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Primeros pasos a la coordinación entre insurgentes chià­es y guerrilla sunà­

11. April 2004

por Alberto Sotillo, Bagdad

Las milicias de Sadr se apoderan de varias comisarà­as

La guerrilla sunà­ y la insurreccià³n chià­ del clà©rigo Moqtada y sus masas de descamisados tienden a converger en un frente común, unido por el interà©s compartido de combatir a las tropas extranjeras, que extiende la insurreccià³n por todo el paà­s. Ya no es un barrio ni una ciudad. Por parte chià­, el levantamiento va desde Nasiriya y Basora en el sur hasta Hawiya, casi en el borde con el Kurdistán, pasando por Bagdad, Nayaf, Kerbala, Kut y Amara. Por parte sunà­, una guerra más sangrienta que la de hace un año se instala en Faluya y Ramadi.

Frente a esta doble resistencia el Ejà©rcito norteamericano intenta recuperar el control del terreno mediante el uso de su maquinaria más letal de guerra. Ayer, las tropas que cercan Faluya arrojaron una bomba de más de 200 kilos contra una mezquita que provocà³ la muerte de unas 40 personas; la guerrilla combatà­a por sus inmediaciones, pero en el interior del templo se encontraban muchos civiles en la oracià³n de mediodà­a, según testigos. A estas và­ctimas habrà­a que añadir la muerte de otros 36 iraquà­es como consecuencia de los bombardeos de la aviacià³n y de los disparos de carros de combate en una ciudad formada en gran parte por casas bajas de ladrillo. Dada la connivencia que existe en esta ciudad entre la guerrilla y la poblacià³n serà­a difà­cil diferenciar entre và­ctimas de insurgentes y de civiles.

Las tropas ya han lanzado varias incursiones sobre el centro de la ciudad, lo que augura que la toma de la misma no puede demorarse. Pero, tras el abrumador uso de la fuerza empleado para su conquista, será tambià©n ineluctable el odio de la poblacià³n hacia las fuerzas extranjeras. La prueba de que los ánimos de la calle arden contra la ocupacià³n la está dando tambià©n el eco popular que, de forma espontánea, ha encontrado la insurreccià³n del clà©rigo Moqtada, pese a que la mayorà­a de los chià­es siguen siendo leales al moderado Sistani. à‰ste condena la violencia y pide el fin de los combates, pero puntualiza que es “legà­tima” la oposicià³n a la ocupacià³n para no perder el pie de la calle

Sin coordinacià³n.

Espontánea fue tambià©n la pasada insurreccià³n en Bagdad del barrio chià­ de Qadimiya cuando se produjo un enfrentamiento entre la guerrilla y las tropas en el vecino barrio sunà­ de Adamiya. Los de Qadimiya cruzaron el puente que separa a ambos vecindarios y libraron la primera insurreccià³n conjunta de sunà­es y chià­es en Irak. Hasta ahora no ha habido coordinacià³n alguna entre la guerrilla sunà­ el levantamiento chià­. Pero se dan casos tan sintomáticos como que aparezcan retratos del clà©rigo rebelde en los barrios de clase media de Bagdad o incluso en un feudo de la resistencia sunà­, como Ramadi.

A la pregunta de si serà­a posible un frente común, Amer al Huseini, representante de Moqtada en Sadr City, el arrabal chià­ de Bagdad, contestà³: “¿Por quà© no? El objetivo es la victoria del Islam y el final de la ocupacià³n”. Huseini incluso alardeà³ de que varios palestinos residentes en Irak -la mayorà­a expulsados de sus casas tras la llegada de los norteamericanos- se han ofrecido voluntarios como suicidas. Aunque à©ste es un punto de imposible verificacià³n.

En la violenta jornda de ayer, cinco marines estadounidenses fueron heridos por disparos de rebeldes iraquà­es atrincherados en la mezquita de Faluya que luego fue objetivo del bombardeo, indicà³ un portavoz del Comando central (Centcom). “Según las primeras informaciones obtenidas, cinco marines fueron alcanzados por disparos provenientes de la mezquita”, explicà³ el capitan de Marines, Bruce Frame.

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