Declaracià³n del Comità© de Solidaridad con la Causa Arabe (C.S.C.A.)
Madrid, 18 de abril de 2004
“Esta decisià³n es una victoria para pueblo de Iraq que ejemplifica el poder real del amplàsimo movimiento ciudadano activo, solidario, comprometido y determinado en su oposicià³n a la guerra y a la ocupacià³n. Frente a la là³gica de la guerra y la agresià³n -abierto terrorismo de Estado- que ejecuta la Administracià³n de EEUU y todos los instrumentos de los que se sirve, principalmente el Estado de Israel, sigamos exigiendo con nuestra determinacià³n y nuestra movilizacià³n la là³gica de la razà³n, el fin de la ocupacià³n estadounidense en Iraq y sionista en Palestina, y la soberanàa para ambos pueblos árabes conforme a la voluntad y el derecho de todos los pueblos del mundo”
Ante la declaracià³n institucional del presidente del Gobierno Rodràguez Zapatero, efectuada a media tarde del dàa 18 de abril de 2004, en la que se ha hecho pública su decisià³n de ordenar la retirada de las tropas militares españolas de Iraq “con la mayor seguridad y en el menor tiempo posible”, el CSCA declara lo siguiente:
1. Su satisfaccià³n por el cumplimiento de lo que ha sido y sigue siendo una de las reclamaciones de la ciudadanàa del Estado español en relacià³n a la ocupacià³n de Iraq: la retirada de las tropas españolas del paàs árabe invadido. El anuncio de retirada de las tropas expresa la afirmacià³n de la voluntad popular que en nuestro paàs mayoritariamente se opuso a la ilegal invasià³n militar de Iraq hace un año y se opone igualmente a la ocupacià³n liderada por EEUU. Por ello, esta decisià³n ha de evaluarse como una victoria del movimiento ciudadano, en primer lugar, frente al autoritarismo del anterior gobierno Aznar, que de manera antidemocrática implicà³ al Estado español primero en una ilegal guerra de agresià³n contra Iraq, en connivencia con los gobiernos de EEUU y Gran Bretaña, y despuà©s -con la directa participacià³n de las fuerzas armadas españolas- en la ocupacià³n de Iraq.
La decisià³n de Rodràguez Zapatero, en tanto que respuesta a las demandas de nuestra ciudadanàa y, por extensià³n, de todo el movimiento internacional contra la guerra y contra la ocupacià³n de Iraq tras más de un año de presià³n y movilizaciones masivas, dignifica la soberanàa popular frente a los gobiernos que no la representan ni la respetan. Habiendo tomado una honrosa decisià³n conforme a esta exigencia social, el nuevo presidente y el gobierno español en su conjunto han dado muestra de haber comprendido el poder real de un amplàsimo movimiento ciudadano activo, solidario, comprometido y determinado en su oposicià³n a la guerra y la ocupacià³n.
2. La retirada de las tropas españolas constituye igualmente una victoria del pueblo iraquà, que durante un año de ocupacià³n ha dado claras, rotundas y reiteradas muestras de su rechazo colectivo a la presencia militar de EEUU y sus aliados, asà como al proceso de neocolonizacià³n que la invasià³n anglo-estadounidense pretende imponer en su paàs por la fuerza militar despuà©s de 13 años de secuestro de su soberanàa mediante el sistema de sanciones de NNUU.
Esta decisià³n abre sin duda nuevas y favorables expectativas para el futuro de Iraq, pues no solo afirma la quiebra que la legàtima resistencia armada y popular ha impuesto a la ocupacià³n militar y a los planes de la Administracià³n estadounidense, sino que abre una nueva là³gica respecto al papel que debe jugar la comunidad internacional frente a la ocupacià³n de Iraq.
3. El pueblo iraquà ha demostrado a lo largo de su historia ser un pueblo capaz de gestionar su desarrollo, sus recursos y su organizacià³n polàtica, social y econà³mica y, por tanto, de afrontar soberanamente su futuro. Por ello, conforme al derecho del pueblo de Iraq a su soberanàa e independencia, y de acuerdo a la decisià³n de retirada de las tropas españolas del territorio iraquà, el CSCA reclama al nuevo gobierno una posicià³n firme que avance en sus esfuerzos para exigir en todos los ámbitos de su intervencià³n internacional -en NNUU, la UE o cualesquiera otros- la rehabilitacià³n del principio fundamental de soberanàa y no injerencia y, con ello, trabajar para que se ponga fin inmediato a la ocupacià³n militar de Iraq por parte de EEUU y de sus aliados, y para que se devuelva al pueblo iraquà el derecho a determinar de manera independiente, democrática y libre de injerencias extranjeras su futuro.
El gobierno español debe rechazar todo intento promovido por la Administracià³n Bush o de cualquier otra instancia relacionada con la ocupacià³n en Iraq para implicar a NNUU y a terceros Estados, incluido el español, en la ocupacià³n de Iraq. Muy especialmente, debe rechazar el principio de internacionalizacià³n de la ocupacià³n, bien sea a travà©s del envào de tropas internacionales bajo el paraguas de NNUU y -posteriormente- de la OTAN, bien bajo el escudo de la intervencià³n humanitaria, o mediante la supervisià³n del proceso polàtico tutelado e ilegal que la Autoridad de la ocupacià³n pretende imponer en el paàs tras el 30 de junio, tal y como parece contemplar el plan de NNUU avanzado el pasado jueves por Kofi Annan a Tony Blair en Nueva York.
4. Finalmente, el CSCA, declarando su satisfaccià³n por esta decisià³n del nuevo gobierno español, reitera no obstante la necesidad de que el movimiento ciudadano contra la guerra y contra la ocupacià³n de Iraq se mantenga activo y en solidaridad permanente con el pueblo iraquà, comprometido con su derecho legàtimo a resistir a la ocupacià³n estadounidense y a su proyecto de dominacià³n colonial.
Frente a la là³gica de la guerra y la agresià³n -abierto terrorismo de Estado- que ejecuta la Administracià³n de EEUU y todos los instrumentos de los que se sirve, principalmente el Estado de Israel, sigamos exigiendo con nuestra determinacià³n y nuestra movilizacià³n la là³gica de la razà³n, el fin de la ocupacià³n estadounidense en Iraq y sionista en Palestina, y la soberanàa para ambos pueblos árabes, conforme a la voluntad y el derecho de todos los pueblos del mundo.
Fin a la ocupacià³n
Toda nuestra solidaridad para el pueblo iraquà
Todo nuestro apoyo a la resistencia iraquà