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La debilidad del proceso bolivariano es una izquierda sin proyecto y estrategia propia

28. March 2005

Entrevista del Campo Antiimperialista con el Comandante Jerà³nimo Paz de las Fuerzas Bolivarianas de Liberacià³n – Ejercito Libertador (FBL-EL)

Durante el viaje de una delegacià³n del Campo Antiimperialista a Venezuela, que visitaba las principales fuerzas de la izquierda revolucionaria bolivariana de este paà­s, se ha realizado un encuentro con la organizacià³n polà­tico-militar de las Fuerzas Bolivarianas de Liberacià³n – Ejercito Libertador (FBL-EL). Esta organizacià³n guerrilla apoya, como fuerza independiente con presencia histà³rica en varios estados del paà­s, el actual proceso de cambio encabezado por el presidente Hugo Chávez. A continuacià³n publicamos la conversacià³n mantenida con miembros de la comandancia de las FBL-EL sobre la historia de la organizacià³n, su análisis de la coyuntura actual y de los desafà­os para la izquierda revolucionaria que explica las razones estratà©gicas de mantener una fuerza polà­tico-militar para profundizar y defender el proceso bolivariano.

Que es el papel de la izquierda revolucionaria en el proceso bolivariano hoy?

La izquierda todavà­a no ha logrado recuperarse de la derrota que sufre con los acontecimientos del 1989/91 en los paà­ses socialistas. Además las fuerzas de la izquierda revolucionaria venezolana tampoco no han vencido la derrota de los años 70. Esto por parte explica la divisià³n que existe entre las fuerzas de izquierda en Venezuela. La vieja izquierda hoy o está sin presencia decisiva en el proceso o está en la oposicià³n al proyecto bolivariano. Por lo tanto el movimiento popular se ha desarrollado muy focalizado y sà³lo responde a exigencias inmediatas. Hay experiencias interesantes, pero desarticuladas. Consideramos que parte del proyecto de reconstruccià³n de una izquierda revolucionaria en Venezuela es la elaboracià³n de una visià³n nacional a partir de los principios revolucionarios.

El proceso bolivariano pues no es un proyecto que surge desde la izquierda.

El PCV (Partido Comunista Venezolano) tenà­a su perà­odo glorioso en la lucha contra la dictadura de Pà©rez Jimà©nez, dictadura que se inscribà­a en la estrategia internacional de contencià³n del comunismo. La caà­da de la dictadura fue fruto de las movilizaciones populares. El PCV emerge de la caà­da de la dictadura de Pà©rez Jimà©nez como el partido mas fuerte. Pero no tenà­a una estrategia polà­tica de poder. La burguesà­a y sus partidos de derecha llamaron a la desmovilizacià³n y los dirigentes del PCV se alinearon a la burguesà­a afirmando las elecciones.
Del 1958 al 1975 Venezuela vivà­a el perà­odo de la lucha armada. Pero la lucha popular ya era en reflujo y la burguesà­a era en grado de instalar elementos de Estado social porque disponà­a de mucho dinero. Cuando el MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria) – divisià³n de AD (Accià³n Democrática) – convocaba al pueblo a la lucha armada, no lo seguà­a. Era mas bien un momento de lucha polà­tica y social.
La derrota de la izquierda la deja sin respuesta cuando el capitalismo y el sistema de Punto Fijo entraron en crisis. En Febrero del 1989 llega el Caracazo, primera insurreccià³n contra el modelo neoliberal, levantamiento espontáneo del pueblo. Inicia un proceso de reorganizacià³n, pero la izquierda queda fuera de la nueva dinámica, no tiene proyecto polà­tico como ya sucedà­a en 1958. Esto explica el surgimiento del fenà³meno de Chávez.
En los años de la movilizacià³n popular y social resurge una corriente patrià³tica dentro de las FF.AA. que entra en accià³n el 4 de Febrero de 1992. La izquierda la veà­a con simpatà­a, pero padeciendo de estrategia propia sà³lo la quedaba subordinarse, mientras que otra parte de la izquierda se ponà­a abiertamente en contra de los militares bolivarianos. La izquierda venezolana siempre ha sido marcada por el seguidà­simo que hasta hoy se revela cuando Chávez dice algo y la izquierda lo sigue, pero sin proyecto propio, sin estrategia, lo que constituye una debilidad del proceso.

Como nacen las FBL en este panorama de una izquierda derrotada y en crisis?

