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Desatemos con frenesà­ el verdadero poder constituyente del pueblo

27. December 2007

Declaraciòn del Frente Nacional Campesino Ezequiel Zamora (FNCEZ) y Frente Nacional Comunal Simòn Bolìvar (FNCSB)


Frente a los
resultados electorales que dan por ahora negadora la propuesta presidencial de
Reforma de la Constitucià³n queremos manifestar lo siguiente:

Como es de público
conocimiento la convocatoria al referendo es una muestra de la vitalidad y
profundizacià³n de la democracia participativa y protagà³nica de la cual nuestro
pueblo es el único sujeto. Como nunca antes el rol del pueblo como depositario
de las decisiones fundamentales de nuestra vida polà­tica se ha visto consagrado, haciendo de la
democracia un hecho real y concreto.

Este papel
constituyente del pueblo y la ampliacià³n-profundizacià³n de los derechos
econà³micos, polà­ticos, sociales y culturales estaban contenidos en la propuesta
de reforma constitucional, por medio del diseño de un estado de transicià³n al
socialismo entre cuyos elementos destacan, el rol preponderante de la economà­a
socialista, la instauracià³n del poder popular como forma fundamental de
ejercicio del poder y el gobierno del pueblo, la soberanà­a alimentaria, la
eliminacià³n del latifundio y los monopolios. La ampliacià³n de la seguridad
social a los sectores más desprotegidos, la reduccià³n de la jornada laboral
etc. Dentro de estos aspectos estaba planteada la posibilidad de reelegir
cuantas veces el pueblo quiera al Comandante Chávez.

Esta posibilidad
cierta de constitucionalmente avanzar en la construccià³n del socialismo bolivariano
desde el inicio se vio confrontada por las fuerzas más oscuras de la
contrarrevolucià³n interna y yanqui, que no dudaron en movilizar recursos
econà³micos y humanos para desatar las mas macabra campaña de distorsià³n y
confusià³n de la reforma constitucional. A la campaña de terror y manipulacià³n
mediática le sumaron la movilizacià³n de sus caballitos de batalla como son los
estudiantes pequeñoburgueses hijos de lo peor de la cultura de consumo y el
individualismo capitalistas. El enemigo tiene claro que la continuidad de la
dominacià³n imperial, en el continente se juega en Venezuela sus grandes
batallas.

Por lo mismo no
dudaron en incorporar a sus filas en calidad de aliados circunstanciales o
quizás hasta estratà©gicos a factores reformistas traidores del proceso como son
PODEMOS y el ex-Gral. Baduel. Quienes fueron la voz cantante de la
contrarrevolucià³n durante toda la campaña y los principales satanizadores de la
propuesta presidencial.

Pero por otro lado
tambià©n desde dentro del proceso hubo sectores y dirigentes con
responsabilidades importantes que conspiraron contra la iniciativa
presidencial. Nos referimos a las decenas de alcaldes, concejales, diputados y
muchos gobernadores que simplemente se montaron las bolas al hombro y
sabotearon la campaña electoral dejando prácticamente sà³lo, en ella, al
compañero Presidente y al pueblo que con las uñas tuvo que parir sus recursos y
montar su campaña. Estos dentro de la nueva coyuntura y escenario serán
desmantelados por el avance duro de compañeros y compañeras que hoy amanecemos
con el espà­ritu combativo en niveles más altos que los de ayer, 

Este sabotaje
interno propio de los sectores burà³cratas y corruptos que disfrazados de
revolucionarios usan las instituciones y sus puestos en el gobierno para beneficio
propio y de grupo al tiempo que sabotean la implementacià³n de la polà­ticas
revolucionarias sirvià³ de alimento a la frustracià³n, desesperanza y apatà­a de
cientos de miles de compatriotas que no ven respuestas en ese “estado” y en
esos funcionarios que se hacen llamar “gobierno” y en los cuales no se sienten
para nada reflejados.

