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Paà­s Vasco: No puede haber paz en una cuadro de guerra permanente!

21. October 2007

Resolucià³n del Campo
Antiimperialista en solidaridad con los dirigentes detenidos de la Izquierda
Abertzale.

El 4 de Octubre, la policà­a
española, ejecutando una orden del juez Baltasar Garzà³n, detuvo a 22 militantes
independentistas vascos considerados grupo dirigente del ilegalizado partido
Batasuna. Anteriormente, el dà­a 3 de octubre, ya fue detenido su portavoz
internacional Joseba àlvarez. La ola represiva contra los militantes abertzales
sigue con dos detenciones mas de miembros de la mesa nacional de Batasuna el 18
de octubre. Estos acontecimientos se inscriben en una serie de acciones
policiales contra el movimiento independentista iniciadas con el
encarcelamiento de su principal dirigente Arnaldo Otegi el 8 de junio de este
año que aparentemente significan la declaracià³n de muerte al proceso de diálogo
con la organizacià³n armada vasca ETA por parte del gobierno español de Josà©
Luà­s Rodrà­guez Zapatero.

Desde una lectura coyuntural, estos
actos graves contra los activistas abertzales y el proceso de paz con ETA
responden a la ligera là³gica electoral del establecimiento polà­tico español. Ante
el triunfo del opositor Partido Popular (PP) en los comicios municipales y
autonà³micos en mayo de este año, el Partido Socialista (PSOE) de Zapatero
siente la necesidad de un reajuste de su là­nea polà­tica para reconquistar votos
en vista de las elecciones generales a celebrarse a inicios del 2008.

En 2004, el intento del PP de
Aznar a atribuir el atentado del 11 de Marzo a ETA no sà³lo llevà³ al triunfo
electoral del PSOE, sino marcà³ un momento excepcional de por lo menos
neutralidad en la opinià³n pública española frente a un posible dialogo con ETA.
La ola “pacifista” en la sociedad española, que se habà­a expresado
anteriormente en las manifestaciones de masa contra la guerra de Irak, empujà³
al nuevo presidente Zapatero no sà³lo a la retirada de las tropas españolas de
Irak, sino tambià©n a una abertura hacà­a el dialogo con las naciones sin Estado
(“comunidades autà³nomas”) que habà­an vivido años de plomo bajo el anterior
gobierno de Aznar. Con una posible solucià³n del conflicto armado con ETA, Zapatero
ya se veà­a como hombre de Estado de tamaño internacional y con esto garantizado
futuros triunfos electorales para su partido.

Sin embargo, la coyuntura
polà­tica pos 11 de Marzo con la defensiva temporal del PP y de los sectores mas
agresivos del españolismo pos-franquista, no ha cambiado en profundidad la correlacià³n
de fuerzas estructural en el Estado Español, ni en el establecimiento
polà­tico-econà³mico dominante, ni en el PSOE, ni tampoco en la “opinià³n pública
española”. El reconocimiento de la única solucià³n verdadera y democrática del conflicto
vasco, el derecho a la autodeterminacià³n incluyendo la independencia, está
fuera del alcance polà­tico del sistema constituido español y la voluntad de su
la clase dominante, e incluso de la mayorà­a del pacifismo pequeño burguà©s de
centro izquierda.

De ahà­ se ha repetido una
situacià³n ya conocida de pasados procesos de diálogo entre representantes de
ETA y del gobierno español. El Estado español exige una solucià³n fácil, rápida
y superficial en la cual ETA ponga fin a la lucha armada sin que el gobierno a
su vez reconozca las causas del conflicto y dà© garantà­as que permitan el
ejercicio democrático de la voluntad vasca con un referà©ndum sobre la
autodeterminacià³n. Ni las mà­nimas medidas de distensià³n fueron tomadas por el
gobierno, como el acercamiento de los presos vascos dispersos en las cárceles
españolas a su patria o la derroga de las escandalosas ilegalizaciones de
fuerzas polà­ticas y sociales vascas como Batasuna.

A final de cuentas, la là³gica del
Estado imperialista se ha impuesto nuevamente en la actuacià³n del PSOE con el
cambio de la coyuntura en la cual Zapatero habà­a calculado poder sacar provecho
electoral de un acercamiento con los vascos. Esta là³gica de Estado y del
sistema imperialista en su totalidad muestra sus là­mites estrechos de abertura
cuando siente una dinámica democrática de ruptura, cuando enfrenta a un pueblo conciente
de sus derechos que cuestiona el marco polà­tico-econà³mico existente, cuando la
situacià³n polà­tico podrà­a escapar de las manos al bloque dominante con el
ejercicio del derecho democrático de referà©ndum en manos de un pueblo que exige
decidir soberanamente sobre su futuro.

Esta là³gica de conservacià³n
del poder tambià©n prevalece en el autonomismo del Partido Nacionalista Vasco
(PNV). Su polà­tica está marcada del peor aspecto del reformismo socialdemà³crata
clásico: esconder detrás de unas frases y discursos bellos sobre derechos a la
autodeterminacià³n, una polà­tica real reducida al diálogo inter-à©lite con el
establecimiento español excluyendo al pueblo vasco en general y sus actores
sociales y polà­ticos pro-independentistas en particular de las mesas de
discusià³n. El objetivo de su polà­tica es pintar las viejas figuras jurà­dicas autonomistas
de nuevos colores y sacar el mayor provecho para el bloque dominante vasco, los
sectores incrustados en el aparato polà­tico-administrativo autonomista y la
burguesà­a representados por el PNV.

Despuà©s de casi 20 años de
dominio neoliberal del imperio norteamericano y sus lacayos europeos, ya no
queda la menor duda que el establecimiento capitalista no está dispuesto a
negociar e implementar reformas dignas de su nombre, cambios mas allá de una
fachada engañosa para perpetuar su dominio y desorganizar a pueblos en proceso
de liberacià³n, medidas para profundizar los derechos de los pueblos a decidir
soberanamente su futuro. Y donde un pueblo se organiza para exigir e implementar
cambios, donde la dinámica polà­tica abre una brecha en el dominio imperial, cae
la fachada “democrática” y surge violentamente la esencia del imperio como sistema
totalitario de conservacià³n del poder de un bloque econà³mico-polà­tico-cultural
oligárquico.

No queda otro camino que
organizar el poder popular, acumular fuerzas con los mà©todos más eficaces de
cada momento, aprovechar las coyunturas polà­ticas cambiantes, las aberturas momentáneas
en el campo enemigo cuando estos se den, y resistir a los momentos de guerra,
para construir el bloque histà³rico popular antiimperialista de la liberacià³n
nacional y social.

En esta batalla, es crucial el
acompañamiento de la solidaridad internacionalista a los pueblos mas avanzados
– como el palestino, iraquà­ o libanà©s en el mundo árabe, el venezolano,
boliviano, colombiano, ecuatoriano, cubano o mexicano en Latinoamà©rica, y el
vasco en Europa. Una solidaridad encaminada al fortalecimiento mutuo a partir
de las experiencias compartidas de todas estas resistencias, dirigida a la
construccià³n de un frente internacional antiimperialista!

“Sean
capaces siempre de sentir, en lo más hondo, cualquier injusticia realizada
contra cualquiera, en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda del
revolucionario.” (Ernesto Che Guevara)

 

Libertad
para los dirigentes abertzales y todos los presos polà­ticos vascos!

Abajo
la justicia de venganza españolista y el inquisidor de estilo Guantánamo
Baltasar Garzà³n!

Por
el derecho a la autodeterminacià³n del pueblo vasco – referà©ndum ya!


Campo Antiimperialista

 

 

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