Resolucià³n del Campo Antiimperialista
Despuà©s de una dà©cada de genocidio contra el pueblo iraquà respaldado por la ONU, los militaristas angloamericanos han ocupado el Irak violando el mas elemental derechos a la autodeterminacià³n nacional y el derechos internacional. Su ataque fue llevado a cabo no solamente contra la abrumante mayoràa de la poblacià³n mundial y de las naciones del mundo, sino incluso contra algunos de sus aliados tradicionales.
Era obvio para todos que sus legitimaciones para esta agresià³n se apoyaban sà³lo en falsificaciones baratas que ni se esforzaron a cubrir. Mientras que Israel y los EE.UU. mantienen un arsenal gigante de armas de destruccià³n masiva – que, como demostraron en Hiroshima y Nagasaki, están dispuestos a usar – el Irak era prácticamente desarmado.
En efecto los EE.UU. apenas trataban de cubrir sus verdaderas intenciones, la construccià³n de un imperio yanqui, sino por lo contrario dieron una muestra brutal a todos de su aspiracià³n a la dominacià³n exclusiva del mundo poniendo en marcha sus aplastante poderào militar.
Los EE.UU. afirmaron de haber liberado el Irak de una “dictador brutal” y de hecho estaban convencidos que el pueblo iraquà los saludara como sus libertadores. En realidad su liberacià³n consistàa en imponer una dictadura militar colonialista y en condenar al pueblo iraquà a la miseria mas cruel peor que en tiempos del embargo mas destructivo que jamás fue impuesto contra una nacià³n: no hay agua, electricidad, escuelas, trabajo ni orden público. Esto es la democracia yanqui.
El 1° de Mayo George W. Bus declarà³ el fin de la guerra. Pero la guerra verdadera apenas ha comenzado en forma de la resistencia popular por la liberacià³n del Irak. Desde el primer dàa de la ocupacià³n el pueblo iraquà ha salido a las calles para protestar, y el movimiento guerrillero que cada dàa crece, ya ha costado mas vidas a los mercenarios yanquis que durante la invasià³n misma.
El movimiento de resistencia iraquà no sà³lo ha declarado objetivo legàtimo de sus ataques al aparato militar yanqui, sino tambià©n a sus colaboradores. Con toda la razà³n, porque es una tarea fundamental luchar con todas las formas contra los intentos de estabilizar el Consejo de Transicià³n, el núcleo de un futuro gobierno tàtere de los yanquis.
Las resoluciones 1483 y 1500 de la ONU legitiman la ocupacià³n estadounidense y declaran el derecho de los ocupadores a imponer una gobierno vasallo. Estas resoluciones no sà³lo marcan el fin de la oposicià³n diplomática de Europa contra la aspiracià³n de los EE.UU. a fundamentar su imperio, sino demuestran la colaboracià³n de la UE en este proyecto que en ningún momento, a pesar de las vacilaciones en este caso, estaba en disputa. La resistencia iraquà por lo tanto, junto a los movimientos antiimperialistas en lucha en todo el mundo, es la única fuerza que puede impedir estos planes. Por esto es legitimo atacar tambià©n a la ONU como instrumento de los ocupadores angloamericanos.
La resistencia tiene el apoyo de la gran mayoràa del pueblo iraquà, mas allá de sus creencias religiosas. Esto se refleja en que ninguna de las organizaciones, ni siquiera los que forman parte del Consejo de Transicià³n colonialista, se han atrevido a declarar abiertamente su apoyo a la ocupacià³n. La guerrilla crece dàa a dàa y se mueve como el pez en el agua. Al mismo tiempo el movimiento de resistencia que se nutre de las diversas convicciones polàticas, religiosas y culturales, se propone a unirse en una “Frente de Resistencia y liberacià³n Nacional” opuesto al Consejo de Transicià³n yanqui.
Es la tarea del movimiento democrático y antiimperialista internacional dar pleno apoyo a la resistencia iraquà. La lucha de liberacià³n en Irak hoy dàa no es sà³lo de primer importancia para el mundo árabe y el Medio Oriente, sino por todos los movimientos, pueblos y naciones del mundo que lucha contra el Orden Mundial yanqui. De hecho la lucha del Irak es una lucha contra la construccià³n de un verdadero Imperio Yanqui.
La agresià³n contra Irak tambià©n ha sido un ataque contra el pueblo palestino. No es por casualidad que la llamada “Hoja de Ruta”, que propone la creacià³n de unos bantustans palestinos bajo control sionista y la destruccià³n de los palestinos como nacià³n, fue impuesto al pueblo palestino justamente en el momento de la guerra angloamericana en curso. La lucha contra la ocupacià³n estadounidense del Irak y la lucha contra la ocupacià³n sionista de Palestino por lo tanto son àntimamente ligados.
Las fuerzas antiimperialistas de diferentes partes del mundo reunidos en el Campo Antiimperialista de Asàs llamamos a una campaña de apoyo a la resistencia iraquà que no sà³lo declara su solidaridad polàtica con la resistencia sino tambià©n trata de brindarla el necesario apoyo material para su infraestructura. Al mismo tiempo preparamos una delegacià³n internacional de solidaridad a Irak en apoyo de la resistencia y de las fuerzas democráticas y antiimperialistas. El Campo Antiimperialista tambià©n llama a apoyar la manifestacià³n del 6 de Diciembre en Roma “en apoyo del pueblo iraquà que resiste”.
Por el derechos a la autodeterminacià³n y la resistencia contra el imperialismo!
Apoyemos la resistencia contra la ocupacià³n de Irak y Palestina!
Abajo el Orden Mundial yanqui y sus guerras preventivas!