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Continúa la ola de asesinatos en Arauca, Colombia

12. August 2004

Rosalba Ramà­rez, Colectivo contra el Imperialismo

El Ejà©rcito colombiano ejecuta extrajudicialmente a tres là­deres sociales histà³ricos

Desde Colombia llega la denuncia de la Corporacià³n Jurà­dica “Humanidad Vigente”, asà­ como las múltiples denuncias de las comunidades conmocionadas porque el ejà©rcito continúa la ola de asesinatos en Arauca (Colombia). Hà©ctor Alirio Martà­nez, Leonel Goyeneche y Jorge Prieto son las nuevas và­ctimas en el departamento de Arauca.

En un operativo que realizaron el 5 de Agosto (antes de ayer) en la mañana, los militares adscritos al Batallà³n Revà©is Pizarro asesinaron a Alirio Martà­nez quien ocupaba el cargo de presidente de la Asociacià³n Nacional de Usuarios Campesinos-ADUC, a Leonel Goyeneche quien era miembro de la Junta directiva de la Confederacià³n Unitaria de Trabajadores-CUT Arauca.

Tambià©n a Jorge Prieto quien pertenecà­a a la Junta directiva de la Asociacià³n Nacional de trabajadores/as hospitalarios de Colombia-ANTHOC y a la de la CUT.

En el mismo operativo, han sido detenidos los tambià©n là­deres Samuel Morales, Presidente de la CUT, y Raquel Castro, miembro de la Asociacià³n de Educadores de Arauca-ASEDAR.

Estos là­deres han sido voceros de las comunidades araucanas en las numerosas movilizaciones, marchas, paros cà­vicos a los que se han visto avocadas ante el abandono estatal y el accionar militar y paramilitar contra los pobladores araucanos y que ha cobrado numerosas vidas.

Son y eran valientes luchadores contra la ola neoliberal y por un mundo mejor.

Asimismo han asumido decididamente la denuncia permanente y efectiva de graves violaciones a derechos humanos como el bombardeo contra Santo Domingo, Arauca, en 1998.

Los hechos se presentaron en la vereda de Caño Seco, municipio de Saravena (departamento de Arauca).

El Grupo Mecanizado Revà©is Pizarro informà³ haber “dado de baja” a tres personas y de la captura de las otras dos, posteriormente el “Ejà©rcito Nacional asegura que los tres là­deres atacaron una unidad militar que intentaba rescatar un secuestrado y a ello obedecià³ la respuesta militar, asà­ mismo aseguran haber incautado armas y municiones”. Tambià©n señalan los militares que han asumido la investigacià³n del crimen.

Las ONG´s de derechos humanos declaran ante esta actitud del Estado:

“Nos preocupa enormemente esta versià³n asà­ como competencia de la jurisdiccià³n penal militar para adelantar la investigacià³n, puesto que son ya múltiples los casos en Colombia y especialmente en Arauca, en los que autoridades militares manipulan las pruebas para ocultar su responsabilidad e inculpar a las và­ctimas.”

Por lo señalado anteriormente, se le solicita a la comunidad internacional, movimientos sociales, prensa alternativa que denuncien activamente lo antes posible, la situacià³n de dictadura que vive el pueblo colombiano, que el rà©gimen asesino no sea mas llamado “democracia”, y la presià³n internacional se ejerza sobre à©l en aras de hacer cesar este genocidio y la larga LISTA de ejecuciones extrajudiciales que conoce el pueblo colombiano, en el más absoluto silencio internacional.

Exigir urgentemente una Comisià³n de verificacià³n -integrada de organizaciones de DDHH y veedurà­a internacional- que ahora mismo viaje a Arauca, en este caso, pero que se constituya un accionar sistemático para actuar en los múltiples casos de violaciones que el rà©gimen cometerá porque asà­ es su polà­tica represiva y genocida de gobierno. Urge verificar estos hechos y evitar que se manipulen u oculten pruebas y garantizar una investigacià³n eficaz.

Para detener la impunidad y asà­ frenar la continuidad del genocidio se solicita una amplia accià³n de los Movimientos sociales e informativos internacionales. Una presià³n de estos movimientos sobre sus gobiernos para que rompan relaciones con un Estado genocida.

El vicepresidente Santos Calderà³n avala este nuevo crimen del Ejà©rcito colombiano al aseverar ante la multinacional de las comunicaciones CARACOL, que los tres asesinados “salieron corriendo y disparando”.

Pero la realidad es que las tres và­ctimas gozaban, además del aprecio de la comunidad, de medidas cautelares de proteccià³n dictadas por la Comisià³n Interamericana de Derechos Humanos-CIDH, denuncia Humanidad Vigente.

Enviar cartas de condena y apoyos de movimientos a redher-request@redcolombia.org

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