El núcleo fundador viene del PCV, otro grupo del cristianismo de base, la teologà­a de liberacià³n, y el tercer sector surge de los nuevos movimientos sociales.
A la izquierda de los años 60 y 70 de hecho le faltaba una estrategia de poder. A final de los años 70, comienzo de los 80 nosotros comenzábamos a notar esta ausencia de una estrategia dentro del PC. Por lo tanto el partido tendà­a a ser absorbido por el reformismo y sà³lo se movà­a cada cinco años en perà­odo electoral. Cuando se iniciaban los debates dentro del PCV, el objetivo era apuntar hacia una revisià³n de la estrategia polà­tica y la visià³n. El fracaso de la izquierda frecuentemente se explica por implementar esquemas. El PCV no tenà­a un análisis y un proyecto para Venezuela. Casi era prohibido leer a Bolà­var por ser considerado burguà©s, miembro del sector de los mantuanos. La izquierda revolucionaria todavà­a no ha superado este esquematismo que nos dificultaba entender el significado del proceso bolivariano. Como Lenin en su tiempo construyo una teorà­a revolucionaria desde y para Rusia, nuestro reto es hacerlo para Amà©rica Latina en general y Venezuela en particular. Esta construccià³n de una teorà­a revolucionaria pasa por la combinacià³n de Marx y Bolà­var. Las FBL nacen a partir de este concepto, somos marxista bolivariano.
Otro problema a considerar era aquel del pueblo. El pueblo tiene que ser en el centro de la estrategia, no como mera consigna, sino en los hechos. Son las masas en desarrollo donde puede nacer el socialismo. La izquierda histà³rica hizo el error de planificar la revolucià³n sin considerar a las masas, sus exigencias, su grado de desarrollo. La construccià³n desde las masas nos lleva al concepto de poder popular. Las FBL no planteamos la toma del poder por asalto, sino la construccià³n del poder popular.
A medidos del 1986 se celebra un primer encuentro nacional, llamada Reunià³n del Pozo, Estado de Zulia, que fue la reunià³n constitutiva. En esta reunià³n se planteaba un estudio teà³rico y de la realidad del paà­s. La experiencia de Centroamà©rica era decisiva ya que demostraba la importancia del elemento nacional, por ejemplo Sandino en Nicaragua, Farabundo Martà­ en El Salvador. Del punto de vista ideolà³gico nos basamos en el marxismo, pero se agrega el elemento nacional, lo que para Venezuela es Bolà­var. Se trata de una lectura marxista de la realidad venezolana orientada hacà­a el pueblo, con un lenguaje mas fresco, no sà³lo comprensible para los militantes de partido.
En la primera reunià³n tambià©n se tomà³ la decisià³n de formar una organizacià³n polà­tico-militar. Esto partà­a de la idea que la liberacià³n pasa por el enfrentamiento con el imperio y por lo tanto requiere una estrategia polà­tica, militar e internacional. Todavà­a faltaba una formacià³n militar ya que en esta primera etapa no habà­a gente de la guerrilla de los 70. La formacià³n militar poco a poco se lograba acumular a lo largo de los años en diferentes partes.
Sà³lo seis dà­as despuà©s de la fundacià³n en el 86 habà­a el primer enfrentamiento con la policà­a polà­tica que nos dejaba un muerto. Este hecho sin embargo no pasaba al conocimiento público ya que nuestro plan preveà­a una construccià³n silenciosa para crear las condiciones de aparicià³n pública de la organizacià³n que, según nuestro análisis, hubiese requerido un perà­odo de unos diez años. El golpe del 1992 acelerà³ este proceso. El 23 de Septiembre una unidad de nuestra organizacià³n ejecutà³ la “Operacià³n Dignidad” contra la corrupcià³n representada en Antonio Rà­os, ex presidente de la CTV (Central de los Trabajadores de Venezuela), reivindicada en una comunicado público donde se explica el porque de la accià³n y se da a conocer la existencia de las FBL, rompiendo asà­ el silencio y pasando la etapa de la construccià³n clandestina. La corrupcià³n era un elemento muy sentido y sigue sià©ndolo. Por esto lo retomamos como bandera de lucha como tambià©n lo hace el Presidente Chávez hoy en dà­a.

Como se inscriben las FBL dentro de las fuerzas que apoyan el actual proceso bolivariano?

