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Yugoslavia – el paà­s del que ya no se habla

20. May 2003

de Michel Collon*

*escrito en Noviembre 2002

Dos años despuà©s, ¿dà³nde se encuentra Yugoslavia?

Se han disparado los precios, los despidos, los cánceres, los suicidios. Y rechazo del gobierno del FMI.

¿Por quà© ya no se nos habla para nada de Yugoslavia? Sin embargo, allà­ están ocurriendo cosas muy interesantes…

Con el nuevo rà©gimen, se han disparado el precio del pan, de la carne y de la electricidad. Tambià©n los suicidios. Igual que las huelgas. Pero los mineros de Kolubura, que habà­an ayudado a derrocar a Milosevic, ahora son acusados de “chantaje” por el primer ministro, Djindjic, cuyos à­ndices de popularidad han descendido a un 8%. Durante este tiempo, Kosovo, la razà³n alegada para los bombardeos, vive bajo el terror de las mafias y de la limpieza à©tnica de todas las nacionalidades a pesar (¿o a causa?) de la presencia de 40.000 soldados de la OTAN.

Bienvenido a Yugoslavia, convertida en neo-colonia y escaparate de la globalizacià³n. Una advertencia importante para todos los paà­ses que EEUU se dispone a “conquistar”. Y una experiencia interesante para quienes apoyaron la guerra de la OTAN en 1999. ¿No deberà­an preguntarse por quà© la mayorà­a de los serbios acaban de negarse a ir a votar?

En un año, el precio del pan ha pasado de 4 a 30 dinares. El kilo de carne de cerdo de 180 a 260 dinares (bajo Milosevic, estaba a 60). Las patatas, de 7 a 12; el azúcar, de 25 a 50; el litro de aceite de 36 a 70. Las diferencias son aún mayores respecto al periodo de Milosevic.

El metro cúbico de gas ha pasado de 3 a 11,20 dinares. 170.000 familias de Belgrado ya no pueden pagar la factura de la luz que acaba de duplicarse en cuatro meses a peticià³n del FMI, y se anuncian otras subidas. No tendrán, pues, calefaccià³n este invierno.

“Unos franceses nunca podrà­an vivir con tan poco”, me confiesa Dominique, de vuelta de Belgrado. “Mis viejos amigos, una pareja de intelectuales de Belgrado, compran o un plátano o un yogur, ya que no pueden pagar más. El cafà© ya no se vende en paquetes de medio kilo sino sà³lo en paquetes de cien gramos. Pero ya no lo toman, se ha convertido en un

lujo”. “Sà­, estamos bien, nos las arreglamos”, me dicen, pero han perdido diez kilos. Una comida consistà­a en una lata de sardinas para tres, algunas páprikas, pan…Y ya no se contabilizan los suicidios de ancianos que ya no se pueden comprar sus medicinas”.

Igualmente, Senka, ama de casa de Jagodina, nos dice con angustia: “¿Quà© puedo hacer cuando por las mañanas mi hijo me reclama leche y pan, y no tengo nada que darle?”. “A nadie le queda ya dinero para comprar”, explica su amiga francesa. “Mucha gente se ha quedado sin trabajo y no tiene ningún tipo de subsidio. Sobreviven gracias a que se las arreglan con intercambios del tipo “yo te arreglo el coche y tú me das tres kilos de patatas o aceite”. Casi todas las familias tienen familiares en el campo que les ayudan para poder comer; si no, ya no podrà­an aguantar”.

Los militantes del Partido del Trabajo, recientemente creado, acaban de hacer una pequeña encuesta a peticià³n nuestra: “en tres ciudades obreras medianas, el 85% de sus habitantes nos ha dicho que su nivel de vida habà­a bajado un 150%[i]”. 4.900 mujeres de Belgrado, enfermas de cáncer y sin medicinas.

La situacià³n sanitaria tambià©n es catastrà³fica. Los yugoslavos ya habà­an sufrido muchas privaciones impuestas desde 1991 por el embargo occidental. Y a continuacià³n, una grave contaminacià³n provocada cuando la OTAN bombardeà³ el complejo quà­mico de Pancevo, violando la legislacià³n de guerra.

Esta situacià³n no ha mejorado con la caà­da dramática del nivel de vida y, por consiguiente, de la alimentacià³n. Y como colofà³n, la privatizacià³n hace estragos: se ha acabado el acceso a las medicinas a bajo precio de las farmacias estatales; estos medicinas se han vuelto casi inencontrables. En cambio, hay que tener unos ingresos muy sà³lidos para poder pagarse las medicinas de las farmacias privadas. 30 cápsulas de un medicamento contra el cáncer cuestan 60 euros, casi el equivalente de la pensià³n mensual de un obrero.

Según el perià³dico Novosti, 4.900 mujeres de Belgrado están enfermas de cáncer, pero no tienen acceso a los medicamentos. Se observa además un fuerte aumento de los à­ndices de cáncer, particularmente de pulmà³n. El Ministerio de Sanidad ha reconocido el fenà³meno pero no se ha emprendido ningún estudio.

El problema sanitario corre el riesgo de adquirir un sesgo aún más dramático: una estadà­stica reciente constata un aumento de la mortalidad del 30% en tres años[ii], que afecta a todas las edades, jà³venes incluidos.

Cuando murià³ el padre de una amiga de Belgrado, su familia tuvo que “esperar durante semanas antes de enterrarlo, porque no encontrábamos sitio en los cementerios que se habà­an quedado pequeños”, nos confà­a con amargura.

¿En quà© se han convertido las promesas del año 2002?

¡Quà© contraste con las promesas electorales hechas en octubre de 2000 por los partidos pro-occidentales! De creerlos, la prosperidad esperaba a cada serbio, no habà­a más que volverse hacia occidente…

En aquel momento, bajo el tà­tulo “¿Mantendrán sus promesas Kostunica, Djindjic (*) y Washington?” escribimos:

“Una gran ilusià³n domina actualmente a la juventud yugoslava, porque es sobre todo ella la que más ilusiones alimenta respecto a las promesas de occidente. La gran ilusià³n es creer que, aceptando las voluntades de las multinacionales y de los dirigentes occidentales, la prosperidad vendrá a recompensar a la poblacià³n yugoslava. La cuestià³n decisiva sigue siendo cuánto valen las promesas de EEUU y de sus aliados. Tentados por las promesas de prosperidad hechas en 1989, paà­ses como Rusia, Bulgaria o Albania su pusieron de rodillas ante el capitalismo occidental. ¿Acaso sus pueblos viven hoy mejor?. Los hechos han respondido[iii]”.

Tambià©n en Belgrado, desde hace dos años los hechos han respondido. La globalizacià³n made in USA y made in Bruselas empobrece a los pueblos. Los denominados “inversores extranjeros” son los que han exigido y obtenido que se acabe con el control de los precios.

FMI: “Hay que despedir al menos a 800.000 trabajadores”

¿Se podrán recuperar el nivel de vida y la salud en los prà³ximos años? No es de esperar porque el paro va a llegar a cifras catastrà³ficas.: “Hay que despedir al menos a 800.000 trabajadores serbios de los servicios públicos y de as empresas estatales”, exige Arvo Cuddo, responsable del Banco Mundial, al tiempo que aconseja al gobierno que actúe progresivamente y prevea compensaciones para evitar “una situacià³n social explosiva[iv]”.

En el fondo, esto no es nuevo por parte del Banco Mundial. Ya en 1989 reclamaba que se declararan en quiebra 2.435 empresas yugoslavas y el despido masivo de trabajadores (dos de cada tres en Serbia). Estas exigencias de occidente empujaron a los dirigentes de las distintas repúblicas a una huida por delante de las promesas nacionalistas. Las primeras balas de la guerra las dispararon el Banco Mundial y el FMI.

Dos años despuà©s, gracias a las bombas de la OTAN, la privatizacià³n ha empezado efectivamente. Las cinco empresas públicas más importantes son el objetivo del gobierno Djijdjic, a pesar de que hay mucha resistencia. Por ejemplo, entre los 36.000 trabajadores de la empresa agro-alimentaria Karnex. En junio descubrieron que su caja social estaba vacà­a. Un trabajador que caiga enfermo ya no tiene derecho a subsidio alguno. ¿Dà³nde está el dinero?.

