Por Hisham Bustani, Jordania
“Es esencial en este momento particular en que nos encontramos adoptar una posicià³n directa en contra del imperialismo y especialmente de Israel. Desde una perspectiva internacionalista, no hay más alternativa que resistir al imperialismo; una resistencia en la que la verdadera solidaridad polàtica y activa se exprese como entrega más que como distribucià³n de simpatàa humanitaria.”
El movimiento antiglobalizacià³n se ha convertido en un referente popular desde los años en que cayeron la Unià³n Sovià©tica y los paàses del bloque socialista. Junto a tal caàda, tambià©n se produjo la caàda del falso modelo capitalista del “Estado del bienestar” pseudo democrático y pseudo liberal.
Desde entonces, el capitalismo ha acelerado tremendamente su modelo de agresià³n y ha pasado a mostrar, como cada uno de nosotros y nosotras sabemos y experimentamos cotidianamente, que su único medio para conseguir sus objetivos dirigidos a obtener beneficios para los elegidos es aplastar mediante la fuerza absoluta no solo a la resistencia materializada y organizada de los pueblos sino tambià©n las esperanzas y aspiraciones de cambio para hacer de à©ste un mundo mejor. Las nuevas doctrinas de “Guerra Preventiva” y “Guerra Permanente [contra el terrorismo]”, junto al intervencionismo cultural del imperialismo tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 sobre el Pentágono y el World Trade Center son ejemplos menores de lo que subyace en ellas.
Israel y el centro capitalista
Entre los “puntos calientes” del mundo, destaca la Nacià³n Írabe y su ilustrativa lucha contra el imperialismo. El imperialismo no solo ha confiscado parte de su territorio para crear en el corazà³n de la tierra de la civilizacià³n y del petrà³leo una base como frente -y con funciones múltiples- llamada Israel, sino que ha ido más allá hasta ocupar Iraq, estableciendo la era del neocolonialismo tras el affair de Afganistán.
En la actualidad, EEUU discute con sus socios lo que Powell describià³ anteriormente (antes de la ocupacià³n de Iraq) como el “reordenamiento de la regià³n” para satisfacer los intereses estadounidenses. En la sesià³n extraordinaria del Foro Econà³mico Mundial (la denominada “Cumbre de la Reconciliacià³n Global”, del 21 a 23 de junio pasado) celebrada en el Mar Muerto, en Jordania [2], y en la que participà³ Paul Bremer [3], la tesis de Bush sobre la transformacià³n del Oriente árabe en una “Zona de libre comercio entre EEUU y Oriente Medio” comprende como sus catalizadores a las multinacionales, al imperialismo y a los Estados sumisos encuadrados en el Foro de Davos [4].
Ni que decir tiene que en esta nueva fà³rmula la entidad sionista servirá al “centro capitalista” tanto para ser un punto neurálgico en la regià³n para la acumulacià³n de inversiones multinacionales y sionistas, como para convertirse en una salida al mercado y una explotacià³n de mano de obra para los bloques sociales árabes.
Ya -valga como ejemplo- Delta Galil, uno de las más grandes contratistas textiles de Israel, está fabricando marcas como Gap, Victoria`s Secret, Boss, Ralph Lauren, entre otras [5], mediante la explotacià³n de trabajadoras jordanas por [un salario de] 80 dinares jordanos (equivalentes a 112 dà³lares) al mes. Esos productos se fabrican en las Zonas Industriales Cualificadas [6], que son zonas especiales libres desde las que una empresa puede exportar libre de aduanas y de impuestos [productos] al mercado de EEUU bajo una condicià³n: un mànimo entre el 8% y el 20% de las materias primas tiene que ser de origen israelà [7].
Esta es la clave para la regià³n árabe, que se convertirá en el principal modelo de los mecanismos de la globalizacià³n tras Argentina, especialmente si EEUU y Israel consiguen reabrir el gasoducto Kirkuk-Haifa [8].
Resistencia al imperialismo y al sionismo
Es esencial en este momento particular en que nos encontramos adoptar una posicià³n directa en contra del imperialismo y especialmente de Israel. Desde una perspectiva internacionalista, no hay más alternativa que resistir al imperialismo; una resistencia en la que la verdadera solidaridad polàtica y activa se exprese como entrega más que como distribucià³n de simpatàa humanitaria.
Igualmente es importante formular una posicià³n respecto al proyecto imperialista y sionista para la regià³n árabe. Se debe apoyar la resistencia para eliminar la ocupacià³n en Iraq mediante todos los medios; y ello vale igualmente para la lucha contra Israel hasta [que se alcance] la derrota del proyecto sionista y la eliminacià³n de la entidad sionista para el establecimiento de una Palestina árabe libre, primer paso hacia la unificacià³n de la nacià³n árabe y de su transformacià³n al desarrollo independiente y al socialismo. No hay más solucià³n que esta para las cuestiones árabes.
Nuestros compañeros y compañeras internacionales deben entender que las soluciones a medias fortalecerán las estructuras imperialistas y sionistas y sus mecanismos. La solucià³n de “dos Estados”, o la del “Estado binacional” e incluso la del “Estado democrático” sin su dimensià³n árabe [9] no resolverá la contradiccià³n entre los pueblo árabes y el proyecto sionista en la regià³n de Oriente Medio.