Somos un proyecto polà­tico preciso que todavà­a se está desarrollando y nos consideramos parte de la vanguardia colectiva. Retenemos que Chávez tiene un liderazgo efectivo en el pueblo, por esto apoyamos el proceso bolivariano, pero de manera independiente.
Hay dos aspectos que consideramos los peligros principales para el proceso, el Plan Colombia y el reformismo dentro del chavismo. El proceso bolivariano no es homogà©neo. A causa de la debilidad de la izquierda, en el chavismo confluyeron amplios sectores de la derecha, de la IV. República. Cuando Chávez sale de la cárcel buscaba aliados dentro de la izquierda que sin embargo quedaba sorda a sus propuestas. Contrariamente la burguesà­a criolla, golpeada del modelo neoliberal, inmediatamente se insertaba en el proceso chavista. Luis Miquelena se afiliaba con Chávez construyendo una plataforma polà­tica para apoyarlo. Esto es expresià³n de la búsqueda de un proyecto de salvacià³n de la burguesà­a criolla. El programa de nacionalizacià³n, de desarrollo endà³geno y de incentivar la economà­a interna son todos elementos que refuerzan la burguesà­a criolla.
El pensamiento de Chávez sin embargo va mas allá. Su programa en el contexto internacional actual representa un proyecto revolucionario, su posicià³n frente a los EE.UU. es un desafà­o al capitalismo actual. Ya se ha logrado una mayor depuracià³n, pero los elementos burgueses siguen siendo fuertes, tanto econà³micamente como numà©ricamente, y son en grado de controlar el proceso. La lucha de clases se desarrolla al interno del chavismo.

Cual es la posicià³n de Chávez frente a las organizaciones de izquierda y revolucionarias pro-bolivarianas?

Primero Chávez no cree mucho en la izquierda revolucionaria venezolana, tambià©n a causa de su propia experiencia con ella. La izquierda por ejemplo prometà­a un levantamiento popular para el 4 de Febrero de 1992 en apoyo a la rebelià³n militar de Chávez. Pero los camiones con armas quedaban inutilizados en los barrios. Además muchos sectores de la izquierda se han expresado en contra de Chávez. Nosotros consideramos a Chávez un revolucionario, si no, ya hubiera sido absorbido por el sistema. Fidel Castro en una ocasià³n ha recomendado a Chávez gobernar con la izquierda. Chávez le dijo que si, pero con cual izquierda, que donde está esta izquierda.
Segundo hay que entender el concepto polà­tico de Chávez. Su pensamiento todavà­a no está a la altura de las exigencias de la revolucià³n a pesar de que se ha desarrollado hacà­a la izquierda. Por ejemplo antes hablaba del capitalismo salvaje con la alternativa implà­cita de un capitalismo humano, hoy sà³lo habla del capitalismo y durante el Foro Social Mundial planteaba el socialismo como alternativa. O sea pasa del nacionalismo a un nacionalismo de izquierda con posiciones cada vez mas revolucionarias.
Sin embargo en la concepcià³n estratà©gica del proceso este planteamiento no se refleja. Todavà­a queda mucho de las categorà­as propias de los militares que no valoran el papel del pueblo y de la izquierda. El paradigma básico son los tres pilares, el liderazgo personal, las Fuerzas Armadas Nacionales como partido y el pueblo. En el discurso de los militares patrià³ticos se evidencia una concepcià³n mesiánica que tambià©n existe en Chávez cuando siempre insiste que el resolverá los problemas, que el interpreta la voluntad del pueblo, etc.

Sin embargo, el proceso bolivariano plantea una democracia participativa y protagà³nica, un nuevo modelo de Estado.

Los que dirigen el proceso no contemplan, a excepcià³n a lo mejor de Chávez, un concepto popular donde la democratizacià³n del poder sea parte integral de los objetivos estratà©gicos. El momento actual del proceso se puede definir como revolucià³n democrático-burguesa. Consideramos que nuestro papel es construir y articular el movimiento popular, una fuerza social y polà­tica, que pueda invertir las correlaciones de fuerza e imponer al Estado el poder popular para dar a la revolucià³n un carácter democrático-popular. La burguesà­a criolla puede ser parte de un proyecto de liberacià³n nacional, pero no puede ser su vanguardia. Entendemos la revolucià³n sobre todo como poder popular. El socialismo en este sentido se construye directamente desde el seno del movimiento de masas. Si no se logra la trasformacià³n de la revolucià³n en revolucià³n popular, el peligro es un retroceso histà³rico donde la nacià³n venezolana pueda perder hasta su propia independencia.
En este momento lo determinante, la direccià³n del proceso, es el Estado. El Estado que nace con la constitucià³n bolivariana sin embargo es controlado por la burguesà­a criolla la cual, a pesar de que no controla a las masas, no deja espacio a los movimientos populares que a su vez son limitados en su fuerza a causa de la debilidad de la izquierda.

