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‘Transferencia de poder’ a un gobierno tà­tere en Iraq

13. June 2004

por C.S.C.A.

Fuente: C.S.C.A.

El Consejo de Seguridad aprueba en una nueva resolucià³n el fraude de la “transferencia de poder” en Iraq

Como se habà­a anunciado, el Consejo de Seguridad (CS) de Naciones Unidas (NNUU) ha aprobado el 8 de junio una nueva resolucià³n sobre Iraq -la tercera desde que el pasado mayo de 2003- una vez concluida la fase de invasià³n militar por parte de EEUU y Gran Bretaña, se iniciase un arduo proceso de dominacià³n que, contestado por la resistencia militar y social en el interior del paà­s, ha exigido a la Administracià³n Bush y al gobierno Blair modificar sus planes previos tanto a nivel interno como internacional, promoviendo un proceso paralelo de internacionalizacià³n e iraquizacià³n de la ocupacià³n que ahora culmina [1].

Esta nueva resolucià³n, la número 1546, como las anteriores 1483 y 1511 de 2003, es contraria a los intereses del Estado de Iraq y de su poblacià³n por las siguientes razones:

1. Asume el proyecto y el calendario de cesià³n formal de la soberanà­a a una nueva instancia iraquà­ impuestos por EEUU y la Administracià³n de ocupacià³n en noviembre de 2003 [2], reconociendo asà­ la ocupacià³n militar estadounidense como marco legà­timo desde el cual imponer un proceso denominado transitorio que, viciado y fraudulento desde sus inicios, determinará un futuro sin soberanà­a efectiva para Iraq al someter los resortes polà­ticos, econà³micos y militares del paà­s a los planes neocoloniales de EEUU.

2. Avala como referente e interlocutor polà­tico iraquà­ a un gobierno transitorio designado por los propios ocupantes [3] (párrafo 1 -và©ase la traduccià³n adjunta a esta Nota), por ello doblemente deslegitimado interna e internacionalmente, que no representa al pueblo de Iraq y que, por el contrario, ha sido designado para defender los intereses estadounidenses asà­ como los particulares de sus miembros. El reconocimiento del CS a su primer ministro, Iyad Alawi [4], figura del exilio iraquà­ aupada por los servicios secretos de Kuwait y de Arabia Saudà­, financiado por la CIA en los años 90, e impuesto por la Administracià³n Bush en su cargo, artà­fice además de la campaña de engaño internacional sobre el supuesto rearme iraquà­ con el que se justificà³ el acto de agresià³n que fue la invasià³n de Iraq, constituye una maniobra fraudulenta que opera en contra de las aspiraciones democráticas y de independencia que el pueblo de Iraq tiene derecho a ver plenamente satisfechas. El CS da por concluida la ocupacià³n con la disolucià³n de la Autoridad Provisional de la Coalicià³n el prà³ximo 30 de junio (párrafo 2).

3. Asume la imposicià³n estadounidense de mantener e internacionalizar la ocupacià³n militar de Iraq a travà©s de la creacià³n de una fuerza multinacional que seguirá operando bajo mando militar de EEUU al menos hasta el 31 de diciembre de 2005 [5] (párrafos 8 a 12). Pese a la oposicià³n inicial de Francia, resuelta fraudulentamente incluyendo como anexo a la resolucià³n sendas cartas del primer ministro Alawi y de Powell que convierten en invitados a los ocupantes, el CS ha dado finalmente và­a libre para que sean las fuerzas de ocupacià³n estadounidenses (138.000 efectivos en la actualidad) las que detenten el control operativo militar en el interior del paà­s -sin posibilidad de veto por parte de las nuevas autoridades iraquà­es- y supeditando al mando de los ocupantes a las nuevas fuerzas armadas, de seguridad y servicios de inteligencia iraquà­es, cuya seleccià³n, entrenamiento, seguimiento, control y funcionalidad estarán supeditados a los intereses polà­ticos y militares de EEUU, muy especialmente a combatir a la legà­tima resistencia iraquà­. El nuevo borrador sà­ incluye, por el contrario, que las autoridades iraquà­es nieguen la participacià³n de sus fuerzas en operativos de los ocupantes con los que no està©n de acuerdo.

4. Deslegitima el derecho del pueblo iraquà­ a defenderse por todos los medios de la ocupacià³n al identificar a la resistencia armada iraquà­ con el terrorismo y al impeler a la fuerza mutinacional y al nuevo ejà©rcito y policà­a iraquà­es a combatirla (párrafos 10, 16 y 17).

5. Abre la và­a a que la OTAN intervenga militarmente en Iraq tal y como EEUU viene pretendiendo desde el inicio de la ocupacià³n [6] con el fin de desembarazarse de los costes econà³micos militares y de bajas propias derivados de la ocupacià³n en Iraq, asà­ como de insertar a la estructura militar occidental en el proceso de reconfiguracià³n global del espacio árabe a travà©s de la fuerza militar.

6. Satisface los planes estadounidenses de retener el control de la renta petrolà­fera iraquà­ que seguirá estando sujeta (párrafo 24), a travà©s del Fondo de Desarrollo de Iraq, instancia establecido por la resolucià³n 1483 de mayo de 2003 y hasta ahora bajo control de la Autoridad Provisional de la Coalicià³n (APC), a una instancia exterior (el denominado Consejo Internacional de Asesoramiento y Control) integrada por los organismos financieros internacionales (Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial, además del Banco de Desarrollo Írabe) [7] al que ahora se añade un representante delegado del gobierno interino iraquà­, probablemente el propio primer ministro Alawi.

