Un análisis del Campo Antiimperialista ante la escalada de persecucià³n contra la oposicià³n popular colombiana
“Siempre existirá la emocià³n de la victoria, la sensacià³n de pisotear a un enemigo indefenso. Si quieres hacerte una idea de como será el futuro, figúrate una bota aplastando el rostro humano…incesantemente.”
(George Orwel, 1984)
Para poder entender la estrategia incesante de persecucià³n contra las organizaciones sociales y campesinas por parte del rà©gimen colombiano , encarnado actualmente en la figura omnipresente del Presidente Alvaro Uribe Velez (al estilo Gran Hermano del relato de la contrautopia Orwelliana) proponemos algunos elementos que ubiquen las estrategias del terrorismo de estado en Colombia, en el contexto de los dictámenes de la “presidencia imperial”(1) de los E.E U.U : la de la “justicia infinita”, la de la afrenta de campos de concentracià³n en la base de Guantánamo, la de la guerra preventiva , la cruzada mundial contra el terrorismo.
Algunos teà³ricos del movimiento antiglobalizacià³n han caracterizado esta presidencia imperial agenciada por el imperialismo norteamericano, alrededor de las formas del neomercantilismo (2) y que actualmente demanda una operacià³n geoestratà©gica (3) con el fin de lograr definitivamente, la anexià³n como neocolonia (recolonizacià³n) de Amà©rica Latina. Esta polàtica imperialista encuentra sus origenes en la doctrina acuñada por el quinto de los presidentes estadounidenses: James Monroe , quien en 1823 proclamaba el lema “Amà©rica para los americanos” inaugurando asi la famosa doctrina que lleva su nombre (Doctrina Monroe) y que es hoy todavia “hoja de ruta” de la polàtica exterior norteamericana , ejecutada a travà©s de la reingenieràa militar del Pentágono y el Departamento de Estado y básicamente define su tareas frente a las que ellos denominan las crecientes “amenazas asimà©tricas” agrupadas en las siguientes categoràas:
1. Las amenazas del terrorismo
2. El trafico de drogas
3. Los flujos migratorios
4. aunque no de manera abierta y oficial, el reconocimiento del avance de un proyecto contra-hegemà³nico de corte bolivariano.
El imperialismo y sus cipayos
El imperialismo para implementar este proyecto, requiere de la colaboracià³n incondicional de gobiernos y regàmenes tàteres que posibiliten la implementacià³n de la recolonizacià³n polàtica y econà³mica y que se apoya en la creciente asociacià³n de las clases dominantes locales con sus socios del norte.
“La diplomacia norteamericana ha comenzado incluso a evaluar la posibilidad de restaurar los viejos protectorados en los estados que considera definitivamente `fracasados`, Colombia y Haità son los primeros candidatos de este ensayo neocolonial, que tambià©n empieza a ponerse en practica en Yugoslavia, Ruanda, Afganistán y Somalia”(4) son estos algunos de los estados objetivos en esta nueva era virreinal.
La firma como primer paàs que acepta el ALCA (Acuerdo de Libre Comercio de las Amà©ricas), la continuacià³n del Plan Colombia y su ampliacià³n IRA (Iniciativa Regional Andina), tener el lastre histà³rico de ser el único rà©gimen suramericano que oficialmente apoyà³ la invasià³n de Irak en marzo del 2003, el desacato de las recomendaciones del alto comisionado de las Naciones Unidas con relacià³n al conflicto armado interno, los sabotajes contra las acciones de proteccià³n del derecho internacional y las gestiones de buena voluntad de las Naciones Unidas(5), la firma de un acuerdo entre los gobiernos de Colombia y EE.UU., que impide que norteamericanos que operan en Colombia sean entregados y juzgados por cràmenes de lesa humanidad ante la corte penal internacional(6). Esto son solo algunos ejemplos que muestran a Uribe Và©lez como el principal cipayo de los norteamericanos en su estrategia de recolonizacià³n para Amà©rica Latina.