Hay contradicciones en el proceso, debilidades de la burguesà­a, que podrà­an permitir a las fuerzas revolucionarias ponerse a la cabeza del proceso?

El problema es que el pueblo todavà­a es poco organizado y mas aún las organizaciones revolucionarias asà­ que no tienen la posibilidad de incidir en el espacio público. El pueblo sigue la direccià³n de Chávez, pero sin organizacià³n ni proyecto propio. El mà©rito de Chávez es que sabà­a utilizar un lenguaje simple y construir propuestas cercanas al pueblo que son viables. El problema está en entender la necesidad de un proceso organizativo al interno del proceso bolivariano, dentro del pueblo. La coyuntura actual ha abierto nuevos espacios tambià©n institucionales para la acumulacià³n de fuerzas de donde se puede desarrollar la estrategia revolucionaria. Las alcaldà­as por ejemplo pueden ser un instrumento que permite articular y crear un referente de poder popular. Pero el desarrollo organizativo es lento.

El peligro de una intervencià³n estadounidense y la propuesta de Chávez de defensa integral popular del paà­s indica una mayor integracià³n del pueblo en el proceso, incluso en las Fuerzas Armadas?

El objetivo debe ser la formacià³n de una vanguardia plural que encarna la defensa integral del paà­s, el anticapitalismo, la profundizacià³n de la revolucià³n y la construccià³n de un nuevo Estado. Si surge una vanguardia plural nosotros como FBL nos disolveremos en ella. El debate alrededor de la nueva doctrina de defensa puede ser un aporte. Nuestra visià³n estratà©gica tambià©n parte de la confrontacià³n con el imperio, razà³n por la cual mantenemos un aparato militar, no para asaltar el poder.
Dentro de las Fuerzas Armadas todo esto ha provocado una discusià³n, hasta que algunos exponentes observaban que si asà­ son las cosas – o sea una doctrina militar completamente nueva tanto en su diseño estratà©gico como tambià©n en sus instrumentos, una concepcià³n de unidades de defensa populares – entonces las FBL tienen razà³n en su planteamiento. Esto indica que la là­nea de Chávez hasta en las propias fuerzas armadas crea contradicciones.

Como enfrenta la izquierda revolucionaria el prà³ximo perà­odo que será marcado por el acercamiento de las elecciones presidenciales del 2006?

El pensamiento de Chávez es muy condicionado por la correlacià³n de fuerzas. Chávez mismo hoy plantea todos los problemas claves como el antiimperialismo, el burocratismo, el reformismo, la democracia participativa, etc., temas propios de la izquierda revolucionaria. Antes del referà©ndum nos esperábamos un discurso reconciliador de Chávez, el en cambio ha radicalizado su là­nea y ha iniciado un ataque contra los aspectos dà©biles dentro del proceso mismo. Los revolucionarios tenemos que estar atentos de no alejarnos del papel dirigente real que juega el Presidente Chávez.
Nuestra crà­tica principal es que Chávez no promueve la creacià³n de una vanguardia colectiva para llevar adelante el proceso apoyándose en ella. En esto muestra demasiado pragmatismo. Mucho sin embargo depende de la polà­tica que seguirán los EE.UU. frente a Venezuela. Nosotros definà­amos el prà³ximo perà­odo como una tregua relativa ya que considerábamos que Bush fuese ocupado en el Medio Oriente. Sin embargo, contrariamente a nuestra previsià³n, el desarrollo de la coyuntura polà­tica actual demuestra que los EE.UU. no esperarán para tomar acciones que apuntan a resolver el “problema Venezuela”. Esto se expresa en el discurso sobre el “populismo radical” de James Hill, ex-comandante del Comando Sur. Antes de las elecciones del 2006 pensamos que habrá una aceleracià³n de las iniciativas estadounidenses lo que va a condicionar las elecciones. Puede ser que la contradiccià³n fundamental imperio-nacià³n se volverá dominante para la prà³xima coyuntura polà­tica venezolana y influirá en el debate entre reforma y revolucià³n. Nosotros vamos a estar presentes en este escenario porque podemos decir que despuà©s del presidente Chávez somos parte de las fuerzas mas organizados.

Venezuela, Febrero 2005

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