Declaracià³n de Donostia
La Conferencia Internacional de Solidaridad organizada por el Movimiento Pro-Amnistàa de Euskal Herria, durante cuatro dàas, resuelve lo siguiente:
Preámbulo
Las presas y presos a travà©s de su propia dinámica readecúan su carácter, determinado por la represià³n cambiante que durante años padecen a manos de su enemigo.
Antes de entrar en la resolucià³n es importante analizar el contexto, puesto que la actual situacià³n socio-polàtica está más que nunca ligada a la “globalizacià³n”. Por medio de à©lla, la violenta ofensiva que desplegan las fuerzas polàtico-econà³micas condicionan totalmente la naturaleza, situacià³n y futuro de las presas y presos polàticos del mundo.
Contexto
La decisià³n de luchar que adopta un militante se origina en la violencia que padece contra su persona, su entorno y su pueblo. El enfrentamiento no es obra de algunos combatientes, sino que surge a causa del desequilibrio que genera una fuerza violenta en esas personas.
La intencià³n última de los Estados-nacià³n para con el pueblo es su asimilacià³n; y tambià©n su desaparicià³n fàsica en algunos casos. Con tal fin, es imprescindible la alineacià³n de sus ciudadanos. En este siglo XXI, el significado y la utilizacià³n de la guerra van en consonancia con la “globalizacià³n”. De este modo, el tiempo del “pensamiento único” es fundamental para alienar las personas en el intento de globalizacià³n-asimilacià³n. Cuando la asimilacià³n no se consigue asà, se lleva a cabo a travà©s de la imposicià³n y de la violencia.
A la hora de otorgar o negar legitimidad a la lucha, los Estados-nacià³n operan como gendarmes. Las acciones del 11 de septiembre en New York y 11 de marzo en Madrid constituyeron un punto de inflexià³n. A partir de entonces, la estrategia que ya existàa con anterioridad en nombre de la lucha contra el terrorismo se vuelve más violenta que nunca, como consecuencia del esfuerzo represivo de los Estados-nacià³n.
En el origen de la situacià³n y naturaleza de las presas y presos, refugiados y resto de represaliados polàticos hay una opcià³n, eleccià³n y decisià³n polàtica. Fracasan los mecanismos de asimilacià³n ideolà³gica y se activa la respuesta punitiva del sistema.
Resulta imprescindible conocer el testimonio directo de las represaliadas y represaliados polàticos, porque desde las lecciones extraàdas de sus propias vivencias se entiende nàtidamente la razà³n de ser de los conflictos. A fin de cuentas, à©llas y à©llos son los primordiales narradores de la crà³nica de la represià³n.
Los conflictos no son sàntomas de patalogàa de las sociedades o grupos sociales. Al contrario, los mecanismos de represià³n del sistema niegan, por la fuerza o sutilmente, la libre decisià³n de los oprimidos. En concreto, vulneran derechos de naturaleza y origen plural, graduando la violencia del sistema, incluso banalizándola en algunas ocasiones.
El derecho a la resistencia es una reaccià³n totalmente legàtima por parte de los oprimidos, aun cuando se produzca de forma violenta. La violencia defensiva no se puede analizar desde el punto de vista legal o limitativo de los propios Estados-nacià³n. En consecuencia, la violencia utilizada para la liberacià³n no vulnera los derechos humanos. Son las injusticias que permanecen en el núcleo de los conflictos las que reproducen el sufrimiento, y el sistema su único alimentador.
La garantàa de todos los derechos, incluàdo el de la vida, vendrá de la mano de aquà©llas y aquà©llos que luchan por la libertad. En definitiva, la defensa del derecho a la vida y del resto de los derechos humanos, si verdaderamente es democrática, tendrá que tener en cuenta las necesidades de las personas y de los colectivos.
En consecuencia, declaramos lo siguiente:
-1. La naturaleza de las presas y presos polàticos está àntimamente ligada al conflicto y al proceso de lucha del cual provienen. Surgen como consecuencia de haber tomado parte en los procesos de lucha y de padecer la represià³n de los sistemas que combaten. Su naturaleza polàtica es innegable a todas luces.
-2. La cárcel es un espacio de lucha. En à©l, las presas y presos polàticos se organizan como colectivo, adquiriendo una identidad propia. La conformacià³n de un colectivo es imprescindible para la supervivencia de las presas y presos. Tambià©n constituye la herramienta de participacià³n en los procesos sociales y polàticos de los cuales provienen las presas y presos, es decir, el cauce para su accià³n polàtica.
-3. La participacià³n de las presas y presos en las trasnformaciones sociales y polàticas, en los procesos de lucha y en el camino de superacià³n de los conflictos, es imprescindible. Es la garantàa de que dichos procesos culminen con à©xito.
-4. En la medida que las presas y presos polàticos surgen de los conflictos que generan los Estados-nacià³n, à©stos no reconocen su existencia. Hacen todo lo posible para negar esa realidad. La legislacià³n “antiterrorista” y la polàtica carcelaria son herramientas diseñadas para tal fin.
-5. Al mismo tiempo que a las presas y presos les niegan su naturaleza polàtica, el tratamiento especàfico que les aplican no hace sino subrayar su origen y naturaleza polàtica. Sin embargo, el fin de la polàtica carcelaria es terminar con la referencialidad de las presas y presos polàticos.
-6. Los Estados-nacià³n aliados del imperialismo niegan violentamente la naturaleza y el derecho de las presas y presos polàticos a participar en el proceso polàtico, en nombre de la lucha contra el “terrorismo”, al tiempo que proyectan la imágen de encendidos defensores de los derechos humanos.
-7. Los Estados-nacià³n imponen a las presas y presos polàticos la condicià³n de rehenes, en tanto que el conflicto permanezca en parámetros de enfrentamiento violento. Su objetivo es el siguiente: crear sufrimiento al preso y a su entorno; y por medio de à©llo, condicionar y en la medida de lo posible neutralizar la lucha que el pueblo lleva adelante.
-8. La libertad de las presas y presos y vuelta de los refugiados polàticos puede coadyuvar en la transicià³n del conflicto desde unos parámetros de enfrentamiento violento a un escenario sin expresiones violentas, siempre que se acuda a las raàces que lo originaron y se sitúe al mismo en vàas de solucià³n. La superacià³n de los problemas que originan el conflicto conllevaràa la posibilidad de aplicar la Amnistàa Total. De tal modo que todas las ciudadanas y ciudadanos que fueron represaliados a consecuencia del conflicto no tendràan motivo para volver a sufrir la misma situacià³n.
-9. La solidaridad para con las presas y presos polàticos no ha de renunciar al origen polàtico que tienen. La solidaridad debe estructurarse en parámetros polàticos. Aunque sin prescindir de la solidaridad humanitaria, en el núcleo de la solidaridad debe prevalecer la lànea de accià³n polàtica.
-10. Todas las participantes y los participantes en esta Conferencia nos comprometemos ha difundir esta declaracià³n en nuestros pueblos. Además, nos responsabilizamos de dar continuidad a esta lànea de trabajo y nos adherimos a la dinámica que aquà ha surgido.
Euskal Herria, 23 de mayo de 2004