No caben dudas: Chávez era un gran dirigente de las masas pobres y un revolucionario de todo corazón. El marxista húngaro György Lukács escribía en 1924, ante la muerte de Lenin, que ese no se había vuelto el lider más destacado entre los cuadros bolcheviques porque era el marxista más brillante, sino por haber sido un revolucionario profundamente ruso que sentía en su interior el estado de ánimo, los miedos y esperanzas, de su pueblo en cada momento. En este mismo sentido Chávez era un revolucionario profundamente venezolano que representaba como ningún otro la idiosincrasia, la cultura, la forma de pensar y sentir del pueblo venezolano, y que por esto tambíen sabía de los problemas socioculturales que enfrenta la revolución bolivariana.
Chávez siempre era mas un revolucionario que un simple político. Su orígen de clase popular y su sincera cercanía a las masas pobres siempre irritaban a la clase política vieja y nueva. Sabían que Chávez no era uno de ellos. No se podían sentir unidos con el a travéz de aquellos costumbres colectivos de las clases altas, de aquellos sentimentos unificadores entre los “educados” mas allá de la actual moda política. Se sentía las preocupaciones de las nuevas clases medias y altas bolivarianas ante la energía desencadenada del presidente Chávez que empujaba a la transformación permanente, ante las rupturas que provocaba con sus ideas y propuestas. Se habrán pregruntado: porqué no descansa, porque siempre crea nuevos enemigos y no queda satisfecho con el status quo? Pero Chávez no era de este tipo. En su cuerpo latían tres corazones: aquel del militar, aquel del presidente de Estado y aquel del revolucionario. El primero lo daba un cierto escepticismo, tal vez exagerado, ante iniciativas autónomas de movimientos organizados que no se querían incorporar en su agenda ni menos en aquella del Estado, que eran con el, pero con su agenda propia y radical. El segundo, aquel del presidente de Estado, lo empujaba en ciertos momentos a compromisos que probablemente para el mismo eran dolorosos, lo obligaba a un cierto grado de política de poder para no dividir el movimiento, para no polarizar demasiado el pais ante el fin incierto de un choque frontal entre revolución y reacción. Pero a final de cuentas el corazón verdadero de Chávez era aquel del revolucionario. Justo en aquellos momentos cuando los burócratas y reformistas esperaban que ahora el Cávez-político de Estado o el Cavez-militar había vencido, el Chávez-revolucionario se alzó para un nuevo golpe, para llamar a las masas y a sus partidarios a profundizar la transformación, a no bajar la alerta, a eliminar todas las fallas al interno del propio movimiento y gobierno. Estamos profundamente convencidos que el verdadero Chávez era aquel comandante cuyo corazón siempre ha sido con la revolución socialista! Chávez no murió como Che Guevara sobre el campo limpio de la lucha armada. Murió en el terreno mas dificil para un revolucionario: el campo de batalla de un aparato de Estado clasista y excluyente que quería transformar y refundar, y para esto dío toda su energia incansable en esta ultima etapa de su vida de combatiente.
Hoy no es el día de los analisis extensos, a pesar de que somos concientes que el fín de la éra Chávez nos obliga a no perder demasiado tiempo para esta tarea. Chávez ha transformado Venezuela y América Latina. Era la personalidad de un período de transformación de la hegemonía total de los EE.UU. a la crisis abierta del imperio. Esta transformación ha producido a Hugo Chávez, pero al mismo tiempo era el que ha permitido que esta transformación se hizo realidad. No habrá paso atrás hacía una restauración de las viejas geopolíticas imperiales a pesar de la muerte prematura del artífice más destacado de este cambio. Pero el comandante Chávez quería más de lo que su época lo permitía. Quería el socialismo. Era el primero en el época pos-sovietica en atreverse alzar la bandera socialista en occidente desde las alturas de un presidente de Estado. Chávez entrará en la historia política de América Latina como arquitecto de la nueva auto-conciencia y de la unidad latinoamericana contra el gran hermano del norte. Para nostoros también y sobre todo entrará en nuestra historia de la lucha revolucionaria como hombre que tenía el coraje de afirmar sin miedo ni vergüenza, contra todas los buenos consejos de los enemigos y amigos, la gran idea de la liberación socialista.
Puede ser que el presidente Chávez no ha logrado transformar su país en muchos aspectos. Pero quien se atreve hoy a afirmar que ya tiene un concepto práctico-concreta de la transición al socialismo no hace más que confundir abstracciones ideológicas con la gran tarea inconclusa de un nuevo programa de transición. Chávez ha dejado un herencia concreta que encontrará su camino a la nueva teoría y práctica del socialismo. Require de pensadores abiertos y radicales del marxismo para incorporarla a la conciencia colectiva de la revolución mundial.
Quisieramos terminar con la frase del comandante Hugo Chávez que sólo por ahora los objetivos no fueron logrados. Pero conocemos bien la historia de las revoluciones y somos concientes que siempre la muerte de un gran líder destacado ha significado profundas cesuras en la continuidad de un proceso. Rusia, China, Vietnam y muchos mas casos demuestran suficientemente claro que también en Venezuela será inevitable prepararse a una nueva fase. La muerte del presidente Hugo Chávez sin dudas es un golpe profundo para el ánimo y la fuerza de lucha de las masas. Pero tenemos la esperanza que las vanguardias bolivarianas multiples y dispersas que han nacido y crecido durante su presidencia, ahora están empujados a unirse en una dirección colectiva alrededor del programa de profundizar la revolución.
Hugo Chávez ha contribuido con su enegia y valentía a fortalecer todo el movimiento antiimperialista internacional en tiempos todavía dificiles. Quedará para siempre en la memoria revolucionaria de los pueblos y vivirá en la lucha para la liberación definitiva de América Latina.
Con sincera tristeza y con el necesario optimismo de la voluntad que a pesar de todo se abrirán nuevas posibilidades para conquistar la victoria final, nos despedimos del presidente, comandante y camarada revolucionario Hugo Chávez.
Hasta siempre comandante!
Campo Antiimperialista, 6 Marzo 2013