Reportaje de Camilo Rueda Navarro sobre los cambios en Ecuador
Ecuador avanza por la senda del cambio. El triunfo electoral aprueba la instalacià³n de una Asamblea Constituyente, que está habilitada para elaborar una nueva constitucià³n para el vecino paàs. Este es un primer paso para la refundacià³n de la nacià³n impulsada por el presidente Rafael Correa, y que pretende implementar transformaciones polàticas y sociales desde el Estado, recuperar la soberanàa nacional y avanzar hacia un modelo de democracia participativa en beneficio del pueblo.
Las elecciones se desarrollaron luego de una agitada confrontacià³n polàtica, despuà©s de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) destituyera a 57 diputados por violentar la ley al entorpecer la convocatoria a la consulta e intentar sustituir al presidente del máximo organismo electoral, el mismo TSE.
La convocatoria a la consulta prosiguià³ entonces con el apoyo de amplios sectores sociales que respaldaron la iniciativa gubernamental, mientras repudiaban a los diputados destituidos, desacreditados por corruptos. Asà lo expresaron miles de personas en la sede del Congreso y en manifestaciones de apoyo al gobierno, posesionado el 15 de enero pasado. Correa cuenta con gran aceptacià³n entre los sectores populares, y es el mandatario con mayor respaldo y simpatàa en las últimas dà©cadas.
Ecuador se ha caracterizado en los últimos años por vivir una gran inestabilidad polàtica, llegando a tener ocho presidentes en menos de diez años, (desde 1996 ningún mandatario ha terminado su periodo constitucional) y al ser uno de los paàses más corruptos de Amà©rica Latina. Ahora, el pueblo y el gobierno están comprometidos más que nunca con el cambio polàtico. 6.578.224 personas participaron en la consulta (más del 71% del electorado). En los prà³ximos meses se elegirán 130 asambleàstas encargados de elaborar la nueva constitucià³n y posteriormente se convocará a referendo para darle aprobacià³n a la carta magna.
Ecuador se inscribe asà dentro de los paàses latinoamericanos que avanzan por la senda del cambio, junto a Venezuela y Bolivia, principalmente. Para la prensa burguesa y las oligarquàas nacionales, este es visto como un autà©ntico “eje del mal”. Pero lo que se vive en estos paàses es la recuperacià³n de la soberanàa nacional, algo de lo que poco queda en Colombia, y el ascenso del pueblo hacia el poder.