Como conclusià³n frente al imperialismo y su aliados se puede decir que Alvaro Uribe encarna y representa el prototipo mas avanzado del lamebotas:
“El lamebotismo no es un fenà³meno nuevo: en los periodos coloniales y neocoloniales hubo làderes de tribus, terratenientes, señores de la guerra y mercaderes dispuestos a colaborar en el saqueo de sus paàses a cambio de dividendos materiales y estatus privilegiado entre los súbditos coloniales. La tàpica sicologàa del colaborador lamebotas es autoritaria (en el sentido que Theodor Adorno da al tà©rmino): a los pies de los poderosos, a la garganta de los indefensos.”(7)
La muerte del Estado de Derecho – el crecimiento del Estado autoritario, los preambulos del totalitarismo.
Una aproximacià³n conceptual y teà³rica acerca de lo que esta implementando AUV (Alvaro Uribe Và©lez) en Colombia, la dan las propuestas teà³ricas de la llamada Teoràa critica (Adorno, Horkheimer ) bajo cuyas premisas se revelaron las veladas relaciones entre la là³gica del capital y la là³gica de la dominacià³n.
“Existe una relacià³n entre el modelo de mercado neoclásico (neoliberal )y los regàmenes polàticos totalitarios, ninguno de los dos admiten la diversidad. Ambos totalitarismos son igualmente peligrosos y no se excluyen” nos explica el profesor Andreas Novy de la universidad de Viena, acerca de los fundamentos polàtico-econà³micos de la actual doctrina de Bush y su liberalismo autoritario. Igualmente agrega: “Estas là³gicas (la del capital y la de la dominacià³n) han encontrado una serie de mecanismos encubiertos que logran imposibilitar cualquier intento revolucionario y emancipatorio.”(8). Bajo premisas como los del “monopolio de la fuerza por parte del estado” se establece una tà©cnica de dominacià³n bajo la nocià³n organizativa totalitaria de la sociedad, la del desmonte del estado de derecho y la implementacià³n de un estado autoritario en vàas al totalitarismo. Son estos los soportes del rà©gimen colombiano.
La dictadura Civil en Colombia
Para seguir parafraseando a Orwell, el estado autoritario se encarna en el concepto del polàtico como maestro de “la sugestià³n”, con los toques de lo criollo, la clase polàtica colombiana, refleja en Uribe, la salida pragmática a la crisis histà³rica de su dominacià³n polàtica y los diferentes procesos de mutacià³n y ajuste que demanda el capitalismo en el plano global. Con el objetivo primario de cumplir las metas econà³micas de la banca mundial y sus multinacionales, el escenario socioeconà³mico y polàtico en que actúa el Estado colombiano es muy cercano a la barbarie bajo “un apartheid social” (9), se consolidan paulatinamente sobre el trasfondo de la ruina agraria y la miseria: el aumento de la deuda externa, el gasto exclusivo en seguridad y fortalecimiento de la fuerza pública. El colombiano, es un estado policivo que dirige una sociedad empobrecida por un sistema econà³mico excluyente. Este rà©gimen se resume en el concepto demagà³gico (10) acuñado por el mismo Uribe y conocido como el “estado comunitario” sin tener nada de comunitario (solo el uso demagà³gico de la palabra). El estado comunitario de Uribe es en gran medida su propia biografàa en palabras del filosofo Guillermo Restrepo: “El Estado comunitario es una tercera vàa entre el neoliberalismo y el Estado burocrático de bienestar, cuya teorizacià³n es muy confusa” (11)
La dictadura civil se enviste asà del populismo y de la verborrea idiomática, asà el gran hermano Uribe se convierte en “el nuevo pastor moderno” de la conciencia popular, pero pastor al fin y al cabo, que a travà©s de los medios de comunicacià³n impone la ideologàa de la sociedad capitalista” (12) He aquà la esencia de los lemas de la campaña Uribista: “mano dura, corazà³n grande”. En resumen el estado comunitario, pasaràa a ser la fachada de la dictadura civil, un estado barato y gerencial, con base en una supuesta austeridad burocrática, en detrimento de las atenciones a los sectores sociales y en aras de garantizar la denominada seguridad democrática, (eslogan complementario que de democrática solo tiene el nombre), la seguridad se refiere al aseguramiento por la fuerza de la defensa del interà©s del capital extranjero. (13)
El perfil biográfico de Uribe Và©lez, es el optimo para la implementacià³n de la dictadura civil, un sincretismo vernáculo entre la tecnocracia neoliberal y los lastres señoriales de la hidalguàa caballeresca feudal.