Otra cuestià³n en la que el movimiento [antiglobalizacià³n] debe mantener una posicià³n firme es la siguiente: los israelàes progresistas no existen. Aquellos que forman parte del proyecto sionista imperialista, incluso si se oponen a las polàticas israelàes, son, les guste o no, sean conscientes de ello o no, parte de las estructuras de Israel y de sus mecanismos. Uno no puede ser progresista y formar parte al mismo tiempo del proyecto sionista. Los únicos israelàes progresistas son aquellos que tras haber comprendido la funcionalidad y los mecanismos del proyecto sionista e israelà, deciden cortar todos los vànculos con Israel, resistir y, sobre todo, abandonar la tierra ocupada en la que residen en lugar de su pueblo expulsado: los árabes palestinos.
El movimiento antiglobalizacià³n debe ser consciente de todo ello y no caer en la trampa de las grandes ONG de “juntar a ambas partes y hablar”, como si la cuestià³n principal de la existencia de Israel estuviese resuelta. Israel no es un Estado legàtimo, ni lo son los individuos y/u organizaciones que lo representan o lo reconocen. Asà, para enfatizar esta ilegitimidad, todos los vànculos con israelàes deben posponerse, de igual manera que se debe resistir a la normalizacià³n [de relaciones]con los sionistas globalmente y no solo en el Mundo Írabe.
Es hora de que el movimiento antiglobalizacià³n lleve a cabo un análisis concreto en lugar de adherirse a razonamientos estereotipados. No hay solucià³n sino la eliminacià³n del proyecto sionista; de otro modo, solo iremos a un proceso lento de autoconsuncià³n, mientras el enemigo se fortalece. Y debe entenderse que para resistir a la globalizacià³n hay que resistir a Israel e igualmente, para resistir a la globalizacià³n se debe resistir a Israel no solo a nivel polàtico sino al de su funcionalidad y a sus mecanismos, es decir, su existencia.
Notas del autor y de CSCAweb:
1. Esta carta ha sido remitida por su autor al CSCA para su traduccià³n y difusià³n en castellano a travà©s del CSCAweb. Igualmente ha sido publicada en inglà©s en el sitio web de Campo Anti-imperialista: http://www.antiimpieralista.org…keyword [nota de CSCAweb].
2. http://www.weforum.org…Highlights [nota del autor] y en CSCAweb: Conferencia Írabe Antigobalizacià³n en Amán contra la reunià³n del Foro Econà³mico Mundial de Davos. Davos en Jordania: Israel, eje del Írea de Libre Comercio EEUU-Mundo Írabe (Hisham Bustani)
3. Và©ase en CSCAweb: Bremer describe ante el `Foro de Davos` reunido en Jordania el proyecto estadounidense de liberalizacià³n capitalista de la economàa iraquà [nota de CSCAweb].
4. Bustani, H.: “Israel as an Axis for a US-Middle East Free-Trade Zone” [nota del autor].
5. http://www.inminds.co.uk/boycott-delta-galil.html [nota del autor].
6. Và©ase en CSCAweb: Gira de Powell a Oriente Medio: a cada cual lo que le corresponde, Loles Oliván: El Movimiento Antinormalizacià³n en Jordania e Ibrahim Alloush: Jordania y la estrategia sionista en el Mundo Írabe [nota de CSCAweb].
7. El acuerdo oficial sobre la Zonas Industriales Cualificadas puede leerse en inglà©s en: http://www.agreements.jedco.gov…#agreement [nota del autor].
8. El oleoducto Kirkuk-Haifa que conectaba y trasladaba el petrà³leo iraquà hasta el puerto palestino de Haifa en el Mediterráneo a travà©s de Jordania, fue creado por el Mandato británico en Iraq. En 1948, cuando se creà³ el Estado de Israel y cuando se puso fin al mandato británico en Palestina Haifa quedà³ anexionada e integrada en el Estado sionista. El oleoducto fue inmediatamente clausurado como una de las respuestas árabes al establecimiento del sionismo en Palestina. En el contexto actual de la ocupacià³n de Iraq y en el proceso abierto por la Administracià³n Bush de reconstruir el paàs y abrir sus recursos a los mercados internacionales, el gobierno de Israel ha propuesto a EEUU restaurar dicho oleoducto. Según el diario israelà Ha`aretz, el ministro de Infraestructura Nacional israelà Yosef Paritzky considera el proyecto econà³micamente justificable porque reduciràa los costes de importacià³n de crudo a Israel que hasta ahora importa desde Rusia. Igualmente, Israel esgrime una justificacià³n geoestratà©gica para realizar este proyecto en el marco de la nueva remodelacià³n regional que EEUU pretende crear en la regià³n y en la cual Israel contempla la plena integracià³n de su economàa en el espacio árabe, muy particularmente a travà©s de la normalizacià³n de las relaciones de todo tipo y sobre todo econà³micas, con un Iraq sometido y controlado por EEUU [nota de CSCAweb].
9. Soluciones que, con matices, plantean un único Estado árabe y judào, unificado y democrático en la totalidad de la Palestina histà³rica, antes que la creacià³n de un Estado palestino independiente en Gaza y Cisjordani y, al tiempo, la permanencia del Estado de Israel en el territorio palestino ocupado en 1947-48 [nota de CSCAweb].
Fuente: C.S.C.A.