“Ni idea”, responde el gobierno, que se niega a ayudar a estos trabajadores y trata de hacerles aceptar la privatizacià³n.

“Ni hablar”, replican los obreros. Y deciden vender directamente sus productos a los supermercados y dejar de venderlos al gobierno que acapara el 50% de los beneficios. “Cuando hacemos las entregas, ustedes nos pagan tarde y fraccionadamente. Pero no necesitamos capitales extranjeros para salir adelante porque ya exportamos a 24 paà­ses. Prescindiremos de vosotros”.

La resistencia a las privatizaciones

Estos trabajadores tratan de preservar su sistema de autogestià³n. Esto se ve tambià©n en el à©xito de la iniciativa del nuevo sindicato (de la oposicià³n) Hacia el porvenir que ha propuesto a los obreros fundar su propia caja social, trabajando cuatro sábados al mes para alimentarla.

Los problemas son idà©nticos en los otros cuatro “grandes”: Zastava (coches), Smederevo (metalurgia), GOSA (construccià³n) y entre los metalúrgicos de Stardit 13. En esta empresa, 150.000 toneladas de acero producidas en tres meses fueron retiradas y entregadas, pero nunca pagadas por el gobierno, que incluso redujo a la mitad el salario de los obreros. La caja está, pues, vacà­a. En junio, el primer ministro Djindjic visita la fábrica y propone recuperar el dinero privatizándola. Se rechaza la maniobra y hay una huelga de 48 horas.

De hecho, las cinco mayores fábricas del paà­s siguen fieles a la autogestià³n y se niegan a ser privatizadas y vendidas a precio de saldo a las multinacionales extranjeras.. GOSA es codiciada por los intereses alemanes, mientras que Peugeot ha echado el ojo a Zastava. Poco antes, durante las elecciones, el gobierno volvià³ a tentar con bonitas promesas, despuà©s de haber despedido a la mitad de los treinta mil trabajadores,. Casualmente, la và­spera de las elecciones anuncià³ que un milagroso inversor de EEUU que prometà­a relanzar la produccià³n ¡hasta 220.000 coches al año!

Iba a retomar la fábrica. Muy hipotà©tico en un momento en que la industria automovilà­stica capitalista mundial está en condiciones de producir 70 millones de coches al año, pero sà³lo consigue vender 50 millones a causa de la crisis de superproduccià³n. ¿A quià©n se venderá si se despide y empobrece a los clientes potenciales?

Además, ante todas estas promesas electorales, la desconfianza ha sustituido a las ilusiones de antes: “el gobierno no se preocupa por el pueblo, sà³lo por su bolsillo”

¿La privatizacià³n sirve sobre todo para llenar estos bolsillos? Algunos ejemplos lo confirman. Habiendo vendido la mayorà­a de la infraestructura de telecomunicaciones, la red Mobil 063 ha caà­do en las manos de los hermanos Karic. Todo el mundo se pregunta de dà³nde han sacado todo el dinero necesario para instalar una red por toda Serbia. Y tambià©n los fondos para financiar la televisià³n BK, que ofrece los mejores programas del paà­s. Los hermanos Karic están muy prà³ximos a Djindjic. Respecto a la red 064, es el capital alemán el que está detrás de los compradores, mientras que un nuevo operador ha sido vendido a British Telecom..

¿Quià©n se ha enriquecido en Yugoslavia?

Si la mayorà­a de los yugoslavos se ha empobrecido considerablemente, entonces, ¿dà³nde ha ido ese dinero?.

“Quienes se han enriquecido son las mafias que están alrededor del primer ministro Djindjic”, denuncia Zarko resumiendo un sentimiento muy general.

¿Mafia? ¿Acusacià³n exagerada? En absoluto, nos escribe un francà©s a su vuelta de Belgrado. “Recientemente ha sido asesinado un empresario prà³ximo al partido de Djindjic. Habà­a obtenido la concesià³n de la explotacià³n de la autopista Belgrado-Horgos y, en principio, tenà­a que acabar la construccià³n…Si se acerca usted hasta ahà­ en coche, verá que la autopista está en el mismo estado en el que la dejà³… Milosevic. Se cree que este empresario ha sido asesinado para camuflar el desvà­o de fondos a la coalicià³n DOS”.

En el entorno del presidente Kostunica tambià©n se formula esta acusacià³n. A finales de agosto los ministros de su partido, el DSS, abandonaron el gobierno en señal de protesta por el asesinato de Momir Gavrilovic . Alto responsable de los servicios de seguridad, acababa de visitar a Kostunica para informarle de los và­nculos entre el primer ministro y el capo mafioso Stanko Subotic. Por el momento nadie ha sido arrestado ni culpado por ese crimen.

Tambià©n hay que indicar que la privatizacià³n de las principales empresas públicas se ha llevado a cabo beneficiando a algunos grupos bancarios, cuyos consejeros de administracià³n están dominados por miembros del partido gubernamental DOS…

El poder no se encuentra en Belgrado

Pero los amigos de Djindjic no son los únicos que se enriquecen. ¿Quià©n toma el relevo cuando à©l cierra los cuatro bancos principales serbios, liquidando diez mil empleos? La Socià©tà© Genà©rale francesa y el banco alemán Raiffeisen. En el sector cervecero el que se instala es el grupo belga Interbrew..

¿Quà© paà­s se lleva la parte mayor del pastel? Alemania, sin duda alguna. Algunos hablan ya de “la nueva invasià³n alemana”. En la enseñanza, las clases de alemán han destronado a las de inglà©s. Esta invasià³n alemana concierne a múltiples sectores. Una firma alemana es la que codicia las instalaciones de agua de Montenegro. Sociedades alemanas son las que han comprado la mayorà­a de los media serbios. Westdeutsche Allgemeine Zeitung ha tomado el control del cà©lebre perià³dico Politika, mientras que Grunner&Jahr se ha apropiado del perià³dico sensacionalista Blic.

De paso, una puntualizacià³n. Mientras que bajo Milosevic la oposicià³n pro-occidental, generosamente financiada por personas como el millonario norteamericano George Soros, controlaba la mayorà­a de las cabeceras de los perià³dicos, actualmente, todas las cabeceras son pro-occidentales. ¿Pluralismo?

Nada de esto es una sorpresa. Los acontecimientos actuales no son más que la aplicacià³n de un guià³n escrito hace varios años en Washington, Berlà­n y Bruselas. EEUU y la Unià³n Europea Quienes han tomado directamente las riendas de la vida econà³mica y social de Yugoslavia. Ellos ejercen su control absoluto và­a el “G-17 Plus”, un cà­rculo econà³mico financiado por occidente y formado por ex-responsables del FMI y del Banco Mundial.

El “G-17 Plus” es quien ha proporcionado todos los hombres clave del nuevo rà©gimen: el vice-primer ministro, Mirojslav Labus; el gobernador del Banco Nacional, Mladan Dinkic, y el ministro de finanzas, Bozidar Djelic. Son ellos quienes han preparado todas las leyes de liquidacià³n de las protecciones sociales y de desmantelamiento de los derechos de los trabajadores.

Son ellos, los hombres del FMI, quienes han desencadenado la privatizacià³n de las empresas autogestionadas por los trabajadores, la última herencia de Tito. 22 sociedades han sido vendidas a precio de saldo, 5 han sido privatizadas, 26 están en proceso de reestructuracià³n[v]. Se ha suprimido la prohibicià³n de despido para satisfacer a los inversores extranjeros.

Djelic ha sido quien ha bajado recientemente el impuesto de las sociedades del 20 al 14%. En un momento en que la poblacià³n no tiene con quà© vivir, se llena de regalos a los nuevos patrones, las multinacionales y los paà­ses ricos. Djelic ha anunciado que su gobierno “devolverá” inmediatamente 60 millones de euros al Banco Mundial, al Banco Europeo de Inversiones y al “Club de Parà­s”. ¡Occidente ha destruido Yugoslavia pero hace que se le “devuelva” el dinero!

Desilusiones, pero tambià©n resistencias….

Dos serbios de cada tres viven hoy por debajo del umbral de pobreza. Esta situacià³n provoca desilusiones, pero tambià©n resistencias.

