Comunicado de las FARC-EP y mensaje de solidaridad del Campo Antiimperialista ante la noticia de la muerte del legendario comandante guerrillero.
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25 de Mayo de 2008 / A travà©s de un video entregado al canal Telesur, Timoleà³n Jimà©nez, miembro del Secretariado del grupo insurgente, confirmà³ la muerte de quien fuera el máximo làder del grupo guerrillero desde 1964.
Timoleà³n Jimà©nez, miembro del Secretariado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejà©rcito del Pueblo (Farc-EP), confirmà³ la muerte de Pedro Antonio Maràn, tambià©n conocido con los sobrenombres de Tirofijo o de “Manuel Marulanda Và©lez”, quien fuera el máximo làder del grupo guerrillero desde 1964.
Informà³, en un video enviado al canal Telesur, que Marulanda murià³ el pasado 26 de marzo, “en brazo de su compañera y rodeado de su guardia personal y de su seguridad, luego de una breve enfermedad. Le hemos dado honrosa sepultura. Lo despedimos honrosamente en nombre de los miles y miles de guerrilleros farianos y boliarianos y de los miles y miles que lo aman por encima de la asquerosa campaña mediática contra las Farc.”
Alfonso Cano pasa a reemplazar a Marulanda en el secretariado como nuevo comandante. Como integrante pleno del secretariado ingresa Pablo Catatumbo y como suplentes Bertulfo àlvarez y Pastor Alape. El comunicado tambià©n expresa que las Farc-EP continuarán sà³lidamente unidas y que se mantienen vigentes las propuestas alrededor de los acuerdos humanitarios y las salidas polàticas.
A continuacià³n transmitimos el texto completo del comunicado:
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Comandante Manuel Marulanda Và©lez: Juramos Vencer!
Cuando hace 60 años, la oligarquàa desatà³ la guerra fratricida en nuestro paàs a travà©s del terrorismo oficial y los odios partidistas buscando cambios en la tenencia de la tierra y la recomposicià³n del poder polàtico, desestimà³ la enorme capacidad de resistencia de nuestro pueblo y las colosales dimensiones de su dignidad.
Al igual que centenares de miles de campesinos, Pedro Antonio Maràn fue perseguido desde entonces por el gobierno y los sicarios paramilitares de la à©poca, obligado a abandonar su sosiego, trabajo y pertenencias y luego, a defenderse para sobrevivir a la barbarie oficial en aciago episodio de nuestra historia nacional que costà³ la vida a cerca de 300 mil compatriotas y propicià³ el despojo impune de millones de hectáreas de tierras fà©rtiles que pasaron a manos de poderosos jefes liberales y conservadores de todo el paàs.
Desde entonces, merced a su liderazgo y enormes capacidades polàtico-militares, quien luego se llamaràa Manuel Marulanda Và©lez en homenaje a un làder sindical asesinado, fue asimilando su experiencia militar y desarrollando una visià³n del mundo revolucionaria y comunista que le permitià³ comprender cabalmente las profundas causas econà³micas, sociales y polàticas no solo de su propia situacià³n personal sino de los profundos desequilibrios, violencias e injusticias de nuestra sociedad.
Cuando en 1964, la oligarquàa lanza en el sur del Tolima una nueva y criminal ofensiva militar contra el campesinado denominada Plan Laso, bajo la abierta direccià³n del Pentágono norteamericano, Manuel Marulanda Và©lez junto a 47 campesinos, luego de innumerables gestiones polàticas por la paz que no fueron atendidas, se levanta en armas para enfrentar la agresià³n e ir al fondo de la solucià³n: luchar por el poder polàtico y sentar las bases de una sociedad con justicia social en marcha al socialismo.
Si Washington y la oligarquàa no permiten la lucha revolucionaria por las vàas democráticas entonces optamos por esa única opcià³n posible y ¡nacen las FARC!
Inigualable estratega, conductor genial, guerrero invencible, làder invicto de mil batallas polàticas y militares libradas durante 60 años de brega reivindicando los derechos de los pobres y enfrentando las violencias de los poderosos, revolucionario integral que asimilà³ la teoràa de los grandes pensadores fundià©ndola con las verdades que extrajo a la vida en su práctica diaria, forjándose como uno de los más destacados dirigentes revolucionarios de todos tiempos.
La humanidad no tiene antecedentes de un làder de las condiciones de Manuel Marulanda Và©lez que haya luchado ininterrumpidamente 60 años, desde la oposicià³n armada, y salido indemne y fortalecido luego de inmensos operativos militares de arrasamiento como el Plan Laso en Marquetalia, la Operacià³n Sonora en la cordillera Central, la operacià³n Casa Verde, operacià³n Destructor 1 y Destructor 2, Plan Patriota, Plan Colombia.