Por ello y de
manera autocritica queremos resaltar un problema fundamental que tiene la
revolucià³n y ese es problema de la conciencia. Con todos los avances que hemos
tenido en estos años de lucha, todavà­a como pueblo y como clases dominadas en
lucha por la liberacià³n nos movemos en el terreno de la emocià³n, de la adhesià³n
circunstancial al liderazgo presidencial, de la poca profundizacià³n en las
propuestas del socialismo bolivariano, de la militancia temporal y aà©rea, de la
dispersià³n y atomizacià³n de nuestras fuerzas y luchas. No hemos roto aún con
los criterios economicistas, del “cuanto hay por eso”.

De la falta de
organicidad e implementacià³n de los mà©todos correctos de trabajo
revolucionario. Todos estos y muchos otros elementos nos llevaron a no
dimensionar el carácter estratà©gico de la reforma y el por quà© estábamos
obligados a ganarla. Preferimos traspasar esa responsabilidad, nuestra, al
Presidente y confiados en la victoria por “arte de la magia del Comandante”,
asumimos el triunfalismo y el exceso de confianza como práctica polà­tica,
olvidando que en polà­tica nada es ciento por ciento seguro. Quizás ese fue uno
de nuestros grandes errores, pero tambià©n del Comando Zamora que como comando
prácticamente no funciono, sino un cogollito de los sesudos y operadores
polà­ticos de siempre, que esta vez se estrellaron contra la realidad dura y
cruel, que los lideres no pueden denominarse revolucionarios mientras se esta
distanciado del barrio, del cerro y del campo rural.

Ahora le toca al
pueblo, nos toca asumir autocrà­ticamente este revà©s electoral, nos toca hacer
un profundo balance de nuestras fuerzas, del enemigo, de los traidores y de los
que conspiraron desde dentro. Nos toca traspasar los márgenes de la camisa de
fuerza que es la institucionalidad y su cuerda de burà³cratas y corruptos, para
implementar el programa revolucionario tenemos que prescindir de ellos. Nos
toca cobrar y cobrar duro a alcaldes, diputados y gobernadores traidores, nos
toca desatar desde abajo el verdadero poder constituyente, la accià³n
transformadora del pueblo, construir con o sin apoyo del estado y al lado del
comandante Chávez la nueva institucionalidad revolucionaria, profundizar el
desarrollo de la conciencia, la formacià³n y los valores. Darle un parao a la
desesperanza y a la frustracià³n. Las respuestas y soluciones a las necesidades
que tenemos como pueblo tenemos que darlas nosotros mismos, “el pueblo salva al
pueblo”.

La Liberacià³n Nacional
y el Socialismo sigue siendo la tarea revolucionaria y popular de carácter
prioritario. Hagamos un alto en el camino para ver el frondoso bosque de la
montaña, para abrazarnos, para organizar nuestros hombres, municiones,
provisiones y trazar los nuevos caminos por los cuales transite la revolucià³n
bolivariana esta vez en manos de sus legà­timos dueños, el pueblo armado de
conciencia y organizacià³n.

A todos los
compañeros y compañeras de lucha, a los confundidos, a los que se abstuvieron
de esta pelea, los convocamos a no dejar que la tristeza, la rabia y el miedo
los paralice. Ahora es cuando recià©n empieza la pelea, ahora es cuando recià©n
las orejas de lo nuevo se asoman, ahora es cuando se clarifican y depuran las
aguas, ahora es cuando el cantar del gallo anuncia al sol de la victoria
clareando en Santa Inà©s. Ahora es cuando como un solo puño firme y con la
mirada intacta debemos golpear a los enemigos de la revolucià³n, redoblando el
trabajo, la mà­stica, incrementar los niveles de organizacià³n y conciencia.
Realmente asumir la corresponsabilidad historica en el accionar del
protagonismo participativo. Para con moral combatiente y energà­a renovados
decir a una sola voz: Nacimos para vencer y no para ser vencidos.

Ordene compañero Comandante Chávez.

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