¿Cà³mo se encuentran los serbios hoy? La respuesta es unánime: “Desilusionados, desencantados, descorazonados”, indica Dominique. “Se dan cuenta de que han sido estafados”, confà­a Stefan. Y Jelena: “se acusa a Milosevic, pero cuando à©l estaba en el poder,

se podà­a comer tres veces al dà­a. Y ahora…”

La muy baja participacià³n en las últimas elecciones confirma el hastà­o respecto los partidos: “Están todo podridos”. Djindjic, el nuevo primer ministro, ha visto como sus à­ndices de popularidad bajaban al 8%. Pero el Presidente Kostunica tambià©n se lleva su parte de reprimenda: “Promete mucho, pero no hace nada”, se indigna Branco que, sin embargo, lo habà­a votado, lleno de esperanzas. Incluso los jà³venes, que eran hostiles a Milosevic y esperaban probar el modo de vida occidental, están decepcionados.

El à­ndice de suicidios se ha disparado. El año pasado se registraron 900 en Belgrado. En Nis, una ciudad de 350.000 habitantes, la policà­a señala un suicidio cada cinco dà­as. En 2001, los serbios consumieron 41 millones de pastillas anti-estrà©s Bensedin, 63 millones de Bromazepam y 40 millones de Diazepam.

Hasta la muy occidental agencia Associated Press señala la catástrofe social: “Miles de taxistas y de campesinos paralizaron el tráfico de Belgrado y de una autopista hacia Bosnia en protesta por una nueva tasa (un mes de salario medio) que afecta a los taxistas, y para exigir precios más elevados para las frambuesas que el gobierno les compra[vi]”.

La consigna de las protestas “DOS-ta” (¡DOS-Basta!) expresa bien la total desilusià³n ante la DOS, llevada al poder por occidente en octubre de 2000.

La policà­a reprimià³ brutalmente varias manifestaciones este verano (policà­a a la que el nuevo rà©gimen ha renovado casi por completo). En junio, 40 personas resultaron heridas en una manifestacià³n de “pobres” ante del Parlamento de Belgrado.

Pero nada de esto pasa por los filtros de los media occidentales. Se mantiene a la opinià³n occidental en la ignorancia. Se cuidan mucho de explicarle el profundo desencanto de la poblacià³n yugoslava respecto a “los que hacen promesas”. Este desencanto es la causa de real de la crisis polà­tica en Serbia, del enfrentamiento Kostunica- Djindjic y del reciente impasse electoral. Pero, antes de llegar a ello, tambià©n hay que expresar las verdaderas razones que han llevado a EEUU y a Alemania a intervenir en los Balcanes. Y a establecer extrañas relaciones con la mafia y los terroristas locales.

La batalla por los “corredores” sale de la sombra

De hecho, el crimen mayor de Yugoslavia fue pretender conservar un sistema de inspiracià³n social e independiente de las multinacionales. Pero tambià©n fue un crimen “geográfico”: encontrarse en el centro de los “Corredores 8 y 10”. ¿Quà© es un corredor? Se trata de un conjunto de comunicaciones modernas: autopistas, ferrocarriles, puertos marà­timos y fluviales, oleoductos y gaseoductos. Su objetivo: llevar hacia Europa occidental las mercancà­as producidas en industrias deslocalizadas, pero tambià©n, y sobre todo, el petrà³leo y gas procedentes del Cáucaso y de Asia central.

Este gigantesco proyecto de la Unià³n Europea (90.000 millones de euros de inversiones previstas de aquà­ a 2015) tiene por objetivo asegurarse unas conexiones comerciales directas y baratas con industrias deslocalizables en los Balcanes, y sobre todo con el petrà³leo y gas procedentes del Cáucaso y del mar Caspio. Uno de los ejes estratà©gicos del futuro comercio mundial.

¿Por dà³nde pasará el Corredor? Dos trazados opuestos se oponen desde hace diez años, motivo de una rivalidad secreta aunque feroz entre Washington y Berlà­n. Esta rivalidad fue fundamental en el conflicto en Yugoslavia, que todas las grandes potencias querà­an controlar, como escribimos en nuestros libros El juego de la mentira y Monopoly[vii].

¿ Parece complicada y a veces incomprensible la polà­tica internacional? He aquà­ una regla muy simple para clarificarla: en cada regià³n del mundo en la que se encuentre una ruta de petrà³leo o de gas, siempre se constata que EEUU trata de instalar ahà­ sus bases militares, provocando o incitando para ello conflictos locales, de los que a continuacià³n se presentan como observadores o “bomberos”. Esta regla esencial explica la mayorà­a de las guerras

“incomprensibles”: Yugoslavia, Macedonia, Chechenia, Afganistán, las antiguas repúblicas sovià©ticas de Asia central…

En los Balcanes, la ruta alemana es Constanta (puerto rumano)-Belgrado-Hamburgo. Và­a el Danubio y grandes oleoductos por construir, y en paralelo, autopistas, ferrocarriles, puertos marà­timos y fluviales. La ruta rival, la de EEUU, es Bulgaria-Macedonia-Albania (Mediterráneo). Tres Estados que Washington hace lo imposible por controlar a costa de la Unià³n Europea.

Reconozcámoslo, nuestra teorà­a de los corredores como motor de la guerra contra Yugoslavia tenà­a algunos escà©pticos, a pesar de una discreta confesià³n del general Jackson que dirigà­a la OTAN en Macedonia, despuà©s en Kosovo en 1999: “Sin duda permaneceremos mucho tiempo para garantizar la seguridad de los corredores energà©ticos que atraviesan

este paà­s[viii]”.

Pero he aquà­ que ahora los corredores salen de la sombra. El pasado 10 de septiembre, los ministros de economà­a de Rumanà­a, Yugoslavia y Croacia firmaron la puesta en marcha del “Corredor 10”. Este oleoducto de 1.200 kilà³metros transportará diez millones de bruto al año, con la posibilidad de extenderse hacia Italia y el Mediterráneo.

¿Y las carreteras? Tambià©n ahà­ se enfrentan los trazados rivales. Belgrado acaba de decidir invertir en un complemento del Corredor 10: la conexià³n norte-sur con Grecia. Esta inversià³n se hace en detrimento de una relacià³n oeste-este con Bulgaria. La Agencia Europea para la Reconstruccià³n ha invertido 47 millones de euros en las carreteras y autopistas de Kosovo, complementarias del Corredor 10. En cambio, donde la Agencia Norteamericana para el Desarrollo Internacional ha invertido 30 millones de dà³lares[ix] es en la ruta rival al Corredor 10, Bulgaria-Macedonia- Albania.

Los yugoslavos pagarán caro por estas rutas, que tanto desean las multinacionales europeas. Es cierto: oficialmente, occidente “ayuda”. Asà­, el Banco Europeo para la Reconstruccià³n y el Desarrollo (BERD) y el Banco Europeo de Inversiones avanzarán el capital para la construccià³n del “Corredor 10”. Pero esta “ayuda” consiste, de hecho, en prà©stamos que permitirán encadenar al “asistido”, el cual pagará caro para reembolsarlos: el Estado yugoslavo tendrá que suprimir los gastos sociales y los empleos públicos.

¿Acaso la palabra “ayuda” es tambià©n sinà³nimo de chantaje? Un ejemplo que concierne a la vecina Macedonia:

El pasado junio, como Macedonia no se sometà­a lo suficientemente rápido a sus exigencias, el FMI rompià³ las negociaciones y suspendià³ toda las ayudas acordadas, y bloqueà³ incluso “proyectos que legalmente no se pueden parar”, indica el ministro macedonio de finanzas, Nikola Gruevski[x]. Los únicos proyectos que cuentan con el beneplácito del FMI son los que favorecen a los rebeldes albaneses de la UCK. “Ayuda” = chantaje.

Una vez más, nada de esto es casual. El guià³n no tiene nada de improvisado, como indica este comentario del sector “Business” de la agencia de prensa norteamericana UPI: “La construccià³n de infraestructuras en los Balcanes se ha caracterizado por el carácter polà­tico de las ayudas internacionales concedidas. La guerra de la OTAN en 1999 destruyà³ infraestructuras como la refinerà­a de petrà³leo de Novi Sad, la radio-televisià³n serbia, carreteras, puentes. No supuso una sorpresa ni un fenà³meno a corto plazo el que a continuacià³n las polà­ticas occidentales hayan sido impuestas en los planes de reconstruccià³n[xi]”.

