Mujeres vascas llaman a 8 de marzo 2008 bajo el lema: Yo mujer, yo fui, yo soy, yo serà©, como Euskal Herria, libre y socialista!
¡No a la caza de brujas, Fin al estado de sitio en Euskal Herria!
“¡El orden reina en Euskal Herria! ¡Ah! ¡ insensatos verdugos! No os dais cuenta de que vuestro orden está levantado sobre arena…!”
La persecucià³n de las mujeres sabias igual como la de los hombres “herejes”, exilià³ a las ideas y al conocimiento más avanzados, castigando de este modo generaciones con ignorancia y sumisià³n.
Nosotrxs no miramos hacia otro lado cuando se atiza ante nuestros ojos otra caza de brujas, ahora en Euskal Herria. Mientras vivimos en un mundo de opresores y oprimidos, no podemos huir de la cotidiana decisià³n: ¿en que lado estas?
Ante semejante y constante desafào muchxs, muchisimxs, demasiadxs izquierdistas han recurrido al reformismo, que no es nada más que el gotero del poder comprando voluntades dentro de la izquierda, cuyo efecto y secuelas se manifiestan en desinformacià³n y paralizacià³n hasta la corrupcià³n y la traicià³n.
Quienes frente
a las detenciones y encarcelamientos de cientos de inocentes vascas y vascos, a la ilegalizacià³n de cualquier actividad y medios de opinar polàtica, social y culturalmente, hasta la prohibicià³n de todo partido que se hizo y hace portavoz de las reivindicaciones de la izquierda independentista,a los cientos de años de condenas para inocentes, pronunciados por jueces que solo son interrumpidos por el silencio de quienes torturan y quienes dejan que se torture,
quienes entonces se declaran de izquierdas y reproducen el repertorio “tirabombas, terroristas y todo es ETA” à©stos ya se han posicionado. Hablan el idioma del poder, repiten sus mentiras y se llaman conformistas. No han aprendido nada de la historia, pero han aprobado en conducta, gracias a lo cual el estado calcula el potencial de resistencia, para establecer hoy el estado de sitio en Euskal Herria, para mañana extenderlo como estado normal a todas partes. El conformista es ejemplar de una sociedad en extincià³n, porque reprime y encarcela su propia juventud, apenas reivindica sus derechos. ¡Pero un mundo sin jà³venes no tiene futuro!
El urgente deseo de cambio social, por si solo, no nos salva de los intereses, ni de su imposicià³n por parte de los poderosos.
Para darle vida a este nuestro deseo de socialismo, el alma necesita patas, cabeza, ojos, voz, todo un cuerpo, donde necesidad, conciencia y decisià³n toman formas concretas.
La lucha para una vida digna es pues, la permanente creacià³n de contrapoder, de organizacià³n colectiva, es la traduccià³n de nuestros intereses y de nuestra moral en letras, voz y accià³n.
Siglos de dominio patriarcal, caza de brujas y explotacià³n capitalista no han quebrado a la mujer luchadora, que sigue dando a luz a jà³venes luchadores, sembrando comunidades y creando cada vez más formas para divulgar la verdad. Nos toca a nosotrxs intervenir y parar sufrimiento e injusticia!
Incansables como la revolucià³n, las mujeres nos erguimos hoy y mañana anunciando con todas las trompetas: ¡yo fui, yo soy, yo serà©, como Euskal Herria, libre y socialista!