Un làder práctico(..) sin un pensamiento polàtico profundo y coherente, de corte acadà©mico, quizás a ello se deba entonces su eclecticismo polàtico.(14)
Finalmente para entender la là³gica de la dictadura civil en Colombia anotamos que “el gobierno de Uribe Và©lez significa un salto en materia de autoritarismo, con todos su atributos, represià³n, militarismo, imposicià³n desde arriba.”
“La doctrina oficial es la que se titula como “seguridad democrática”. Hay incompatibilidad simultánea de seguridad y democracia , puesto que las medidas para asegurar la primera significan la supresià³n práctica de la segunda.”(15)
La implementacià³n en la práctica del estado autoritario. La ley al servicio de la dictadura.
” Hay que arrestar a todo mundo. Todo lo que se vea moverse hay que interceptarlo…” (General Gallego de la policàa metropolitana de Medellàn., durante el operativo militar en la Comuna 13 de Medellàn en octubre de 2002).
El gobierno de Uribe Và©lez, a partir de las reformas constitucionales, efectuadas o previstas, se propone modificar la estructura misma del Estado, incluida la administracià³n de justicia, afectando los avances constitucionales de la carta del 91, recortando elementos del estado social de derecho, y buscando colocar todas las instituciones, incluso la rama judicial bajo la direccià³n del ejecutivo (autoritarismo presidencialista-dictadura civil). Esto es reduccià³n del congreso, supresià³n de organismos de control y reforma a la administracià³n de justicia, todo en funcià³n de profundizar el conflicto y de involucrar a todas la instituciones y a la poblacià³n en la llamada guerra contra el terrorismo y guerra contra las drogas (16).
En la forma como Uribe entiende al Estado, “se debe crear una simbiosis entre el estado y el ciudadano, basándose en la tesis del deber ciudadano frente a la seguridad pública subordinando la exigibilidad de los derechos a las necesidades militares en el marco de la doctrina de la seguridad democrática, lo que se nutre del nuevo paradigma del poder en occidente: `el que no esta conmigo esta contra mà`”(17). Esta ideologàa desplaza y diluye la responsabilidad del Estado en materia de seguridad, convirtiendo al ciudadano en vigilante e informante. Y al final todo aquel que no colabore con las directrices militares y la polàtica antiterrorista debe ser considerado sospechoso.
Como se implementa esta filosofàa?
“Con el fortalecimiento y la profesionalizacià³n de la fuerza pública (fuerzas militares, policàa nacional, organismos de inteligencia), y vinculando a la poblacià³n civil, al ciudadano común y corriente al conflicto armado, pues la cooperacià³n ciudadana será un elemento crucial de la estrategia.”
En el marco de esta estrategia es que se han implementado los programas de las la red de informantes:
– la entrega de recompensas para informantes colaboradores de la policàa (mas de un millà³n de personas integrarán estas redes en cooperativas de seguridad a nivel nacional y una red de informantes a nivel internacional coordinadas por los cuerpos diplomáticos).
– Incentivos econà³micos para supuestos desertores de los grupos guerrilleros y a la vez utilizacià³n de estos como testigos para la investigacià³n de otras personas en caso de “terrorismo”.