E indemne y fortalecido tambià©n, luego de confrontaciones polàticas de carácter estratà©gico como las desarrolladas en los procesos de conversaciones con el Estado colombiano en Casa Verde, Caracas, Mà©xico y en el Yarà que pretendieron el sometimiento de la voluntad polàtica y de lucha de las FARC sin ningún cambio en las estructuras de la sociedad ni en las correlaciones del poder polàtico.
En unas y en otras confrontaciones nuestro comandante evidencià³ su sabiduràa y su capacidad para salir siempre airoso por muy adversas y difàciles que fuesen las tormentas y los peligros y nos señalizà³ la ruta.
Con inmenso pesar informamos que nuestro comandante en jefe Manuel Marulanda Và©lez, murià³ el pasado 26 de marzo como consecuencia de un infarto cardàaco, en brazos de su compañera y rodeado de su guardia personal y de todas las unidades que conformaban su seguridad, luego de una breve enfermedad.
Le hemos rendido los honores que merece un conductor de su dimensià³n y dado honrosa sepultura. Lo despedimos fàsicamente en nombre de los miles y miles de guerrilleros farianos y milicianos bolivarianos y de los millones de colombianos y ciudadanos del mundo que lo valoran, admiran y aman por encima de la asquerosa campaña mediática contra las FARC.
A todos ellos y a sus familiares les hacemos llegar nuestra solidaridad y nuestra voz de condolencia.
Se ha marchado el gran làder y de sus inagotables enseñanzas que nos maduraron en todos estos años a su lado, hoy, en medio de nuestro dolor, queremos resaltar por su vigencia y gran valor su profunda confianza en nuestros principios revolucionarios planes, propuestas y en la victoria de la causa popular; la templanza para enfrentar las dificultades; y la esencial importancia que significa la sà³lida unidad interna que nos ha permitido desarrollarnos con vigor en todos los momentos de nuestra existencia.
En medio de la más grande ofensiva reaccionaria contra organizacià³n revolucionaria alguna en la historia de Latinoamà©rica, continuaremos nuestras tareas acorde con los planes aprobados, sà³lidamente unidos y profundamente optimistas de salir avantes pese a la adversidad.
Con las banderas de Bolàvar, de Jacobo y de Manuel muy en alto, proseguiremos sin descanso nuestra lucha hasta lograr el objetivo de la nueva Colombia, la Patria Grande Latinoamericana y el Socialismo. ¡Lo juramos ante la tumba de nuestro comandante!
La confrontacià³n ni da respiro y la lucha prosigue. Acordamos unánimemente que a la cabeza del secretariado y como nuevo comandante del EMC està© el camarada Alfonso Cano. Como integrante pleno del secretariado ingrese el camarada Pablo Catatumbo y suplentes los camaradas Bertulfo àlvarez y Pastor Alape.
Continuaremos alentando la lucha popular, la conformacià³n del Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia y del Partido Comunista Clandestino, asà como la convergencia con todos aquellos que luchen por la justicia social, la soberanàa nacional y la democracia verdadera.
Toda la fuerza fariana continuará profundamente comprometida en cada área y en todo el paàs a sacar adelante los planes, estrechamente vinculada a la poblacià³n civil como garantàa del à©xito.
Nuestras propuestas alrededor de los acuerdos humanitarios y las salidas polàticas continúan vigentes tal cual lo hemos reiterado en múltiples ocasiones asà como aquellas expuestas tanto en el Manifiesto como en la Plataforma Bolivariana lanzadas desde estas cordilleras serán confluencia y generaran esfuerzo mancomunado por lograr la paz democrática y el sosiego que nos robà³ la oligarquàa desde hace 60 años.
Al conmemorar el 44 aniversario de las FARC, le rendimos sentido homenaje a nuestro comandante Manuel Marulanda Và©lez, a Jacobo, a Raúl, a Iván Ràos, a Efraàn Guzmán y a todos aquellos que generosamente dedicaron y ofrendaron su vida a la causa de los pobres, sin pedir nada a cambio, tan solo por su intima conviccià³n de buscar el bien común como caracteràstica de su compromiso revolucionario.
Comandante Manuel Marulanda Và©lez: Morir por el pueblo ¡es vivir para siempre!
Ante el altar de la patria: Juramos vencer!
Secretariado del estado mayor central.
FARC-EP mayo del 2008.
Montañas de Colombia.