Asà­ pues, tres años despuà©s se reconoce haber bombardeado objetivos no militares sino econà³micos. Y si esta confesià³n se traduce a un lenguaje menos hipà³crita: las bombas de la OTAN eran la primera etapa de la privatizacià³n-globalizacià³n.

Y, por lo tanto, los yugoslavos pagarán varias veces la misma factura:

1. En primer lugar, occidente destruyà³ sus riquezas.

2. Con ello les privà³ de sus empleos y medios de subsistencia.

3. Aún les hará pagar una “reconstruccià³n” que en realidad beneficia a las multinacionales occidentales.

La guerra y las bases militares: un buen negocio

Por lo tanto, lo que desde 1991 nos han ocultado cuidadosamente es que Yugoslavia era el objetivo no de una guerra de tintes humanitarios sino de una guerra cuyo objetivo era recolonizarla. Para anexionar su mercado al “gran mercado” de las multinacionales y para controlar sus rutas estratà©gicas. Y encima, para algunos dirigentes norteamericanos, muy ligados a las grandes multinacionales del armamento, esta guerra tambià©n ha sido una operacià³n “auto-servicio”.

En Kosovo, justo al lado de la ruta del petrà³leo, EEUU ha instalado una gigantesca base militar, Camp Bondsteel. Un puesto estratà©gico para intervenir en Oriente Medio, en el Cáucaso, e incluso, un dà­a, contra Moscú.

¿Quià©n ha construido esta enorme base, quià©n la suministra, quià©n se embolsa sus enorme beneficios? Brown &Root Services, una filial de la empresa norteamericana de servicios petrolà­feros Halliburton, el principal suministrador de bienes y servicios a la industria petrolà­fera. Un mercado enorme. A la cabeza de Halliburton encontramos a…Dick Cheney, actual vice-presidente de EEUU.

Brown&Root , que está especializada en suministros al ejà©rcito de EEUU, adquirià³ importancia en 1992 cuando Dick Cheney, entonces secretario de Defensa en el gobierno de Bush padre, le atribuyà³ su primer contrato de apoyo logà­stico a las operaciones exteriores del ejà©rcito norteamericano. Entre 1995 y 2000 Cheney abandonà³ la polà­tica y entrà³ en la Halliburton Corporation. La fortuna de esta empresa ha ascendido paralelamente al ascenso del militarismo en EEUU.

En 1992, Brown &Root construyà³ y se ocupà³ del mantenimiento de las bases del ejà©rcito norteamericano en Somalia. Allà­ se reembolsà³ 62 millones de dà³lares, cifra que duplicà³ en 1994: 133 millones de dà³lares gracias a las bases y apoyos logà­sticos suministrados para 18.000 hombres en Haità­. En 1999 la sociedad consigue un contrato de 180 millones de dà³lares para construir instalaciones militares en Hungrà­a, Croacia y Bosnia. Pero la que va a constituir la “perla de los contratos” es Camp Bondsteel, como explica Paul Stuart: “Brown &Root es quien proporciona todo en Camp Bondsteel: el suministro de 2.500 metros cúbicos de agua al dà­a, la electricidad necesaria para una ciudad de 25.000 habitantes, el servicio de lavanderà­a de 1.200 sacos de ropa, el servicio de 18.000 comidas al dà­a y el 95% de las conexiones aà©reas y ferroviarias, además del servicio contra incendios. Brown&Root es la primera empresa de Kosovo con 5.000 empleados kosovares albaneses y 15.000 venidos de otras partes[xii]”. David Capouya, su director, lo confirma:

“Nosotros hacemos ahà­ todo lo que no necesite llevar un fusil”. Efectivamente, la empresa de Houston proporciona todo, desde el desayuno hasta las piezas de recambio para los blindados. La guerra engorda directamente los ingresos de Sr. Cheney.

Y cada vez más: la ocupacià³n de Afganistán tambià©n proporcionà³ sustanciosos contratos a Brown&Root. Y en los Balcanes, la misma sociedad es la que ha efectuado los estudios preparatorios de la autopista griega Egnatia (prolongacià³n griega del Corredor 10), asà­ como los estudios para el antes mencionado oleoducto norteamericano Bulgaria-Macedonia-Albania. Realmente la administracià³n Bush practica el “auto-servicio” con una imprudencia sin precedentes.

¿Por quà© EEUU y Alemania han tenido que apoyarse en racistas y criminales?

Para tomar el control de las rutas estratà©gicas de los Balcanes, Washington y Berlà­n necesitaban apoyarse en fuerzas locales para evitar hacer la guerra demasiado directamente. ¿A quià©n han elegido y armado?

Para Croacia, el grupo racista en torno a Tudjman, el hombre que rescribià³ de forma revisionista la historia de la Segunda Guerra Mundial, un Le Pen croata que se alegraba de que “su mujer no sea ni judà­a ni serbia[xiii]”

Para Bosnia, el nacionalista islamista Izetbegovic. Para à©l, no habà­a “coexistencia posible entre la religià³n islámica y las instituciones sociales y polà­ticas no islámicas[xiv]”. Lo que no le impidià³, para mantener su poder y sus tráficos, disparar sobre los musulmanes de Bosnia, en Bihac y Sarajevo[xv]. Tambià©n este fanático fue recalificado urgentemente como “demà³crata” y “antirracista”. Pero hoy que los vientos han cambiado, se reconoce –muy discretamente- que Washington le habà­a enviado cantidad de muyaidines de la esfera de Ben Laden.

Para Kosovo, el instrumento fue la UCK, una organizacià³n separatista y racista que provocà³ la guerra (está escrito en sus propios documentos) para imponer una “Gran Albania” à©tnicamente pura[xvi].

En febrero de 1998 el enviado especial de EEUU en la regià³n, Robert Gelbard, declarà³ en tres ocasiones ante la prensa internacional: “No hay la menor duda de que la UCK representa un grupo terrorista”. Lo que confirmà³ el ministro de asuntos exteriores norteamericano: “Responsables de la UCK amenazaron con asesinar a campesinos e incendiar sus casas si no se unà­an a sus filas. La amenaza representada por la UCK adquiere tales proporciones que los habitantes de seis pueblos de la regià³n de Stimlje se preparan para huir”.

A pesar de todo eso, tres meses más tarde la OTAN se convertà­a en la fuerza aà©rea de esta UCK “terrorista”.

¿Moral por parte de EEUU que pretenden imponer la guerra en todas partes en nombre de la lucha contra el terrorismo?

Incluso hoy EEUU se esfuerza en utilizar a algunos terroristas islámicos, por ejemplo, en Chechenia.

El Kosovo otanizado: limpieza à©tnica, terror y mafia.

¿Cuáles son hoy las consecuencias de todos esto? Pues bien, como mostramos en nuestro documental. Los condenados de Kosovo[xvii] , esta regià³n es, todavà­a hoy, presa de la limpieza à©tnica, del terror y las mafias. Y la solucià³n de este conflicto à©tnico no está en absoluto cerca sino que, por el contrario, se ha alejado.

Una autà©ntica limpieza à©tnica ha expulsado de Kosovo a la mayorà­a de los no-albaneses: serbios, judà­os, gitanos, musulmanes, turcos, goran*, egipcios….Todas estas nacionalidades son expulsadas sistemáticamente por medio del terror: atentados con bomba, asesinatos, destruccià³n de sus casas, amenazas permanentes…230.000 personas han tenido que refugiarse en Serbia, Montenegro, Macedonia o en otros lugares. Los que se han quedado se encuentran bloqueados en pequeños enclaves-ghetto de los que sà³lo raramente pueden salir escoltados por las tropas dela OTAN.

¿Se acabà³ con esta “limpieza” en el periodo que siguià³ inmediatamente a la guerra? Algunos querrà­an hacerlo creer. Pero a raà­z de las revelaciones de nuestro documental, Los condenados de Kosovo, un periodista preguntà³ en Ginebra a Niurka Pineiro, portavoz de la Organizacià³n Internacional para la Migraciones, dependiente de NNUU. Y ella lo confirmà³: “Seguimos registrando intimidaciones y acosos cotidianos, asà­ como ataques de una violencia extrema, frecuentemente mortales, aunque menos numerosos[xviii]”.

Como vemos, algunos defensores de la OTAN prenden que las cosas se están arreglando, que hay menos asesinatos que al principio. Es cierto, pero, ¿por quà©? So pena de parecer cà­nico, hay que decir claramente que la razà³n es que como la mayorà­a de los miembros de las minorà­a nacionales han huido, ¡queda menos gente a quien matar!.