– La implementacià³n de batallones de soldados campesinos en las zonas rurales.
Por el lado de las reformas a la administracià³n de justicia se realizan estrategias como:
– la fusià³n de los ministerio de interior y justicia, en un solo “superministerio” , en clara contraposicià³n al principio de la separacià³n de poderes y en contra de la autonomàa de la rama de la justicia.
– Proyecto de reforma del articulo 11 de la constitucià³n que establece el principio de inviolabilidad del derecho a la vida, con miras implantar la pena de muerte.
– El otorgamiento al presidente de poderes únicos para decretar el llamado “estado de excepcià³n”, esto es lo que se conocàa anteriormente como el “estado de sitio”, a este respecto desde el primer dàa de gobierno el presidente Uribe, bajo esta declaratoria tomà³ medias violatorias y lesivas de los derechos humanos, el mas claro ejemplo fue la implementacià³n de las llamadas “zonas de rehabilitacià³n ” donde predomina la represià³n y el control total sobre los indefensos habitantes para evitar la oposicià³n pacifica y social.(18)
– Mediante un proyecto juràdico para elevar a rango constitucional el denominado Estatuto antiterrorista, y que contiene apartes con los cuales se crearan condiciones para que las autoridades, si asà lo consideran “y sin previa orden judicial puedan interceptar o registrar la correspondencia y demás formas de comunicacià³n privada, de personas sobre las cuales haya informacià³n de que están realizando conductas tendientes a la preparacià³n o realizacià³n de actos terroristas la misma formula se aplicará para empadronar a la poblacià³n y restringir la libre circulacià³n de personas, medidas tendientes “a prevenir actos de terrorismo para lo cual las autoridades podrán realizar detenciones y registros domiciliarios” sin orden judicial. (Proyecto de acto legislativo 223 de 2003) .(19)
– Otra de las medidas mas lesivas a los derechos humanos y los principios del debido proceso ha sido el de “la instrumentalizacià³n de la fiscalàa” por parte del rà©gimen. La fiscalàa es la autoridad encargada de reunir pruebas y de acusar. En un acto legislativo se otorgà³ poder discrecional al fiscal general de la nacià³n ( nombrado y removido por orden presidencial), esto significa que el fiscal puede asumir las investigaciones directamente cualquiera que sea el estado del proceso. Sumado a la facultad para entregar poderes judiciales a la fuerza publica, es decir por ejemplo, un policàa se puede convertirse en juez de un caso en à©l mismo ha determinado una sospecha. Una de las consecuencias mas grave ha sido la utilizacià³n el programa de reinsercià³n de guerrilleros y paramilitares para hacer el montaje de casos para criminalizar a todo aquel que se oponga al rà©gimen, con base en la red de informantes y demás medidas como la entrega de recompensas y beneficios a testigos anà³nimos.
– Finalmente en el marco de este andamiaje de formalidad juràdica que busca legitimar y legalizar la dictadura civil, se debe mencionar la intencià³n de crear una ley que avale el mal llamado proceso de paz con los paramiltares, es lo que se conoce como la famosa ley de alternatividad penal, que de aprobarse permitiràa la reinsercià³n y el perdà³n a los cràmenes de lesa humanidad que han cometido los grupos paramilitares con el auspicio y complicidad del Estado mismo. Asistimos asà al espectáculo grotesco y cànico de la legitimidad de la impunidad, permitiendo el perdà³n y el olvido, frente a cràmenes atroces, inclusive confesados públicamente por los miembros de los escuadrones paramilitares con la asquicencia de los agentes del rà©gimen.
El futuro y las perspectivas de lucha en Colombia.
