueblos, y culturas pero tambià©n de proyectos polà­ticos.

Y es asà­ tambià©n que nos solidarizamos igualmente con todos los excluidos, marginados, con todos aquellos hombres y mujeres que, abandonando sus paà­ses huyen del hambre y de la injusticia que genera este sistema neoliberal . El imperialismo ha declarado la guerra a un parte importante del planeta , a todos aquellos pueblos, y personas que no aceptan sus planes desvastadores. Por ello hoy más que nunca nos unimos con todos los hombres y mujeres que exigen el fin de la agresià³n contra los iraquà­s y palestinos y proponemos un marco de debate sobre los derechos de los pueblos frente al imperialismo en el encuentro que el Foro Social Continental Europeo realizará en Paris el prà³ximo mes de octubre.

odos contra el imperialismo. No pasaran!!!

14 de marzo del 2003
Joseba Alvarez y Koldo Gorostiaga
Parlamentarios independentistas vascos

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