De hecho, la situacià³n no ha mejorado en absoluto, reconoce la misma portavoz de NNUU: “Las minorà­as siguen siendo vulnerables a los ataques (…) La libertad de movimientos sigue siendo el problema-clave, ya que repercute en las posibilidades que tiene de llevar una vida normal (…) Sin libertad de movimientos, el acceso a los servicios esenciales, al empleo y a las infraestructuras civiles (hospitales, enseñanza, etc.) sigue siendo extremadamente difà­cil y con frecuencia imposible[xix]”.

Resumamos: no hay desplazamientos, ni acceso a los servicios públicos, ni a la enseñanza, ni a los hospitales; no hay trabajo. Y además de eso, el terror cotidiano. El Kosovo otanizado sigue siendo una tierra sin ley, un infierno para todos aquellos, incluidos numerosos albaneses, que son el objetivo de la UCK. Aún el pasado 5 de noviembre el gobernador de NNUU en Kosovo, Michael Steiner, reconocià³ à©l tambià©n que “los miembros de las pequeñas

comunidades de Kosovo no habà­an vuelto aún a sus hogares y la mayorà­a de los que se habà­an quedado vivà­an en unas condiciones inaceptables[xx]”. ¿Acaso no se desmorona definitivamente el pretexto oficial de la intervencià³n de la OTAN?.

¿Por quà© no se habla de ello en los media occidentales ni entre cierta izquierda?

“En Kosovo, la OTAN ha hecho un matrimonio de conveniencia con la mafia”

Y tambià©n, ¿por quà© no se ha analizado nunca el carácter mafioso y criminal de los regà­menes instaurados por la OTAN. Sin embargo, se ha constatado claramente, de escuchar a James Bisset, ex -embajador canadiense en Yugoslavia:

“Kosovo sigue siendo una sociedad sin ley, completamente intolerante respecto a las minorà­as à©tnicas y uno de los lugares más peligrosos de la tierra[xxi]”.

¿Por quà© Kosovo sigue siendo una tierra sin ley? A causa de poderosos intereses econà³micos, explica el experto canadiense Chossudovsky: “Los barones de la droga de Kosovo, Albania y Macedonia se han convertido en las nuevas elites econà³micas, frecuentemente vinculadas a importantes intereses comerciales occidentales. Los ingresos financieros procedentes del tráfico de drogas y armas se han reciclado a otras actividades ilegales como las redes de prostitucià³n.

Altos responsables del rà©gimen del Presidente albanà©s Berisha han estado implicados en el tráfico de drogas y en el tráfico ilegal de armas con Kosovo. Tráficos que pudieron florecer impunemente a pesar de la presencia, desde 1993, de un importante contingente de tropas norteamericanas. En los últimos años, este tráfico de drogas ha permitido a la UCK poner en pie de guerra a treinta mil hombres en poco tiempo. La OTAN he hecho un matrimonio de conveniencia con la mafia[xxii]”. Los servicios de policà­a europeos lo confirman, especialmente la Agencia Criminal Federal de Alemania:

“Los albaneses son actualmente el grupo más importante para la difusià³n de la heroà­na en occidente”.

Se sabe que la droga, junto con el armamento y la publicidad, es uno de los tres sectores econà³micos más importantes de la sociedad capitalista actual.. Tambià©n se sabe que la CIA ha creado por todo el planeta tráficos o trueques “armas-droga-petrà³leo” y ello en complicidad con los peores grupos mafiosos. El romance con la UCK tiene muchos precedentes.

La mafia albanesa controla tambià©n el desvà­o de la ayuda internacional, que es reexportada, con la corrupcià³n que ello conlleva. En julio de 2002 investigadores de la Unià³n Europea “descubrieron cuatro millones y medio de euros en distintas cuentas bancarias de Gibraltar[xxiii]”. Este dinero habà­a sido desviado de la Agencia de la Energà­a de Kosovo. Asà­ pues, no es de extrañar que los apagones sigan siendo una pesadilla cotidiana.

¿Son todos estos fraudes un accidente, un fenà³meno secundario?¿O, por el contrario, una parte integrante del sistema que se ha instaurado? Un funcionario europeo responde oculto bajo el anonimato: “Durante los últimos tres años la comunidad internacional ha inyectado en Kosovo entre 15 y 18 millones de euros, pero aún no hemos establecido las infraestructuras de base[xxiv]”. No se trata de fraudes secundarios. La misma evasià³n masiva se ha producido en Bosnia en torno al clan del Presidente musulmán Izebetgevovic.

Territorios ocupados: una economà­a artificial y corrupta

La economà­a de los territorios bajo administracià³n neocolonial constituye una sistema completamente artificial. Los numerosos 4X4 de las ONGs internacionales, asà­ como las decenas de hoteles y de centros de servicios instalados a lo largo de las carreteras pueden dar una impresià³n diferente. Pero apenas ha habido reconstruccià³n en los enclaves-ghetto de las minorà­as y, como ya se ha dicho, el principal empresario de Kosovo sigue siendo la empresa norteamericana Brown &Root que administra la base militar de Camp Bondsteel.

De hecho, los dos protectorados occidentales de los Balcanes son los dos “paà­ses” que tiene el à­ndice de paro más alto de Europa: 57% en Kosovo y 60% en Bosnia.

¿Es todo esto un “inevitable transicià³n” o bien es un fenà³meno duradero? En realidad la ocupacià³n de los fragmentos de la antigua Yugoslavia transformados en protectorados ha resultado ser una catástrofe a largo plazo para las poblaciones locales. Lejos de despegar, esas economà­as están colonizadas.

Y moralmente pervertidas. Tambià©n en Bosnia la ocupacià³n militar norteamericana ha hecho surgir todo un sistema de tráficos, recientemente ilustrado por el escándalo DynCorp. Esta empresa, una de las principales suministradoras de servicios al ejà©rcito norteamericano, habà­a enviado a Bosnia 181 empleados y ejecutivos para el mantenimiento de los helicà³pteros Apache y Blackhawk. En enero, uno de estos empleados, Ben Johnston, denuncià³ las innobles prácticas de esclavitud sexual que reinaban en DynCorp: ” Desde que lleguà© aquà­ me hablaron de prostitucià³n, pero me ha llevado tiempo el comprender que compraban a estas chicas por 600-800 dà³lares. Les dije que se trataba sencillamente de esclavitud[xxv]”.

Algunas de estas chicas tenà­an entre 12 y 15 años. La denuncia de Johnston le costà³ el puesto, pero a pesar de todo acabà³ por provocar una investigacià³n. Sin embargo, en 1995 el ejà©rcito norteamericano tuvo la precaucià³n de imponer la impunidad para sus soldados y otro personal que, de hecho, escapan a las leyes de este paà­s. Finalmente, los culpables pudieron volver a EEUU sin ser perseguidos. Comentario indignado de Christine Dolan, fundadora de la Campaña Internacional Humanitaria contra la Explotacià³n Infantil :”He aquà­ que los empleados de los suministradores del ejà©rcito norteamericano se acuestan con la mafia y compran niños como objetos sexuales. ¡Vaya sorpresa oà­r que DynCorp ha podido mantener su contrato cuando EEUU pretende querer poner fin a la trata de seres humanos[xxvi]”.

De hecho, por todo el mundo las bases militares norteamericanas son autà©nticos centros de esclavitud sexual de mujeres, organizados con las mafias locales. Un documento del Alto Comisariado de NNUU para los Derechos Humanos explica que la Bosnia de despuà©s de la guerra se ha convertido en un punto importante del trafico de mujeres. Por supuesto, el documento no establece relaciones con la base militar de la OTAN en Tuzla, donde están estacionados miles de hombres. Pero, explica el jefe islámico Mrisada Suljic: “¿Pueden ustedes imaginar a 20.000 hombres jà³venes sin mujeres durante un año?”. Ya en 1995 el New York Times publicaba un titular elocuente: “Tuzla: llegan los norteamericanos. Tambià©n la droga, la prostitucià³n y el sida”.

El gobierno de Djindjic quiere que Serbia se adhiera a la OTAN a cualquier precio. ¿Serà­a diferente la suerte de las mujeres en Serbia a la de las mujeres en Bosnia se produjera esta adhesià³n?.