Sin embargo y a pesar del sombrào panorama represivo, el pueblo colombiano avanza en sus areas de organizacià³n y de lucha frente a esta dictadura impuesta, el ejemplo mas reciente de valor y dignidad y tras el desafào de la campaña mediática y las estadàsticas virtuales de la supuesta popularidad del “miniführer” Uribe, el pueblo colombiano se abstuvo de votar un referendo convocado por las fuerzas uribistas. Este referendo buscaba acelerar la implementacià³n de todas estas estrategias mencionadas arriba y acortar camino en la perpetuacià³n del poder de esta casta fascista al servicio del imperialismo. A pesar del terror y la manipulacià³n mediática el referendo no pasà³.
Esto no ha significado el freno del avance de las medidas propuestas, por lo contrario se ha arremetido con mas capturas masivas contra los campesinos y el movimiento popular y se ha reacomodado las estrategias de la clase gobernante, chantaje al congreso, nuevas alianzas estratà©gicas del bipartidismo liberal-conservador.
La reciente visita de Uribe a Europa, desnudo su impopularidad en el viejo continente, las declaraciones desafiantes a la conciencia democratica europea en palabras del vicepresidente Francisco Santos quien tildà³ de colonialista el concepto europeo de los derechos humanos, muestran el desespero arrogante del regimen que no tiene otro camino que la abyeccià³n incondicional al amo del norte.
El estado autoritario que concibe la oligarquàa colombiana, no es otra cosa que el fin de la historia del Estado burguà©s al servicio de una clase dominante cegada por los tambores de la guerra.
El desafào a este estado de corte fascista por parte del movimiento campesino y las organizaciones populares colombianas, reclama justicia y dispensa tambià©n de la solidaridad internacional. Y en este sentido se debe entender que “Colombia es hoy un laboratorio de luchas sociales, es hoy una vitrina del fracaso rotundo del neoliberalismo. En este paàs la lucha de clases es transparente y exacerbada. El desarrollo de la historia comprueba allà que el capitalismo es finalmente una relacià³n de poder entre las clases en conflicto” en palabras de Urbano Rodràguez, làder de la izquierda portuguesa.
Esta solidaridad internacional debe clamar hoy frente a la arremetida del las hordas militaristas de Uribe Và©lez y sus generales que ha declarado la guerra a los campesinos y su organizaciones sociales y mediante el terror y la encarcelacià³n masiva de lideres sociales, estudiantes, campesinos humildes, de defensores de los derechos humanos, de maestros de sindicalistas, pretende acallar estas luchas.
El Estado comunitario de Uribe Và©lez en una farsa al servicio de los poderosos.
Las motivaciones de las luchas populares en Colombia están animadas por el espàritu real de “la comuna”, la que nos describe magistralmente el profesor Restrepo, la comuna ” (…) es la negacià³n de la prepotencia de las burocracias estatales de los à³rganos basados en la democracia representativa. Su fundamento son las organizaciones populares. Es tambià©n la negacià³n de la justicia del orden burguà©s y la esperanza de los esclavos y los parias de este orden que osan rebelarse contra sus señores. Ayer como hoy , esta civilizacià³n basada en la esclavizacià³n del trabajo, ahoga los gemidos de sus victimas y es un clamor salvaje de calumnias que encuentran eco en todo el orbe.” Este es el fundamento con el que queremos ser solidarios, esa comuna “sinà³nimo de organizacià³n, de pueblo en armas, de desdà©n por el burocratismo, de descentralizacià³n polàtica, de republica unitaria de igualdad real y efectiva, de respeto a la dignidad humana”.
Esta la dignidad humana mancillada por el autoritarismo de Uribe Và©lez, y por la que nos atrevemos a denunciar y a exigir la libertad de los campesinos y lideres sociales prisioneros en las mazmorras del rà©gimen, entre ellas la libertad inmediata a nuestra compañera Luz .
Alto a la represià³n contra los campesinos!
