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Mil poemas contra la guerra

26. July 2003

Poetas Antiimperialistas de Amà©rica

Nuestro objetivo es reunir mil poemas o mil autores, es decir, un poema por autor. Despuà©s de lograr nuestro propà³sito, veremos la formula para imprimir una antologà­a de obras selectas, en nuestra coleccià³n de libros impresos y gráficos-digitales.(Usted sà³lo podrá agregar un poema de la guerra).

Poetas Antiimperialistas

Adrián Pino Varà³n
Diálogo despuà©s de la batalla

Regreso despuà©s de batallar en los campos
con aquellos hombres que sà³lo conocà­ por el santo y seña
por sus rostros polvorientos tras cada jornada
que se abreviaban cuidándose la espalda
para evitar ser blanco de los fragores diarios
Cada hombre compartà­a su propio ángel de la guarda
porque no era fácil cruzar los bosques sin dejar rastro
sin que el aire quedara manchado por nuestros hedores
sin que los rà­os presenciaran nuestro ritmo marcial
No habà­a tiempo de seguir los cocuyos
que trazaban bajo los cielos nocturnos figuras de infancia
porque el tic tac de la luna
nos anunciaba constantemente la vigilia
y nadie era dueño de su palabra o de sus actos
si acaso de atisbos de sonrisas como piedras desmoronadas
Regreso sin sentirme victorioso o derrotado
sin saber si en verdad alguien tenà­a la razà³n
y si mi contienda fue por esta tierra
o del lado del enemigo
que ahora enseña ! como yo las heridas en su cuerpo.

23 Julio 2003 – Colombia

Simeà³n Barroso
Muertos

“los muertos… pues los muertos
a recordarlos”
(Joxemari Ostolaza)

Corren tan cortos los dà­as tan yertos,
este invierno, el dà­a apresurado
me alarga la noche de costado
sosteniendo los gritos de los muertos.

Tan tumbado, tan quieto, tan helado,
mas allá de esquemas familiares
aplastando jerarquà­as tutelares
yo respiro animal abandonado.

Y busco ansiosamente la manada
en postura de lobo solitario
y aspiro un sueño legendario
ahogado en libertad encadenada

con aullido afilado en esta feria
y dientes embotados de fiereza
de tanto pelear por la grandeza
sin haber superado la miseria.

Mas allá de familiares pudores
rehago lentamente la postura
yo quiero intercambiar temperatura
mezclar con otras pieles mis sudores.

Ay
Quà© duros se comen los muertos tan yertos

Asà­, desvivo un poco por los otros
intercambiando vida en la manada
Ningún muerto se ha! muerto para nada
si su vida fue tambià©n para nosotros

Y si ahoyamos sus tumbas con las manos
buscando los huesos de la historia
que sea para traer a la memoria
el pan que con su polvo fabricamos.

Resisten tan hondo los pueblos cautivos
el largo camino resulta tan cierto
que grito muy alto palabras de muerto
Yo ahora quiero la vida de los vivos

Corren tan cortos los dias tan yertos,
este invierno, el dia apresurado
me alarga la noche de costado
sosteniendo el recuerdo de los muertos.

Yo recuerdo la vida de mis muertos.

2 Julio 2003 – España

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