Porque el escándalo de DynCorp no es un escándalo aislado. Es un fenà³meno clásico. Al final de la Segunda Guerra Mundial, los soldados norteamericanos obligaron a prostituirse a 40.000 mujeres en Nápoles, esto es, casi una tercera parte de la poblacià³n femenina[xxvii]. Durante la guerra de Argelia, la violacià³n de mujeres argelinas por soldados franceses era utilizada como arma de guerra contra los combatientes de FLN y la poblacià³n civil, como se ha visto en un reciente documental basado en numerosos testimonios[xxviii]. Los media occidentales son muy proclives a dar lecciones sobre los crà­menes de guerra (reales o no) de las naciones “inferiores”.En cambio, son generalmente muy discretos sobre este hecho indiscutible: la llegada de ejà©rcitos de las grandes potencias es inseparable de la explotacià³n econà³mica y social de los pueblos ocupados, particularmente de las mujeres.

“Los albaneses mataron a todos los que quedaban”

¿Por quà© los jefes de la UCK no tienen ninguna intencià³n de buscar una solucià³n y un lenitivo para los problemas de Kosovo? Porque tratan de proteger sus intereses econà³micos mafiosos. Les son indispensables la inestabilidad y la ilegalidad.

A partir de ese momento, la proteccià³n acordada por occidente a la estrategia racista y terrorista de la UCK constituye una verdadera bomba de relojerà­a para los meses y años venideros, porque los jefes de la UCK continúan siendo igual de amenazantes. Por ejemplo, Ethem Ceku, ministro de medioambiente y primo de Agim Ceku, jefe de los TMK (“Cuerpos

de proteccià³n civil”, nuevo nombre de las milicias UCK integradas en el actual aparato de Estado). A principios de 2002 declarà³ públicamente:”Si es necesario, se rechazará por la fuerza de las armas a los serbios que traten de volver a Kosovo sin autorizacià³n”. Una amenaza tomada muy en serio por Everett Erlandson, policà­a retirado de Chicago que hoy trabaja para NNUU en Prà­stina: “Cuando los “internacionales” se fueron de Kosovo, los albaneses mataron a todos los que quedaban[xxix]”.

Pero, ¿tiene EEUU la intencià³n de abandonar Kosovo o, al menos, de mostrarse más severos con los terroristas?. La reciente “evasià³n” de Florim Ejupi demuestra que no.

Como evadirse sin problemas de una base militar norteamericana…

¿Quià©n es este Florim Ejupi? Un hombre que tiene las manos cubiertas de sangre…El 16 de febrero de 2001 unos terroristas albaneses hacà­an estallar a distancia una bomba al paso de un autobús serbio entre Nis y Gracanica. 11 muertos, 40, heridos. “Habà­a humo y sangre por todas partes”, cuenta la periodista Gorica Scepanovic, de 25 años, que sobrevivià³ al ataque del autobús, aunque sigue estando marcada por este terrible choque[xxx].

Por una vez, la investigacià³n ha dado algún resultado. “Aunque se nos acusà³ de lentitud, esta encuesta fue en realidad un ejemplo de buen trabajo policial”, declarà³ el británico Derek Chappel, portavoz de la policà­a de NNUU.

De hecho, se arrestà³ a cuatro personas, dos de ellos oficiales del “Cuerpo de Proteccià³n Civil de Kosovo” (ex-UCK). Pero sà³lo uno, Florim Ejupi, fue encarcelado. Y como la policà­a de la ONU temà­a que sus colegas trataran de librar a Ejupi por la fuerza, lo transfirià³ del Centro de Detencià³n de Prà­stina a la base norteamericana de Camp Bondsteel.

De leer la descripcià³n realizada por el experto militar canadiense Scott Taylor, parecà­a una buena idea.

“Situada en lo alto de una colina, esta impresionante instalacià³n -40 kilà³metros cuadrados- es una autà©ntica fortaleza.

Completamente rodeada por tres filas de alambre de espino, con perà­metros de proteccià³n muy anchos, torretas de observacià³n y focos por todas partes”[xxxi]. Pero, a pesar de todos estos obstáculos, Ejupi salià³ tranquilamente de Camp Bondsteel en mayo de 2002, antes incluso de ser juzgado. Reaccià³n indignada del mismo policà­a británico: “Los norteamericanos nos dijeron que le habà­an mandado un objeto metálico en una quiche de espinacas. Yo no invento nada”.

Hay motivos para indignarse. ¿Cà³mo un prisionero vestido de naranja fosforescente puede escaparse tranquilamente en medio de 5.000 soldados norteamericanos, a no ser que se le deje huir voluntariamente?.

La UCK: ¿metamorfosis repentina o engaño acerca de la mercancà­a?

¿Se trata de sospechas exageradas?¿Sà³lo los serbios y otras minorà­as nacionales de Kosovo acusan a los norteamericanos de proteger a criminales? No, el general Klaus Reinhardt, que hasta marzo de 2000 mandà³ las tropas de la OTAN en Kosovo, tambià©n se indigna: “Los norteamericanos confà­an demasiado en la lealtad de la UCK. Los terroristas albaneses detenidos por la KFOR fueron liberados demasiado rápidamente. Si la KFOR hubiera podido reaccionar antes contra los extremistas, la situacià³n en Macedonia no se habrà­a degradado tanto”.

Si se permite ahora criticar de esta manera a nuestros queridos aliados eso se debe al fuerte aumento de la rivalidad Washington-Berlà­n en los Balcanes y en el mundo. Con el fondo de la crisis econà³mica “global”.

Asà­ pues, el semanario alemán Der Spiegel -pero no la prensa norteamericana-es el que acaba de explicárnoslo: los dirigentes de la UCK no eran en absoluto lo que nos habà­an dicho. El pasado 21 de septiembre, Der Spiegel entrevistà³ a Bujar Bukoshi, ex-“primer ministro” de los kosovares albaneses en el exilio. “Despuà©s de la guerra las eliminaciones más crueles tuvieron lugar entre albaneses. Bajo el pretexto de que eran “colaboradores”, los dirigentes de la UCK liquidaron a sus adversarios polà­ticos”

Según lo indagado por Der Spiegel “un ex-comandante de la UCK enrolà³ a un criminal de guerra para asesinar a Ekrem Rexha, que tambià©n era ex -jefe de la UCK” Rexha estaba preparando un libro sobre los crà­menes de guerra cometidos en Kosovo, especialmente los de la UCK.

Los refugiados de Kosovo se han convertido en los palestinos de Europa

Desde luego, la gente se preguntará que por quà© no se nos habà­a dicho todo eso antes. ¿Los dirigentes de la UCK eran unos ángeles cuando la OTAN los utilizaba para abatir Yugoslavia?¿O bien ya eran unos “terroristas”, como habà­a indicado el enviado especial de NNUU en la regià³n?

Esto sà³lo se dice ahora porque Washington y Berlà­n se enfrentan cada vez más a causa de los corredores energà©ticos de los Balcanes y por otras muchas razones. Pero no se trata de una metamorfosis de la UCK. Simplemente, las grandes potencias ocultaron la naturaleza de este grupo porque tenà­an necesidad de sus servicios.

El drama de Kosovo se suma al descrà©dito de la OTAN y del gobierno serbio actual. No sà³lo no se hace nada por el regreso de los 230.000 refugiados serbios y de otras minorà­as de Kosovo, que se han convertido en los palestinos de Europa, sino que además los administradores occidentales que dirigen la misià³n de NNUU ponen todos sus esfuerzos en desmantelar…la única zona de Kosovo que permanece habitada por serbios, a saber, la parte norte de la ciudad de Kosovska Mitrovica. Sin embargo, el número de albaneses desplazados de esta zona es relativamente limitado: unos cinco mil campesinos. Muy poco comparado con los 230.000 expulsados de las otras nacionalidades. Pero su vuelta es la prioridad absoluta de la administracià³n de NNUU.

Algunos incluso reclaman una actitud aún más agresiva respecto a los serbios. Por ejemplo, el International Crisis Group, un grupo de presià³n prà³ximo a la CIA y financiado por el millonario norteamericano George Soros. Según este lobby, que comprende a Louse Arbour, ex -fiscal de La Haya, y Wesley Clark, que dirigià³ los bombardeos de la OTA en 1999: “La ONU y las tropas de la KFOR dirigidas por la OTAN deben establecer su autoridad sobre Mitrovica. El nuevo gobernador de Kosovo, Michael Steiner, ha anunciado nuevas detenciones de serbios[xxxii]”.