7. Condena el desarrollo de Iraq y de sus sociedad a la dependencia exterior al establecer que la reconstruccià³n del paà­s estará sujeta a los mecanismos de “ayuda humanitaria” que se vinculan, además, con la intervencià³n de la fuerza multinacional y de fuerzas y organizaciones militares internacionales. EEUU mantendrá bajo control propio la gestià³n de los 33.000 millones de dà³lares recaudados para tal fin.

8. Actualiza los mecanismos de control estratà©gico exterior impuestos a Iraq desde agosto de 1990 hasta mayo de 2003 a travà©s del sistema de sanciones, adecuándolos ahora al nuevo marco establecido por la ocupacià³n militar directa. Particularmente:

a) Porque afirma el secuestro de la soberanà­a econà³mica de Iraq obligando a Iraq a someterse al pago de deuda externa -incluida la denominada “deuda de guerra” de 1990-91, la parte más cuantiosa de todo el monto adeudado, estimada en más de 37.000 millones de dà³lares. Iraq deberá destinar el 5% de sus ingresos a tal fin (párrafo 24, referencia al párrafo 21 de la resolucià³n 1483 de 2003. Esta exigencia ha sido impuesta muy particularmente por Francia y Rusia, dos de los más importantes acreedores de Iraq por este concepto, y puede que aquà­ resida la clave de su voto final positivo a esta resolucià³n.

La resolucià³n nada indica sobre la validez de los decretos aprobados por la Administracià³n de ocupacià³n en estos meses y que, imponiendo una là³gica de gestià³n econà³mica liberal en Iraq, son ilegales por cuanto modifican el estatuto jurà­dico previo del paà­s por parte de una fuerza ocupante.

b) Porque consolida el secuestro de la soberanà­a militar de Iraq al mantener el referente de la resolucià³n 687 de 1991 que expresamente prohà­be al Estado de Iraq adquirir armamento para su defensa.

Ilegalidad y resistencia

Habiendo aprobado esta resolucià³n, el CS ha vuelto a demostrar su carácter subsidiario respecto a la hegemonà­a internacional de EEUU asà­ como su funcionalidad primordial como garante de un nuevo marco de dominacià³n exterior de Iraq. Un CS que legitima la ocupacià³n de Iraq y el proyecto de EEUU para el paà­s no solo se da de bruces con la realidad que marca la determinacià³n iraquà­ y su resistencia a la ocupacià³n sino que está abocado a profundizar la brecha entre quienes pretenden atribuirse la representatividad de la comunidad internacional para decidir el futuro de los pueblos de manera antidemocrática y quienes, como el pueblo iraquà­, lo denuncian, rechazan y combaten.

Es de lamentar particularmente que el gobierno de Rodrà­guez Zapatero, tras su decisià³n de retirar el contingente de tropas de ocupacià³n españolas, haya dado su voto positivo en el CS a una resolucià³n que -pese a las modificaciones introducidas en sus cuatro borradores sucesivos- no otorga a NNUU el papel significativo que, en un proceso transitorio de plena restitucià³n de la soberanà­a al pueblo de Iraq, el gobierno español reclamaba hace un mes.

Nuevo hito en el descrà©dito de Naciones Unidas, con la aprobacià³n de esta resolucià³n la comunidad internacional da la espalda al pueblo iraquà­. Pero nada habrá de cambiar sobre el terreno a partir del 30 de junio. El proceso de liberacià³n nacional en curso, que ha forzado a EEUU a una repliegue efectivo en Iraq cuyo sà­mbolo es esta nueva resolucià³n, forzará definitivamente el fin de la ocupacià³n y la recuperacià³n por parte del pueblo iraquà­ de su plena soberanà­a.

Notas:

1. Và©ase en CSCAweb: Carlos Varea: Sobre los sucesos de Faluya: `Una derrota múltiple para EEUU`
2. Và©ase en CSCAweb: Carlos Varea: `Los ocupantes se hunden en Iraq. De la `internacionalizacià³n` de la ocupacià³n a la `iraquizacià³n` de su fracaso`
3. Và©ase en CSCAweb: EEUU preserva en el nuevo borrador de resolucià³n el pleno control sobre sus tropas en Iraq, imposicià³n aceptada por el gobierno de transicià³n designado esta semana
4. Và©ase en CSCAweb: Las cosas claras: EEUU impone a un hombre de la CIA como primer ministro de Iraq y desautoriza al enviado de Naciones Unidas
5. Và©ase en CSCAweb: Propuesta de nueva resolucià³n del CS: someter Iraq a la tutela colonial indefinida salvando a EEUU del desastre – Texto del borrador de la nueva resolucià³n sobre Iraq
6. Và©ase en CSCAweb: El `Procà³nsul` Bremer: administrar Iraq como una empresa privada
7. Và©ase en CSCAweb: Propuesta de nueva resolucià³n del CS: someter Iraq a la tutela colonial indefinida salvando a EEUU del desastre – Texto del borrador de la nueva resolucià³n sobre Iraq

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