CITAS Y NOTAS
1.”Presidencia imperial” que actúa de manera supranacional y no solo de manera domestica. Sanchez Angel Ricardo (2003)”El carácter del gobierno de AUV” en: Espacio Cràtico
2.Con relacià³n a las caracteràsticas del imperio neomercantilista en Amà©rica Latina, es importante conocer los artàculos que al respecto presenta el profesor y activista antiglobalizacion James Petras(2001): “Bush, elALCA y el Plan Colombia”, “Construccià³n del imperio en Amà©rica Latina: la estrategia militar de EE.UU.” en: Rebelià³n
3. Sobre los detalles de esta operacià³n geoestratà©gica ver el articulo del polità³logo colombiano Dr. Alberto Pinzà³n (2001) ” Distintas fases de la operacià³n geoestratà©gica Global de EE.UU. para anexar Amà©rica Latina”. En: Laneta.apc.org
4. Sanchez Angel Ricardo(2003) en :”Balance del gobierno de AUV”.
5. A este respecto resultan escandalosos los detalles revelados acerca de la captura a comienzos de este año, de Simà³n Trinidad, ideà³logo de las FARC y delegado por esta organizacià³n para una posible reunià³n con las Naciones Unidas. En momentos en que se realizaban estos acercamientos diplomáticos, policàas colombianos y agentes de la CIA capturaban al mencionado guerrillero en territorio ecuatoriano.
6. “Acuerdo entre el gobierno de la república de Colombia y el gobierno de los Estados Unidos de Amà©rica respecto a la entrega de personas de los Estados Unidos de Amà©rica a la corte penal internacional”. Acuerdo
7. James Petras(2002) .”Antiglobalizacià³n, militarismo y lamebotismo”. En: Rebelià³n
8. Andreas Novy(2003). Sobre los conceptos del liberalismo autoritario y la doctrina del “estado empresario” en las reflexiones sobre economàa polàtica ver: Lateinamierka Studien
9. Cantidades de cifras estadàsticas caracterizan la grave crisis social de la sociedad colombiana, junto con Brasil, Es Colombia uno de los paàses con mayor concentracià³n de la riqueza a escala mundial. Con mas de 23 millones (de un total de 43 millones)de personas viviendo en la pobreza y unas cifras de desempleo que superan el 22%, son la miseria, el hambre y la muerte, “el pan de cada dàa”.
10. Por demagà³gico nos atenemos a la definicià³n de la academia de la lengua entendida como: “DEMAGOGIA: degeneracià³n de la democracia consistente en que los polàticos mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos tratan de conseguir o mantener el poder.”
11. Restrepo, Guillermo, “El estado comunitario de Uribe Và©lez” en: Espacio Cràtico
12. Ibàdem.
13. Para una compresià³n filosà³fica e ideolà³gica del concepto de estado comunitario en Uribe Và©lez es necesario conocer el articulo del profesor Restrepo citado anteriormente, quien con brillantez, deja al descubierto, las raàces seculares de la ideologàa de la actual ultraderecha colombiana.
14. Ibàdem
15. Alvaro Vazquez, en su articulo “Uribe Và©lez, un salto en el nivel del autoritarismo tradicional” publiado en la red Rebelià³n: Rebelià³n
16. El análisis de la práctica y el espàritu juràdico del estado autoritario, esta claramente expuesto en el informe conocido como el embrujo autoritario, publicado por la principales organizaciones de Derechos Humanos en Colombia , el informe documenta y critica duramente el rà©gimen de AUV, y quien en forma pendenciera y dictatorial acusà³ de terroristas a estas organizaciones despuà©s de que dieron a conocer este importante informe. Sobre el tema del Estado autoritario ver el análisis de la corporacià³n colectivo de abogados Josà© Alvear Restrepo incluido en dicho informe y disponible tambià©n en ingles en: Derechos Humanos
17. Ibàdem
18. Ibàdem
19. Ibàdem
20. “Estado autoritario, guerra y accià³n polàtica en Colombia”. op. cit.
Campo Antiimperialista, 26 de Febrero 2004