Kosovo: ¿”Gran Albania” y nuevo Israel?

En principio, Kosovo sigue formando parte de Yugoslavia según la resolucià³n de NNUU que puso fin a la guerra.

Pero tanto ahà­ como en otros lugares EEUU sà³lo acepta de las resoluciones que sirven a sus intereses. Numerosas publicaciones actuales de los media norteamericanos preparan a la opinià³n pública para una independencia de Kosovo. Una promesa hecha durante el “matrimonio” de EEUU con la UCK. Esta opcià³n de separacià³n pura y simple acaba de ser sugerida por una comisià³n supuestamente independiente compuesta por algunos “expertos”, entre otros, Robertson, secretario general de la OTAN.

Pero las potencias europeas no desean esta independencia. Saben que Washington trata de crear un Israel en los Balcanes, un Estado que les deba todo y que EEUU pueda utilizar como portaaviones.

Una vez dicho esto, ¿realmente EEUU tiene prisa por llegar efectivamente a esta independencia? Desde luego que no. La estrategia de la tensià³n le resulta útil. El mantenimiento de los conflictos -y, por lo tanto, de los sufrimientos- le sirve para justificar el mantenimiento de sus bases militares.

Este apoyo a la polà­tica del terror alienta los demás separatismos en las regiones vecinas. La UCK tambià©n codicia Montenegro y Macedonia. Pero quizá el objetivo del primer ataque será un territorio del sudeste de Serbia.

Apenas se habla de ello, pero quizá Sandzak sea una nueva Bosnia.

¿Y mañana Sandzak?

Un instituto pro-occidental especializado en temas balcánicos, el Internacional War and Peace Report, lo confirma: “Los serbios calculan que en torno a unos mil miembros de su comunidad han abandonado la ciudad de Novi Pazar en los últimos años. Casi cada dà­a aparecen nuevos carteles de “se vende” en las casas y tierras serbias. Se calcula que el à©xodo ha sido acelerado por el partido SDA, de mayorà­a musulmana, que ha revocado a los directores serbios de las compañà­as públicas y de las administraciones locales[xxxiii]”. El porcentaje serbio en la poblacià³n ha bajado del 22 al 17%. (NB: un à©xodo parecido, aunque más masivo se produjo en Kosovo durante los años 70 y 80).

En junio pasado el Consejo Nacional Bosnio de Sandzak, vinculado al partido musulmán SDA, declarà³: “No tenemos razones para integrarnos en Serbia o Montenegro, o en la comunidad internacional, porque Sandzak debe convertirse en una entidad territorial separada”.

¿Estallará a su vez Sandzak? Depende. Como en Bosnia y Kosovo, EEUU echará leña al fuego si necesita un nuevo conflicto para aumentar la presià³n sobre una Serbia rebelde. En ese juego cà­nico, los pueblos son peones a los que se manipula sobre un tablero de ajedrez.

En cualquier caso, el perià³dico serbio Vecernje Novosti da la alarma: “Pronto los paseos y cafà©s de Sandzak van a ser divididos y se todo se desarrollará aún más rápido que en Bosnia. Estallarán los primeros incidentes armados: asesinatos polà­ticos. Si las autoridades no hacen nada, Sandzak estallará de aquà­ a un año[xxxiv]”.

La crisis de confianza es la causa del conflicto Kostunica-Djindjic

¿Por quà© la mayorà­a de los serbios se han negado a ir a votar en las últimas elecciones presidenciales? ¿Por quà© se ha roto tan rápidamente y se deshace cada vez más la alianza Kostunica-Djindjic que triunfà³ sobre Milosevic en octubre de 2000?

“La gran mayorà­a de los serbios consideran que han sido estafados por EEUU”, explica Dragana. Se les habà­a hecho creer en las promesas de un futuro mejor si su paà­s se acercaban a occidente. Y ahora se han desengañado.

Descubren en su vida cotidiana que la mayorà­a de la poblacià³n va a vivir aún peor que antes, que las multinacionales occidentales sà³lo van a enriquecer a una minorà­a pequeña y, sobre todo, a ellas mismas.

Los yugoslavos constatan que despuà©s del ataque militar de la OTAN viene el econà³mico del FMI. Y que ambos forman parte de un mismo sistema global cuyo objetivo es imponer a todo el planeta la dominacià³n de las multinacionales.

Esa es la razà³n por la que la mayorà­a se ha negado a ir a votar. Y a estos abstencionistas descontentos se añade el 66% que votà³ a Kostunica. Porque para ellos, à©l simboliza, con o sin razà³n, la voluntad de mantener la independencia de su paà­s ante la OTAN y occidente.

Esa es la razà³n por la que Labus, el candidato del FMI, ha sufrido un estrepitoso fracaso a pesar de una masiva campaña mediática. Un afrenta total para el primer ministro Djindjic. Muchos temen que arrastre al paà­s a una serie de provocaciones y a una escalada de represià³n. Porque si finalmente Kostunica es elegido presidente, convocará nuevas elecciones legislativas y el desacreditado Djindjic tendrá problemas para salir del paso.

Una puntualizacià³n de paso a todos aquellos que elogiaron la nueva “democracia” instalada en Belgrado. ¿Quà© preveà­a la ley electoral serbia? Que un Presidente sà³lo podà­a ser elegido si la mayorà­a de los electores acudà­a a las urnas. Ahora bien, en octubre pasado sà³lo participà³ del 46%. ¿Cuál ha sido la reaccià³n de la Unià³n Europea?¿Se ha preguntado por quà© la poblacià³n rechazaba a sus polà­ticos? No, se ha limitado a exigir que se anule… la ley electoral y la norma del 50%. ¿Que el pueblo no les quiere?¡Cambien al pueblo!.

El SPS, el partido de Milosevic, no parece estar en condiciones de aprovecharse de esta crisis de la mayorà­a. A raà­z de las presiones y de los cantos de sirena de occidente, la mayorà­a de su actual direccià³n ha intentado un giro pro-occidental. Pero los electores lo han desaprobado, han castigado a los dos candidatos del SPS con unos resultados muy pobres y han preferido seguir el llamamiento de Milosevic a votar a Seselj, el único candidato anti-OTAN y anti-FMI.

No parece evidente que el SPS represente por el momento una alternativa creà­ble. Varios grupos comunistas a su izquierda se han unificado para crear el nuevo Partido del Trabajo (Radnicka Stranka Jugoslavije). Rápidamente amenazado por las autoridades, no por ello deja de lleva adelante un trabajo de organizacià³n y de sensibilizacià³n, especialmente en centros obreros como Kragujevac y Kraljevo. Es cierto que la dramática situacià³n del paà­s complica cualquier intento de organizacià³n autà³nomo, pero su análisis y programa empiezan a tener eco.

¿Por quà© este silencio de los intelectuales occidentales?

Aquà­, en occidente, deberà­a intrigar una cosa: el silencio de los media occidentales. Habà­an presentado como una bendicià³n el cambio de rà©gimen de octubre de 2000. La sustitucià³n de Milosevic por partidos pro-occidentales era la puerta abierta a un futuro más o menos radiante. Kostunica era el hombre presidencial, la OTAN iba a soluciona el problema de Kosovo…Este análisis fue promovido por intelectuales “mediatizados”.

Ahora bien, he aquà­ que apenas dos años despuà©s la mayorà­a de los serbios se niega pura y simplemente a desplazarse para las elecciones presidenciales y esto no suscita comentario alguno, ninguna explicacià³n, ningún análisis por parte de los media occidentales. ¿Amnesia?.

¿O bien negativa a debatir una posicià³n que en la práctica ha resultado falsa? La guerra contra Yugoslavia no era más que una de las muchas batallas de la guerra global lanzada por EEUU. Antes de Afganistán, Iraq y muchos otros. Frente a esta guerra global, ha llegado el momento de hacer el catastrà³fico balance de los que EEUU han hecho en los Balcanes.

Y de la parálisis engendrada por posiciones del tipo “Ni Bush, ni Sadam”, “Ni OTAN, ni Milosevic”, “Ni Sharon, ni Arafat”. Desde hace doce años esta posicià³n dominante en la izquierda intelectual europea condena a la pasividad al movimiento contra la guerra, porque pone en pie de igualdad al agresor y al agredido. Si ambos son igual de malos, no hay razà³n de hacer lo imposible por detener la agresià³n.

El “Ni, ni” es el cáncer del movimiento contra la guerra. Hay que acabar con à©l. Quien amenaza al mundo entero no es Sadam ni Milosevic, sino Bush. Quien condena cada dà­a a muerte a 35.000 niños no es Yugoslavia o Iraq, sino las multinacionales.

EEUU amenaza la paz por todo el mundo. Poniendo por delante los reproches, justos o no, a los Estados que se les resisten lo único que se hace es seguir el juego de la agresià³n. No son los gobiernos occidentales quienes deben decidir quià©n debe dirigir tal o cual paà­s del tercer mundo y bajo quà© intereses, sino los propios pueblos. Pero si se permite que Washington ocupe esas regiones, ya no será fácil ninguna lucha social o democrática, todo lo contrario. Las únicas que salen ganado son las multinacionales. (Và©ase nuestro texto de prà³xima aparicià³n La enfermedad del “Ni, ni”: cáncer del movimiento contra la guerra).

Que el sufrimiento y la cà³lera se transformen en fuerza

¿Por quà© hemos escrito este artà­culo? ¿Para analizar un problema del pasado del que ya no tiene solucià³n? No. Para advertir: EEUU se prepara para repetir en Iraq lo que ya cometieron en los Balcanes. A continuacià³n les llegará el turno a todos los paà­ses que se nieguen a ponerse de rodillas ante la globalizacià³n: Irán, Corea, Cuba, Venezuela, Congo, los palestinos, los colombianos y mucho otros…

¿Por quà© es importante seguir hablando de Yugoslavia y apoyar la lucha de este pueblo?. Por cinco razones:

1- La desinformacià³n servirá para “justificar” tambià©n las numerosas guerras venideras. Esa es la razà³n por la que es esencial exponer las mentiras mediáticas que justificaron la guerra de Yugoslavia. La agresià³n de la OTAN era una privatizacià³n por medio de las bombas. Hoy la poblacià³n pierde sus empleos, su poder adquisitivo, su salud. Ayudarles a desarrollar su resistencia forma parte de la lucha anti-globalizacià³n. Lo que esta poblacià³n ha sufrido será inflingido a todos los pueblos de los paà­ses que van a ser atacados muy pronto.

2- Todos tenemos el deber moral de apoyar el derecho al retorno de los centenares de miles de refugiados expulsado de sus hogares en Kosovo. Como el de los palestinos. En el momento en que la OTAN extiende sus garras sobre la Europa del este y los Balcanes, en el momento en el que 188 intelectuales eslovenos exigen un referà©ndum sobre la integracià³n de su paà­s en esta alianza militar subrayando que la idea “`unirse a la OTAN, es unirse al mundo´ es una peligrosa manipulacià³n de al opinià³n[xxxv]”, en ese momento es importante demostrar a todos el balance catastrà³fico de la OTAN en Kosovo y sus intenciones ocultas.

3- En Iraq, como en Yugoslavia, EEUU elabora planes para levantar a las nacionalidades y a las naciones unas contra otras. Eso llevará a una guerra civil prolongada o al caos. Despuà©s de tomar el control de Iraq, Bush se servirá de este paà­s como base para desestabilizar y despuà©s controlar Irán y Siria. Incluso Arabia Saudà­. Todos los grandes paà­ses petrolà­feros podrán ser divididos mini-Estados más fáciles de colonizar. Tanto Oriente Medio como el Cáucaso serán “balcanizados”: disgregados según la receta que ha servido contra Yugoslavia. Si se permite que vuelvan a hacer esto en Iraq, la relacià³n de fuerzas mundial se deteriorará. Cada vez que Washington consigue romper un Estado que se le resiste, se sitúa en una posicià³n más ventajosa para atacar al siguiente.

4- Para unir a los pueblos que se resisten a la globalizacià³n y a sus guerras es importante aislar completamente la estrategia de EEUU. Muchos árabes y musulmanes afirman tajantemente que la guerra contra Yugoslavia era una agresià³n exactamente igual que la guerra contra Iraq y los palestinos. EEUU, que masacra a los musulmanes en Palestina e Iraq, no es su amigo en Bosnia o Kosovo. Además, en esta regià³n los musulmanes tambià©n son và­ctimas de la limpieza à©tnica organizada por la UCK con al complicidad de Washington.

5- En Iraq, como en Yugoslavia, el ejà©rcito de EEUU volverá a bombardear fábricas contaminantes y volverá a utilizar la terribles armas de uranio. Y provocará de nuevo cánceres, leucemias y malformaciones monstruosas de los recià©n nacidos entre las poblaciones locales, y tambià©n entre los soldados occidentales que intervengan. Un reciente informe de NNUU (Institute for Energy and Environement Research) subraya que “tales actos provocaron en Yugoslavia graves efectos a largo plazo sobre el medio ambiente y la salud”, especialmente por medio de la liberacià³n masiva de PCB y de mercurio[xxxvi]. El informe advierte explà­citamente de la repeticià³n en Iraq de semejantes violaciones de los acuerdos internacionales.

No olvidemos Yugoslavia, no olvidemos a quienes ahà­ resisten al FMI y a la OTAN. Lo que ellos están soportando es un aviso para todos los paà­ses que EEUU se dispone a “conquistar”. Que sus sufrimientos y cà³lera se transformen en fuerza para impedir las agresiones ya programadas.

(*) Djindjic – fue asesinado el 12 de marzo de 2003.

[i] Comunicacià³n personal, 13 de septiembre de 2002.
[ii] Estadà­sticas de abril-mayo-junio de 2002.
[iii] Michel Collon, Journal de Belgrade [Diario de Belgrado]1-12 octubre 2000.
[iv] Tanjug (Belgrado), 24 de enero de 2002.
[v] Tony Robston y Paul Bond, WSWS, 23 de septiembre de 2002.
[vi] AP, 31 de mayo de 2002.
[vii] Michel Collon, El juego de la mentira, Hiru; Michel Collon, Monopoly, Hiru.
[viii] Monopolà½.
[ix] Balkan Infrastructu,re, UPI Business Correspondent,11 de septiembre de 2002
[x] Idem.
[xi] Idem.
[xii] Balkans-Infos, junio de 2002.
[xiii] Michel Collon, El juego de la mentira, capà­tulo 14.
[xiv] Idem, capà­tulo 15.
[xv] Idem, capà­tulos 1 y 9.
[xvi] Michel Collon, Monopoly, Hiru; mapa de la “Gran Albania”.
[xvii] Michel Collon y Vanesa Stojilkovic, Los condenados de Kosovo, và­deo de 78 minutos de duracià³n [distribucià³n en España http://nodo50.org/haydeesantamaria ]* Los goran son eslavos del sur de Kosovo que a principios del s. XIX se convirtieron al Islam debido a la ocupacià³n turca [N. de la t.][xviii] Correo electrà³nico de Robert James Parsons (Ginebra), octubre de 2002.
[xix] Idem.
[xx] Direccià³n electrà³nica oficial de la MINUK (www.un.org),5 de noviembre de 2002.
[xxi] Ottawa Citizen, 22 de junio de 2002.
[xxii] Citado en el documental Los condenados de Kosovo.
[xxiii] Página web de la UE, 17 de julio de 2002.
[xxiv] Ottawa Citizen, 22 de junio de 2002.
[xxv] Kelly Patricia Omeara, DynCorp Disgrace, 14 de enero de 2002,
http://insightmag.com/main.cfm/include/detail/stoyid/163052.htlm
[xxvi] Idem.
[xxvii] La violacià³n estadounidense en Italia, Obrero revolucionario, 19 de junio de 1994.
[xxviii] Patrck Rotman, L´Ennemi intime, France 3, 4-6 de marzo de 2002.
[xxix] Scott Taylor, Ottawa Citizen, 22 de junio de 2002.
[xxx] Idem.
[xxxi] Idem.
[xxxii] Idem.
[xxxiii] IWPR´Balkan Crisis Report, n° 353, 26 de julio de 2002.
[xxxiv] Vecernje Novosti, 29 de septiembre de 2002.
[xxxv] RIA Novosti, 19 de noviembre de 2002.
[xxxvi] Edith Lederer, AP, 5 de noviembre de 2002

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